9 jun 2008

Carlos Ímaz Gispert

¿Y por qué no consultar al soberano?


El argumento de que “la decisión es exclusiva de los legisladores” es también falaz, pues al elegirlos, el pueblo no renunció a ejercer su calidad de soberano. Fueron designados como representantes populares, no como soberanos de la República, por lo que su función es la de representar al pueblo que los eligió y, si se quiere acotar la definición, al menos a los ciudadanos que los eligieron. No pueden, en nombre de su representación, usurpar la soberanía nacional, la cual, de acuerdo con nuestra Constitución (artículo 39) “…reside esencial y originalmente en el pueblo. Y en el cual se agrega que: “Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para su beneficio…” Resulta evidente que si quieren tomar una decisión política, de la magnitud comentada, en contra de la opinión mayoritaria de los ciudadanos, pues no estarían representándolos. Incluso, aceptando sin conceder que “la decisión fuera solamente de los legisladores”, ¿por qué negarse a preguntar la opinión de sus representados?

Es cierto que unos dicen que, como en el combate al narcotráfico, “aunque no lo parezca”, su impacto será positivo, mientras que otros creemos que parece y es privatizadora y vendepatrias y que su impacto será negativo. Por lo pronto, al menos en la capital de la República, se podrá conocer la opinión mayoritaria de los ciudadanos. ¡Bien por el jefe de Gobierno, que peligroso que otros no quieran escuchar la voz del soberano!

NOTA COMPLETA EN LA JORNADA :

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