Una lección a Zeferino y a Felipe
sábado, 14 de junio de 2008


Manú Dornbierer

Satiricosas


¿Por qué el gobernador de Guerrero festeja su 3er informe de gobierno en el Hotel Marriott, de Polanco, Delegación Miguel Hidalgo, Distrito Federal? Es que no pudo hacerlo en Chilpancingo, la capital del estado que supuestamente gobierna y en la que no ha ni entubado el canal del desagüe, y menos en el municipio más pobre de la República, Metlatonoc por el que no hizo nada.
¿Cuánto les costó a los habitantes de La Montaña su exhibición polanquense? ¿Un buen tramo de carretera quizás? Prefirió un hotel de lujo de la capital del país para cacarear huevos que no puso y denunciar problemas que nunca intentó siquiera resolver. Fue a reforzar su promesa de entregar a su ídolo espurio un Guerrero panista como en realidad es él. Invitó a sus amigos panista Rodolfo Elizondo, secretario de Turismo, y José Luis Luege de SEMARNAT que poco hacen por Guerrero, y a Ruth Zabaleta, a la que pretende hacer gobernadora por el mismo mérito de servir al PAN. Por todo eso La Jornada de Guerrero consideró “reprobado” en estos tres años la administración de Torreblanca y El Universal lo califica hoy “el peor gobernador de México”. Y con todo y el show, Calderón no lo llevó a España a entregar a “México en charola” como hizo con la otra vergüenza “perredista” que es Sabines el de Chiapas. A ver si el PRD aprende a escoger a su gente.

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