16 jun 2008

El gobierno actúa con discrecionalidad en su gasto, señala la ASF

Opacidad y corrupción en excedentes petroleros

■ El órgano fiscalizador también halló situaciones de privilegio para diez corporativos, “lo que contraviene el principio de equidad fiscal”

Roberto González Amador

El órgano fiscalizador del Congreso aseguró que el gobierno federal actúa con “discrecionalidad” en el gasto de los recursos excedentes por la exportación de petróleo, práctica que, aseguró, “provoca un alto grado de opacidad y corrupción que es indispensable combatir”.

La relacionada con el uso de los excedentes petroleros es sólo una de las “áreas de opacidad y riesgo” que la Auditoría Superior de la Federación halló al hacer un balance de las cuentas públicas de los años recientes. Una más tiene que ver con el sistema tributario. La ASF reportó que en un ejercicio fiscal diez grandes corporativos obtuvieron devoluciones de impuestos por 17 mil 420 millones de pesos, monto que superó en 216 por ciento el incremento de la inversión privada en ese mismo año. Es la expresión, abundó, de un esquema que genera “una situación de privilegio que contraviene el principio de equidad fiscal”.

El régimen fiscal vigente tiene todavía un amplio margen para mejorar la progresividad, es decir, para que paguen más los contribuyentes, personas o empresas que más ganan. La conclusión de la ASF se basa en analizar la consecuencia que tiene para el fisco la existencia de mecanismos de ingeniería fiscal que permiten, sobre todo a empresas, reducir la tributación efectiva al gobierno.

Expuso la ASF que las devoluciones de impuestos “se encuentran altamente concentradas”. Ello genera una “situación de privilegio que contraviene el principio de equidad fiscal”. La revisión de las cuentas públicas permitió al órgano del Congreso constatar que en un ejercicio fiscal, el de 2005 –año previo a la elección federal–, 4 mil 132 grandes contribuyentes recibieron devoluciones por 106 mil 520 millones de pesos, equivalente a 71 por ciento del total reembolsado por el fisco ese año, que fue de 149 mil 850 millones.

Así, del dinero devuelto a los 4 mil 132 grandes contribuyentes, 398 empresas y/o personas concentraron 77 por ciento del monto reembolsado, esto es, 82 mil 20 millones de pesos, y de éstos, 10 contribuyentes recibieron de Hacienda una devolución promedio de mil 742 millones cada uno.

Así, 10 causantes obtuvieron una devolución de impuestos por 17 mil 420 millones de pesos, cantidad que, para efectos comparativos, equivale a 2.4 veces los recursos de emergencia que el gobierno federal distribuirá en 2008 a las 5 millones de familias más pobres del país (120 pesos al mes a cada una) como apoyo para la compra de alimentos ante el alza en los precios internacionales de las materias primas.

Por las normas a que está sujeta la ASF, el reporte no identifica por sus nombres a los grandes beneficiarios de las devoluciones de impuestos, aunque es fácil saber hacia dónde volver la mirada cuando enlista los sectores de actividad a que pertenecen: “Los beneficiarios de estos importantes montos de devoluciones corresponden a empresas de la industria automotriz, productos fotográficos, panificadoras, acereras, tiendas departamentales, de autoservicio e instituciones financieras”. Salvo la panificadora, el resto son industrias que en México son controladas por el capital extranjero.

Existe un efecto negativo derivado de los mecanismos empleados por los grandes contribuyentes para, al final de cuentas, reducir al mínimo su tributación al fisco.

El reporte permite hacer comparaciones de la magnitud de la devolución de impuestos a grandes contribuyentes, respecto del uso que podrían tener esos recursos. Los 82 mil 20 millones de pesos devueltos por Hacienda en un año a 398 grandes contribuyentes multiplican por dos el presupuesto anual del Programa Oportunidades, la principal estrategia gubernamental de combate a la pobreza, que el año pasado dispuso de 39 mil millones de pesos para 5 millones de familias en zonas urbanas y rurales.

En México, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), 50 millones de personas viven en pobreza, y de ellas, 25 millones en pobreza extrema, con un ingreso mensual de 969 pesos en zonas urbanas y 690 en el medio rural.



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