31 oct 2009




Desvergüenza
2009-10-31


* Después de largas jornadas de dimes y diretes, los senadores del PAN secundados cínicamente por legisladores del PRI aprobaron nuevos y más elevados impuestos que afectarán el bolsillo ya disminuido de los mexicanos / La “sublevación” panista duró unas cuantas horas y finalmente se plegaron a las propuestas recaudatorias y recesivas del gobierno espurio / Luego de maniobras diseñadas por el senador Manlio Fabio Beltrones se estableció que el IVA pase de 15 a 16 También, se impuso un gravamen de 3 los depósitos en efectivo a partir de 15 mil pesos / El Impuesto Sobre la Renta (ISR) se lleva de 28 a 30 partir de los trabajadores que ganen más de 10 mil 300 pesos mensuales


MEXICO, D.F. 30 de octubre (LILIA ARELLANO).-Con total cinismo, con la burla dibujada en el rostro, con el desprecio que caracteriza a los poderosos quienes se sienten dueños de vidas y haciendas, el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, sentenció que su fracción parlamentaria “cumpliría con su deber” y aprobaría la Ley de Ingresos y la miscelánea fiscal para 2010, que condena a los mexicanos a pagar los desaciertos de la administración federal, el boquete presupuestal de más de 400 mil millones de pesos, el irracional gasto burocrático panista y los privilegios de 422 grandes empresarios y potentados.
El respaldo de la bancada priísta se sumó así a la disciplina y el cierre de filas de la panista en torno a Felipe Calderón, y a pesar de la oposición de algunos senadores del PRI, los del PRD, del PT y de Convergencia, el pleno del Senado aprobó en lo general el dictamen relativo a las leyes del Impuesto Sobre la Renta (ISR) que aumentó 2 por ciento; el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que aumentaría 1 por ciento; el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), que incrementó 1 por ciento y se bajó el monto de 25 a 15 mil pesos; del Código Federal de la Federación, y del Decreto por el que se establecen las obligaciones que podrán denominarse en unidades de inversión. Con 75 votos a favor, del PAN, PRI y PVEM; 41 en contra de legisladores del PRD, PRI, PT y Convergencia, y cero abstenciones, fue aprobado el decreto mencionado y de inmediato se procedió a discutir los artículos que fueron en particular reservados.
Con un semblante malicioso, burlón, desvergonzado, el ex gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, subrayó en la tribuna de la Cámara alta que en esos momentos nadie estaba proponiendo un nuevo paquete fiscal, sino sólo un dictamen para salir de la coyuntura, y que ya después, luego, más tarde, en otro momento, al igual que lo argumentó su compañero de bancada, el fracasado Francisco Labastida Ochoa, podrían convocar a firmar un “gran acuerdo” para construir una propuesta adecuada para el país en Ingresos y Egresos. Por lo pronto, había que darle vida al frankenstein fiscal armado en Los Pinos, modificado en la Cámara de Diputados y transformado en el Senado, en donde aclaró que “se hizo lo que se pudo”, por lo que “no todo resulta malo en el paquete general”, pese a que condena a los causantes cautivos a que sigan pagando los platos rotos de la administración federal. Con cara de “me las sé todas” el sonorense sostuvo: “Si alguien sabe del dolor de aumentar los impuestos somos los priístas; a nosotros nos ha tocado en varias ocasiones, duele pero ha sido necesario”.












No es de sorprender que los medios no quieran resaltar que el PRD , el PT y Convergencia fueron los únicos que se opusieron al incremento de impuestos y lo hicieron con un caudal de argumentos extraordinariamente bien sustentados , para que después los levantacejas no empiecen a chingar con que "no se vale tomar tribunas , que hay que dar la pelea con argumentos . Desgraciadamente una vez más nadie los quizo escuchar , los acuerdos con sus respectivos gobernadores y con los mega empresarios ya estaban tomados .

Vivimos en un circulo vicioso ; se supone que en la democracia ganan las mayorías , pero , ¿ como le haces cuando esas mayorías se conforman mediante fraudes electorales , con derroche insultante de dinero en las campañas y para colmo con la ayuda de los medios de comunicación? , luego entonces , esas mayorías no tienen ningún compromiso con el pueblo y votan de acuerdo a sus intereses . Los que deciden tomar las tribunas no lo hacen por gusto , están concientes del costo político por que saben que de inmediato vendrá el linchamiento en los medios de comunicación , pero tienen que hacerlo por que no existe otra opción para impedir que el PRIAN se siga devorando al país y perjudicando cada vez más a la población y por supúesto también , con la esperanza de que poco a poco la gente se de cuenta de quien legisla en su favor y quién sistemáticamente lo hace en su contra .




Parte de la bancada panista durante una de las votaciones de ayer en el SenadoFoto José Antonio López



Conserva privilegios la IP, deploran legisladores del FAP


El PRI absetiendose para no cargar con los costos políticos y el PAN y el Verde votando , aprobaron el incremento del IVA a 16 % y el ISR al 30 %


Solo el PRD , el PT y Convergencia estuvieron en contra


Esto es una canallada : Pablo Gómez


Aqui a los ricos hay que pagarles , ironiza Pablo Gómez al aprobarse la ley de ingresos.

Pendiente , el gravamen a internet ; existe acuerdo para eliminarlo



Andrea Becerril y Víctor Ballinas

El Senado aprobó anoche la Ley de Ingresos y la miscelánea fiscal, durante una larga sesión, en la que el PAN y el Verde (y el PRI pese a su abstención en un caso) avalaron incrementar a 16 por ciento el impuesto al valor agregado (IVA), elevar en dos puntos el impuesto sobre la renta (ISR), mantener la retroactividad de la consolidación fiscal, pero disminuir el porcentaje que los grandes consorcios deben pagar por impuestos diferidos.

La discusión más ríspida y prolongada se dio en torno a lo que legisladores perredistas, petistas y de Convergencia consideraron como la decisión de mantener los privilegios fiscales para los 422 grupos empresariales más poderosos del país, mientras se cobra a los que ya pagan impuestos.

“Aquí a los ricos hay que darles estímulos, pagarles. El poder político se arrastra frente a ellos”, advirtió el senador del PRD Pablo Gómez, mientras el coordinador de su bancada, Carlos Navarrete, reclamó desde tribuna al panista Gustavo Madero que a última hora hubiera cambiado su postura para sumarse al PRI y beneficiar a los hombres del dinero.

Navarrete advirtió que ello significa que “el Presidente de la República abdicó ante los poderes fácticos del país”, toda vez que, contra su discurso de los últimos dos días de que los grandes empresarios paguen los impuestos que les corresponden, en el Senado su bancada vota en sentido contrario.

En cambio, aprobar el aumento de 16 por ciento al IVA llevó menos de media hora, ya que ni priístas ni panistas subieron a tribuna y sólo escucharon impasibles las críticas de la oposición. Dante Delgado (Convergencia) advirtió que con ese gravamen se provocará más inflación y se agravará la capacidad de consumo de la población de menores ingresos.

El coordinador del PT, Ricardo Monreal, dijo que es una pena que PRI y PAN, en lugar de pensar en la población, sólo estuvieran preocupados en evitar los costos políticos de esa medida y leyó declaraciones de candidatos a diputados del tricolor, quienes en julio pasado durante sus campañas electorales ofrecieron no permitir más impuestos.

Carlos Navarrete denunció la intervención indebida de los gobernadores, y advirtió que la votación en torno a ese gravamen mostrará “si somos consecuentes con los mexicanos que nos dieron su voto para llegar aquí o no lo somos”.

A su vez el también perredista Tomás Torres sostuvo que el incremento de 15 a 16 por ciento en el IVA es inconstitucional, pues no hubo una iniciativa de ley específica, porque en la Cámara de Diputados se modificó el proyecto de Calderón, sin presentar una nueva iniciativa.

Tal como habían acordado, los priístas se abstuvieron de votar el alza al IVA. Pero no sólo eso, la mayoría de los integrantes de la bancada salió del salón de sesiones y sólo permanecieron en el recinto ocho legisladores.

Por ello el IVA fue sólo aprobado por la bancada de Acción Nacional y algunos senadores del Verde. La votación final fue de 53 en favor, 28 en contra y ocho abstenciones.

Los senadores de PRI y PAN votaron juntos en el que ayer fue el tema más polémico, la consolidación fiscal. Ricardo Monreal y Pablo Gómez se enfrentaron a legisladores del tricolor y de Acción Nacional, que defendieron con vehemencia la decisión de modificar la minuta de la Cámara de Diputados en torno a la Ley del ISR.

El perredista insistió en que mientras el presidente Calderón “retomó ya el discurso de Andrés Manuel López Obrador” y pide que los consorcios paguen los impuestos que les corresponden, “ustedes aquí quieren ir por otra ruta y seguir con los regímenes de privilegio”.

Eloy Cantú Segovia, del PRI, y el panista Fernando Elizondo Barragán propusieron que se eliminara la retroactividad de la consolidación fiscal propuesta por el Ejecutivo, y que los diputados mantuvieron, sólo con una disminución en los porcentajes.

Argumentaron que disminuir de 10 a cinco años el periodo en que los grupos empresariales deben pagar los impuestos que adeudan tiene efectos retroactivos, y va contra la Constitución, además de que ocasionará amparos y pone en riesgo la estabilidad de la planta productiva.

Ello se desechó y lo que se aprobó por 71 votos a favor, 30 en contra y tres abstenciones, fue la propuesta del priísta Francisco Labastida, que consiste en disminuir de 40 a 25 por ciento el porcentaje de adeudo que los empresarios deben pagar en el primero de los cinco años que tienen de plazo. Después los porcentajes serán de 25, 20, 15 y 15, respectivamente.

Labastida sostuvo que es arriesgado obligar a las empresas a pagar de golpe 40 por ciento de adeudos que originalmente eran a cubrir en diez años, pues les causará problemas y se pueden perder 200 mil empleos. Además, insistió, también puede darse el caso de que algunas quiebren o sean adquiridas por consorcios extranjeros.

Monreal refutó tales argumentos y dijo que la propia Secretaría de Hacienda, mediante el Servicio de Administración Tributaria, difundió que los 422 grupos empresariales tuvieron ingresos el año pasado por cerca de 5 billones de pesos y sólo pagaron el 1.7 por ciento de impuestos.

No es justo, insistió, que las 72 mil pequeñas y medianas empresas instaladas en el país sí cumplan con sus obligaciones tributarias, paguen 28 por ciento de ISR y otros gravámenes.

Navarrete, en tanto, se confrontó con Madero. Le pidió explicaciones, ya que, denunció, todavía el jueves por la noche el panista se comprometió a votar junto con el PRD que se mantuviera el régimen de consolidación en 40 por ciento el primer año.

Madero respondió que se trataba de una acusación “telenovelesca”. Al bajar de tribuna, Navarrete le fue a reclamar hasta su escaño y el panista balbuceó que, según datos que le dio la Secretaría de Hacienda, es prácticamente lo mismo que paguen 40 que 25 por ciento.

Otro perredista, Gómez Álvarez, impugnó ante el pleno esa aseveración. Dijo que la propuesta de Calderón de que los empresarios paguen 60 por ciento de los adeudos diferidos en 2010, equivale a 27 mil millones de pesos; el 40 por ciento votado por los diputados son 18 mil millones de pesos y lo que acordaron PRI y PAN, 11 mil millones.

El priísta Manlio Fabio Beltrones, en una intervención inicial, explicó que decidieron dejar la retroactividad en la consolidación fiscal y que sea la Suprema Corte la que decida si es constitucional o no.

A su vez, Francisco Labastida defendió la postura de su partido en torno a ese paquete fiscal que ayer aprobaron. “Lo vemos sólo como el mal menor, pero tenemos que actuar, que evitar males mayores.”

El panista Madero sostuvo que de no aprobarse esa miscelánea fiscal la crisis será peor que la de 1995, y felicitó a los integrantes de su bancada por “apoyar a nuesto gobierno”.







E D I T O R I A L


Provocación y golpes a la economía y al país





Acontrapelo de las numerosas apelaciones al sentido común, en contra de los señalamientos de diversos expertos económicos y en colisión con los intereses nacionales más evidentes, la coalición de facto que ejerce el gobierno aprobó ayer en el Senado de la República una miscelánea fiscal que incrementa en distintas proporciones los impuestos sobre la renta (ISR), al valor agregado (IVA) y a depósitos en efectivo, entre otros.

Con esas medidas se consumó un golpe a la economía popular y a las finanzas nacionales: por un lado, se trasladó a los sectores mayoritarios, que son los desfavorecidos de siempre y los más afectados por la crisis del momento, el costo de un aparato gubernamental ineficiente y frívolo; por el otro, se dejaron a salvo los privilegios de una cúpula empresarial que, como lo reconoció esta misma semana el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, no paga impuestos o bien los paga en proporciones mínimas y en condiciones de absoluto privilegio; asimismo, se eludió la aplicación de medidas de austeridad reales y honestas, manteniendo niveles de gasto que son injustificables en cualquier circunstancia, pero que en una coyuntura de crisis económica como la presente, constituyen un agravio y una burla al conjunto de la sociedad.

A la manifiesta inmoralidad de las alzas impositivas aprobadas ayer por el Senado, y cuya inspiración proviene de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, debe agregarse la improcedencia y el contrasentido de aumentar gravámenes en una situación recesiva como la que vive México, que es el país del continente que más ha resentido la crisis mundial y en el que ésta adquiere una duración más prolongada y destructiva en términos sociales.

En efecto, como lo han señalado diversos economistas destacados, los incrementos impositivos lastran al conjunto de la economía, contribuyen a prolongar y profundizar las secuelas de la recesión e inciden en la postergación de la deseada reactivación. No es casual que la mayor parte de los países industrializados hayan optado, ante las actuales dificultades, por incrementar los déficit fiscales y por lanzar, desde el sector público, estrategias de apoyo al empleo, la inversión y el consumo, es decir, exactamente lo contrario que lo hecho por el grupo gobernante de nuestro país.

La votación senatorial satisface, en suma, los desmedidos y depredadores apetitos presupuestales de gobernantes estatales y de la Federación, así como la impunidad fiscal de que disfruta, desde hace mucho tiempo, un puñado de grandes empresas, pero atenta contra la estabilidad política y la gobernabilidad, toda vez que introduce factores de irritación social insoslayables en un contexto en el que confluyen, además, el desgaste institucional, la erosión del estado de derecho y el déficit de legitimidad que viene arrastrando, de origen, la actual administración. En esa circunstancia, el paquetazo impositivo aprobado ayer en el Senado de la República por la mayoría gobernante equivale a una monumental provocación.






México SA



La debilidad estructural del fisco mexicano

El elevado costo de las decisiones



Carlos Fernández-Vega

Dados los grandes logros acumulados a lo largo de casi tres décadas continuas, los gobiernos neoliberales de este heroico país han hecho posible que México se mantenga en los primeros lugares latinoamericanos, aunque lamentablemente tales posiciones no correspondan con las mejores de la región, sino, por el contrario, con los peores. Se sabe del exitoso comportamiento económico nacional, que ubica al navío de gran calado” (ya saben quién, dixit) en el primer lugar de tal área geográfica, siempre y cuando la estadística se lea de abajo hacia arriba. Lo mismo en lo que a fabricación de pobres se refiere, con la diferencia que en este renglón tristemente hay que leerla de arriba hacia abajo. Y si de resultados gubernamentales se trata, entonces la estadística sólo tiene un renglón: nulidad absoluta, aunque, eso sí, entre las más onerosas de América Latina y buena parte del planeta.

Ahora que el siempre adelantado inquilino de Los Pinos tuvo una “revelación” y, por ende, “descubrió” que las grandes empresas “rara vez pagan impuestos” (aunque una vez “enterado” tampoco va a dar golpe para corregir la situación), vale hacer un recorrido por un tema recurrentemente abordado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo que por enésima ocasión pone el dedo en la llaga y enciende las alarmas sobre la debilidad estructural del fisco mexicano y el elevadísimo costo de las decisiones políticas en la materia, que han llevado al país a convertirse no sólo en uno de los que menor recaudación reporta, sino en el más dependiente de un solo producto, el petróleo, y en uno de los más gratos paraísos fiscales regionales para el gran capital, sea éste nacional o foráneo.

La Cepal realizó una “aproximación a la vulnerabilidad de los ingresos fiscales ante la crisis internacional”, en la cual México ocupa honrosamente la primera posición –compartida con dos naciones más– y sobresale por “la alta exposición” de sus finanzas públicas ante el terremoto económico interno y externo. Va, pues, la “aproximación” cepalina, contenida en el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2008-2009:

De acuerdo con los resultados de este ejercicio, precisa el organismo especializado de la ONU, México, Ecuador, Guatemala (en primera posición) y Panamá (en la segunda) “serían los países con mayor exposición de sus ingresos fiscales (la más alta); estas naciones reúnen al menos dos de las tres características que se consideraron de mayor relevancia dentro del análisis: dependencia de los ingresos por explotación de recursos naturales (excepto Guatemala y Panamá), rigidez político-institucional a la hora de aplicar reformas tributarias (lo que se traduce en una muy baja carga tributaria) y un significativo peso del impuesto a las importaciones en los recursos tributarios (con excepción de México)”.

En un segundo grupo de naciones (“exposición media”) se encuentran, en orden descendente, Bolivia, El Salvador, Paraguay, Venezuela, Colombia, República Dominicana, Nicaragua, Perú y Chile. Y en un tercer bloque (“exposición baja”, la menor de la región) aparecen Costa Rica, Uruguay, Brasil y Argentina (los últimos tres citados con los mejores resultados latinoamericanos, aunque no por ello exentos de impacto). Así, apunta la Cepal, “se observa que los países con alto porcentaje de ingresos no tributarios o provenientes de los recursos naturales, con baja carga tributaria y gran apertura comercial, tienen un mayor coeficiente de exposición a la crisis en materia de ingresos fiscales que aquellos con carga tributaria elevada, mayor participación del impuesto a la renta y mayor productividad del IVA”.

La incertidumbre que generan las crisis y las limitaciones a la hora de predecir sus efectos exigen una revisión detallada de la forma en que se transmiten y afectan a la economía, anota el organismo. “Los efectos de la crisis internacional sobre los ingresos fiscales de la región difieren de un país a otro y dependen no sólo de las características propias de la crisis, sino también del nivel y la estructura de la carga tributaria, así como de las diversas fuentes de financiamiento utilizadas. Más allá de eso, se estima que el impacto medio de la crisis en los ingresos fiscales es de gran magnitud, proyectándose para 2009 una caída equivalente a 1.8 por ciento del PIB en relación con lo recaudado en 2008.”

En la “aproximación” se intenta identificar a los países “propensos a mayores pérdidas de recursos fiscales considerando los canales mediante los cuales la actual crisis internacional repercute en la recaudación fiscal de la región. En consecuencia, se realiza una cuantificación del grado de exposición de los ingresos fiscales respecto de diversas variables ordenando a los países en tres grupos de exposición: alta, media o baja. Para la elaboración de este indicador se ponderan las diferentes características de la estructura de los ingresos fiscales, la rigidez político-institucional y la capacidad de las administraciones tributarias en cada caso”.

Sobre México, la Cepal advierte: “la acotada disponibilidad de recursos fiscales, las dificultades para ejecutar el gasto público en el corto plazo y la restricción de la disponibilidad de crédito para proyectos de inversión imponen límites a la efectividad de las diferentes iniciativas que el gobierno ha puesto en marcha para contrarrestar los efectos de la turbulencia externa. La reactivación de la economía mexicana depende en gran medida del impulso que tome la estadunidense y, en consecuencia, el inicio de una nueva etapa de crecimiento puede llevar todavía más tiempo”.

La economía mexicana “enfrenta en 2009 un escenario muy diverso, más difícil que el de la recesión de 1995, cuando el producto cayó 6.2 por ciento, pero en ese entonces pudo recuperarse con fuerza en menos de 12 meses debido al marcado repunte de las exportaciones. Esta opción hoy no existe, porque la economía mundial sufre su peor crisis desde los años 30 del siglo pasado. El entorno se vuelve más adverso por la disminución de la inversión extranjera directa, las remesas, los precios del petróleo, el turismo y el acceso al financiamiento”. Además, “la sucesión de programas que el gobierno federal ha puesto en marcha para enfrentar la crisis hasta ahora no ha logrado impedir la aguda reducción del ritmo de actividad y de la ocupación”.

Las rebanadas del pastel

Qué lástima, la “revelación” (empresas que “rara vez pagan impuestos”) llegó tarde para el de Los Pinos.

cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx



30 oct 2009

Este video nos habla claramente acerca de lo que Andrés Manuel López Obrador está proponiendo para el presupuesto de ingresos de 2010 a través de los diputados del FAP y que tanto PRI como PAN , simple y sencillamente se han negado a escuchar , vaya , en comisiones ni siquieran le han querido dar trámite . Ahora con propósitos electoreros todo mundo , empezando por Calderón , disque exigen lo que toda su vida ha exigido AMLO , pero sólo por que saben que eso es lo que quiere escuchar la gente , pero los cambios de fondo jamas los van a dar , el único que se atrevería a hacerlos es AMLO por que no tiene compromisos con nadie .

Ayer y hoy Calderón les ha pedido a las grandes empresas (si , esas que lo entronizaron) que paguen impuestos ; Calderón sabe que para obligarlos se necesitaría cambiar la ley , para lo cual necesitaría en primer lugar mandar una iniciativa a las cámaras proponiendo tal cosa , lo cual jamás hará , luego entonces , tanto el como dichas empresas saben que por más que vocifere el enano , pues simplemente no pasará nada . Es el clasico jueguito para engañar a más de un despistado y si a eso le agregan la cooperación de los medios , pues ahora el inquilino de los pinos hasta heroe nos resultó .


CARTONES








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Quedó demostrado que los tenis del hijo de López Obrador no costaban 12 mil pesos tal y como se aprecia en este linck .


Varios columnistas de derecha , entre los que destaca Ciro Gómez Leyva , Ramón Beteta , Pedro Ferris , no han abierto el hocico para hacer las aclaraciones pertinentes .

No me dejan alternativa : chinguen su madre .

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Astillero


Calaveritas fiscales

Falso Felipeje

Panteón legislativo

Genaro ataca





Julio Hernández López


Producciones García Luna ataca de nuevo, ahora con un oportuno espectáculo de fantasía aérea y por tierra en locaciones michoacanas. El montaje de Genaro Salvador (con detenidos de primerísimo nivel”, supuestamente uno de ellos sería el famoso Tuta) se produce justamente cuando el país no hallaba a cuál de los peores platillos informativos debía ponerle más atención, si a los narcocorridos empresariales entonados por el subsecretario calderónico de fomento a los agronegocios, a las despechadas confesiones de impotencia política de un ocupante de Los Pinos que se ha revelado como falso pejista de última hora, o a los tragicómicos vaivenes de los congresistas entrampados con el paquetazo fiscal a causa de cálculos electorales, riñas partidistas, futurismo marca 2012 y traiciones e indecisiones pinoleras.

Felipe amaneció con el mismo enojo humedecido que la víspera le había hecho dar un primer apunte de sus arranques contra los malvados empresarios de primerísimo nivel que “rara, rara vez pagan impuestos” (nomás le faltó al cuñado de Hildebrando acusarlos de haber impuesto un presidente espurio en 2006). En la mañana de un día cargado de tensión política, Felirium asegundó el golpe, ahora yéndose contra las filantropías (¿oh, el Teletón ya no recibirá cheque felipillo y cursilería oficial?) y las fachadas de ayuda social fiscalmente descontables, al tiempo que en un lance dramático salía del clóset para declararse pejista tardío, izquierdista por despecho, subcomandante contra natura, cobrador de impuestos mal tratado. Felipe el pequeño luchando por convertirse en Felipe el guerrillero, retomando cifras y discursos correspondientes al pejemundo; Calderón peligrosamente parecido a los momentos cumbre de la demencia política de Luis Echeverría y José López Portillo (aunque a éstos les pegó lo más duro del mal de Los Pinos ya al final del sexenio, no a la mitad).

Máximo agitador del momento, FC ha creado más conciencia social en unas horas que sus opositores durante años: 1.7 por ciento de impuestos pagan las grandes empresas, ha dicho la criatura electoral de esos mismos capitalistas de cúpula, y no es lo mismo que lo diga un opositor persistente, como López Obrador, que el propio compañero de brindis en julio de 2006, y no sería lo mismo decir esas cifras –que constan en documentos oficiales– en otro momento que decirlo hoy, cuando los legisladores fallidos escenifican la tragedia ofensiva de estarse peleando por los costos políticos que significará el acuchillamiento económico de una nación: Nosotros los Forbes, 1.7 por ciento de impuestos; ustedes los pobres, los aumentos que el momento y el sueño y el hambre sugieran a esos diputados y senadores que sólo podrán producir un remedio mal hecho para tratar de que el aparato gubernamental sobreviva cuando menos un año más, justamente el de las celebraciones de calendario de nuestros ímpetus históricos trastocadores.

A Felipe ya sólo le falta pelearse consigo mismo (bueno, esta columna no puede asegurar que ese desdoblamiento agresor no se haya dado). En el colmo del descontrol político, ha generado rebeldía en miembros de su propio partido que no entienden las jugadas contradictorias que se destilan desde Los Pinos, y ha colocado a las bancadas blanquiazules en la kafkiana circunstancia de ser oficialmente el partido “en el poder” pero estar dependiendo de la voluntad del PRI y recibir agravios y trampas de parte de su propio y presunto jefe político máximo, el ya antes dicho lic Calderón (lic no debe llevar punto, como si fuera abreviatura, pues no lo es, sino una exclamación, un hipo con licenciatura). Hoy, a la hora de las votaciones finales en el Senado, las cuentas descuadradas, los chantajes explícitos, las omisiones significativas, el priísmo colaborando apenas con lo necesario, el panismo sacrificado pero también dividido y el perredismo convertido en suplemento de la revista beltrónica habrán de mostrar el tamaño de la crisis, la profundidad de las heridas, la gravedad de los desgarramientos, y se encaminará al país al siguiente escalón de la irritación social, con la inflación tocando a la puerta, los grandes empresarios ya sabedores de que el paciente se les ha ido y la recuperación económica que en otros lares ya avanza, transformada en México en un objetivo a largo y doloroso plazo. Todo listo, pues, para el Día de Muertos. Calaveritas de azúcar para el mal rato (mal año) legislativo y político.

Aunque, por fortuna, Producciones García Luna siempre está allí, cuando las circunstancias lo requieren. Un megagolpe al narco en el simbólico Apatzingán se anunciaba a la hora en que esta columna habría de cerrar su agronegocio de teclas (teclas de la golden), con utilería bélica de primer nivel, invitados periodísticos de la capital del país y la versión de que entre los primeros actores estaría La Tuta. Todo listo para otro golpe de distracción, para aparentar que se sigue ganando la guerra contra las drogas (aunque tales victorias no lo parezcan) y, bueno, de pasada, para que el licenciado Calderón vuelva a visitar Michoacán (¡gulp!) creyéndose héroe matadragones de La familia, se aliste para ir a Miami a recibir un premio como superlíder y siga manteniendo a los mexicanos con un ¡Jesús! fiscal en la boca.

Astillas

Agustín Carstens cumplió ayer la ingrata tarea de sostener de alguna manera los exabruptos políticos de su jefe tardía y torpemente claridoso y dar alguna satisfacción a los “capitanes de empresa” que anoche estaban muy indignados por el trato que les ha dado en estas horas de enfelipamiento. El secretario de Hacienda de alguna manera reconoció que no es tan cierto lo que dijo FC pero también sostuvo que ciertas rendijas legales permiten ciertos comportamientos empresariales que no aportan los dineros que deben dar... Y, mientras sigue la lucha electricista, y en Oaxaca preparan diversas actividades en la víspera del 20 revolucionario, ¡feliz fin de semana!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx





México SA



El shock de las finanzas públicas

Devolución de impuestos al gran capital, igual a 60% de la deuda pública




Carlos Fernández-Vega

Estaba el inquilino de Los Pinos con sangre en las comisuras de los labios –se mordió la lengua el pobre hombre– duro que te dale con aquello del shock de las finanzas públicas (como si hubiera sido producto de un rayo), cuando enfiló baterías en contra de sus “aliados naturales” (se respeta sintaxis original): “es imprescindible que los gastos públicos, indispensables para proveerles satisfactores al ciudadano, puedan ser sufragados con contribuciones equitativas, tal y como lo manda la Constitución… Es fundamental que entendamos que todos, todos los mexicanos, salvo los que menos tienen, los que viven en la pobreza extrema, los que no tienen, verdaderamente, ingreso; todos quienes tenemos en mayor o menor medida de hacerlo, podamos aportar al gasto nacional… Y si esto es obligado para cualquier ciudadano, en términos de la Constitución y en términos de la justicia, lo es más, más obligado para quien más tiene y más ha recibido; para quien más gana, para las empresas que más ganan: y si esto es obligado para las empresas que más ganan, es más obligado todavía para las empresas que más ganan y que rara, rara vez pagan impuestos en el país”.

¡Milagro! El haiga sido como haiga sido descubrió que la gran empresa no paga impuestos en el país, que evade y elude con un estilo digno de torerillo y que su gracia no sólo es natural, sino producto del descarado contubernio con las presuntas autoridades fiscales, dependientes, ¡oh, casualidad!, del propio inquilino de Los Pinos, la cual no da paso sin la respectiva autorización de quien ocupa la silla principal en la ex hacienda de La Hormiga, el mismo que hoy dice ver lo que de siempre todo el mundo ve y padece: años y años de exenciones, regímenes tributarios especiales, estímulos, descuentos, cancelaciones, créditos fiscales que nunca se pagan, borrón y cuenta nueva sólo para reiniciar la cadena de evasión y elusión, etcétera, etcétera. ¡Albricias!, porque ahora dice registrar el cáncer denunciado hasta el aburrimiento por los detractores del régimen del bienestar de la familia Forbes, pequeños y medianos empresarios, académicos, periodistas, ciudadanos de a pie, perseguidos fiscales y demás fauna que todavía se indigna por los privilegios concedidos a los brillantes barones que de México han hecho un negocio personal.

Qué bueno que ya se dio cuenta, aunque sea en el discurso. Pero, ¿qué tan seria es la declaración de Calderón? Van unos pasajes: en 2007 la Auditoría Superior de la Federación documentó la multimillonaria devolución de impuestos (IVA e ISR) al gran capital, más la voluminosa y selecta autorización de créditos fiscales concedidos por el gobierno de Vicente Fox: un billón 200 mil millones de pesos (equivalentes a otro Fobaproa), sin considerar regímenes tributarios especiales. En ese entonces, dicho monto equivalía a la mitad del presupuesto de egresos de la Federación, a dos veces la inversión sexenal prometida para infraestructura, y a 60 por ciento de la deuda pública neta (interna y externa) del gobierno federal, entre otros comparativos.

De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, entre los beneficiarios se detectaron 15 contribuyentes con más de 100 créditos fiscales cada uno y, de ellos, seis registraron más de 300; un solo contribuyente acumuló mil 453 créditos. “De lo anterior se desprende que no existe un límite para la determinación de créditos fiscales y que ciertos contribuyentes han omitido sus obligaciones por un tiempo prolongado”. La ASF no dio nombres, pero tres bancos concentraron 780 créditos por 28 mil 623 millones de pesos, y uno solo registró 683 créditos por 24 mil 918 millones; en el ramo de la construcción, 14 empresas con 235 créditos adeudaban 9 mil 881 millones y las obligaciones que adeudaban tres de ellas, con 57 créditos, equivalían a 40.7 por ciento de dicho monto. Al equipo pertenecían 11 ingenios azucareros, dos empresas de transportes, cuatro clubes de futbol, una compañía editorial, dos cadenas televisivas, un partido político, bancos, constructoras, transportistas, consorcios de “entretenimiento y comunicaciones” y otros grandes contribuyentes (así se clasifican, paradójicamente) que hoy se sabe, con la sabia intervención del inquilino de Los Pinos, “raramente pagan impuestos”.

Buena parte de ese dinero era legalmente recuperable, pero ¿qué hizo el gobierno calderonista? Fácil: a principios de abril de 2007 la Secretaría de Hacienda publicó un acuerdo (JG-SAT-IE-3-2007) en el Diario Oficial de la Federación, por medio del cual autorizó la “condonación total o parcial de los créditos fiscales consistentes en contribuciones federales cuya administración corresponda al Servicio de Administración Tributaria (SAT), cuotas compensatorias, actualizaciones y accesorios de ambas, así como las multas por incumplimiento de las obligaciones fiscales federales distintas a las obligaciones de pago”, las cuales en su gran mayoría se otorgaron a un grupúsculo de grandes empresas, las mismas que el veloz inquilino de Los Pinos descubrió que “rara vez pagan impuestos”.

Dos años después, en plena “anorexia fiscal” (Calderón dixit, según los legisladores panistas), el SAT informó a los diputados que 400 grandes grupos empresariales (con ingresos por 5 billones de pesos, o 40 por ciento del PIB mexicano) apenas pagaron 1.7 por ciento de impuestos (85 mil millones de pesos, contra 1.5 billones que debieron enterar), cuando les correspondía no menos de 28 por ciento. Y el organismo precisó: por el régimen de consolidación fiscal, empresas como las del sector de cosméticos pagaron impuestos por 220 millones de pesos, cuando tuvieron ingresos acumulables por 7 mil 600 millones; en 2008 las cadenas de autoservicio (Wal-Mart, Comercial Mexicana, Soriana, por ejemplo) reportaron ingresos cercanos a 68 mil millones y apenas pagaron 6 mil millones en impuestos; lo mismo con cementeras, tiendas departamentales, cadenas automotrices, cerveceras, televisoras, empresas de electrodomésticos, de telecomunicaciones, refresqueras, constructoras, financieras, grupos hoteleros, empresas mineras, cigarreras, transportistas, casas editoriales y compañías distribuidoras de maquinarias y equipos, entre otras. Y los regímenes tributarios especiales: 3 billones de pesos (estimado para el sexenio de las “manos limpias”) que ni de lejos visitarán las arcas nacionales.

Ante este devastador panorama, ¿qué hizo el gobierno calderonista? Sencillo: para 2010 ratificó los regímenes tributarios especiales, lo propio hizo con la consolidación fiscal y de pilón concedió nuevas exenciones fiscales a los grandes consorcios de las telecomunicaciones.

Las rebanadas del pastel

Entonces, ¿quejas por el shock de las finanzas públicas? Pase a Los Pinos.

cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx





El SME



Luis Javier Garrido

El gobierno calderonista, desesperado por su fracaso en diversos frentes, ha entrado en un proceso de descomposición acelerado que se refleja en la reacción abiertamente fascistoide que está teniendo ante la negativa de los trabajadores electricistas de Luz y Fuerza del Centro de aceptar la decisión ilegal de desaparecer esa empresa pública y cancelar los derechos de más de 44 mil trabajadores.

1. La vasta y costosa campaña de desinformación emprendida por el gobierno calderonista en este otoño busca esencialmente desprestigiar a los trabajadores, causándoles un daño moral irreparable al culparlos de los malos manejos que hacía el propio gobierno de Luz y Fuerza, a fin de ocultar que el decreto anticonstitucional que ordena su extinción no estaba de ninguna manera justificado, ya que al publicarlo el único móvil de Calderón y sus amigos fue servir a unas cuantas corporaciones trasnacionales a las que están asociados.

2. Un hecho aparece determinante en esto y es que a pesar de la enorme y costosa campaña de desinformación oficial, la decisión de Calderón de violar abiertamente la Constitución para acelerar la entrega de la industria eléctrica del país a sus amigos españoles y estadunidenses, y proseguir al mismo tiempo la destrucción de los sindicatos mexicanos, está siendo repudiada no nada más por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), sino por amplios sectores del país que han entendido que este ataque desenfrenado a las instituciones vulnera los derechos de la nación y de los trabajadores y lleva a México a un retroceso en todos los órdenes que pone en peligro los derechos fundamentales de todos.

3. La convocatoria del SME a formar un frente nacional de lucha para enfrentar el despotismo gubernamental –que anuncia ya nuevas medidas ilegales para seguir entregando recursos estratégicos del país al capital extranjero–, hecha pública el sábado 24, sitúa el conflicto en otra dimensión, que es la que realmente tiene: no se trata nada más de llevar a cabo una enorme movilización para echar abajo el decreto anticonstitucional, mantener Luz y Fuerza del Centro y restituir sus derechos a los trabajadores del SME, sino de impulsar una vasta defensa de toda la clase trabajadora de México y de los derechos fundamentales de la nación, lo que explica el entusiasmo con el que se está respaldando a los electricistas en todos los ámbitos.

4. La reacción en el exterior ante el acto anticonstitucional de Calderón, que violenta múltiples pactos, acuerdos y tratados internacionales suscritos por México, ha desbordado aún más al gobierno de facto, pues el decreto del domingo 11 desdeñó el marco jurídico, pero también el internacional en particular en materia laboral como de derechos humanos. La Confederación Sindical Internacional, lo mismo que la central AFL-CIO de Estados Unidos o la Unión Sindical de Trabajadores de Guatemala y sindicatos de todo el mundo, al igual que el Tribunal Internacional de Libertad Sindical y diversas organizaciones de derechos humanos como la Asociación Americana de Juristas lo han condenado (La Jornada, 16, 26 y 28 de octubre), lo que anuncia una creciente controversia internacional.

5. La lucha del SME ante la brutal agresión que han sufrido los electricistas y la nación en su conjunto no tiene precedentes en el ámbito laboral del país, y eso que la historia mexicana está marcada en el siglo XX por decenas de ataques de los gobiernos priístas a los trabajadores. Y no lo tiene porque ahora se trata de un ataque frontal y cínico a más de 44 mil trabajadores, que se condena al desempleo, y a la nación, a la que se quiere hacer un enorme despojo. De ahí que la lucha actual, al no ser solamente para echar abajo el decreto, sino para impedir que prosigan estas políticas de exacción, que son un objetivo central del gobierno panista de facto, se esté planteando que sea un paso adelante muy importante en la construcción de un país diferente, sustentado en el respeto a los derechos de todos y en el fin de los privilegios de quienes han hecho del país un botín

6. La definición de lo que habrá de ser esa lucha la hizo Martín Esparza, líder del SME, en el magno acto que se llevó a cabo el martes 27 en la Facultad de Ciencias de la UNAM, en el cual recibió el respaldo de miles de miembros de la comunidad universitaria que está ya movilizándose. Es una lucha que ha de darse, dijo, en lo jurídico, en lo político, en lo económico y en lo social, y es la que han pedido se respalde tal como ellos la decidan en ejercicio de su vida democrática.

7. En lo jurídico, el SME presentó ya un amparo colectivo en contra del decreto el miércoles 28, y vendrán en unos días una controversia constitucional o una acción de inconstitucionalidad, una serie de demandas laborales por despido injustificado, entre muchas otras, así como seguramente una demanda de juicio político contra Calderón por los delitos de “traición a la patria” y “ejercicio indebido de la función pública”, pero lo que debe redoblarse es la movilización.

8. El llamado War Room de Calderón, descrito por la columnista Marcela Gómez Zalce, que sesiona a puertas cerradas en Los Pinos para definir futuras iniciativas que, como su nombre lo indica, configuran una verdadera guerra económica al pueblo –integrado por los secretarios Gómez Mont, Lozano, Molinar, el jefe de prensa Max Cortázar, entre otros connotados yunquistas–, parece que ha perdido toda noción de la realidad, e ignorando que los panistas fueron repudiados en las elecciones federales pretende imponer nuevos golpes de política neoliberal.

9. El asalto a Luz y Fuerza para privatizarla, y terminar con el SME que se oponía a ello, fue un “ataque preventivo”, como ha señalado de manera reiterada Humberto Montes de Oca (secretario del Interior del SME), y por lo mismo hay que ponerle un alto a tanta impunidad, pues Calderón en medio del desastre de su gobierno está casi enloquecido por proseguir con las privatizaciones creyendo que así va a satisfacer a las mafias seudoempresariales que lo respaldaron en 2006, como ha advertido Pablo Moctezuma, y así se habla de su pretensión de culminar la privatización del servicio postal mexicano y de entregar por completo Pemex y el sector energético al capital trasnacional.

10. La iniciativa de Calderón contra los electricistas fue planteada en términos militares como “una guerra” y utilizando la fuerza policiaco-militar, pero los electricistas le están respondiendo con la movilización social pacífica y las armas del derecho, y ésa es la diferencia fundamental del conflicto que se está ahondando, aunque los medios lo ignoren.





Decreto de extinción de la Presidencia de la República


Gilberto López y Rivas


Al margen un sello con el escudo nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos-Congreso Constituyente del Bicentenario y el Centenario.

RAMONA PATRIA, en ejercicio de la facultad que me confiere el artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, cuyo texto asienta: “La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”, y

CONSIDERANDO

Que FELIPE DE JESÚS CALDERÓN HINOJOSA se ostenta como presidente de la República en virtud del fraude electoral que tuvo lugar en el año 2006, consumado por sus cómplices y asociados en los tres niveles de gobierno, el Instituto Federal Electoral, los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la Educación y otros auxiliares mayores y menores, todos ellos con el apoyo de los medios de comunicación y los sicarios de la información que controlan la llamada “opinión pública”; que para imponerse en el Poder Ejecutivo federal, el susodicho contó con la ayuda y protección de las fuerzas armadas, en especial, el Estado Mayor Presidencial, cuerpos policiacos varios y legisladores de todos los partidos, quienes se exhiben también falsamente como representantes del pueblo y de la nación; que durante los años que se ha padecido la presidencia ilegítima del varias veces mencionado, la situación del país, o de lo que queda de él, no puede ser más grave, en cuanto a los 70 millones de pobladores viviendo en la pobreza y unos millones más incluso en la miseria degradante e inhumana, mientras los que apenas sobreviven en trabajos precarios, mal pagados o en el empleo ocasional, se encuentran subsidiando a esa pequeña capa de privilegiados que se ha hecho del poder, el dinero, los bienes nacionales y del gobierno;

Que el que se dice “comandante en jefe” y hace alarde de insignias de águila y cinco estrellas en toda oportunidad, ha desplegado a las fuerzas armadas por todo el territorio nacional en misiones de seguridad pública que violentan el artículo 129 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y, en consecuencia, ha degradado a la institución armada aún más que lo logrado con la guerra sucia, la formación de grupos paramilitares y las represiones contra diversos sectores del pueblo mexicano, todo lo cual convierte al elemento castrense en un Ejército de ocupación y contrainsurgencia al servicio de los oligarcas;

Que, además, este mismo simulado comandante ha seguido la línea de los que ocuparon también el puesto que usurpa, de subordinar esas fuerzas armadas a las estrategias militares, policiacas y de los organismos de inteligencia de Estados Unidos, a través de ASPAN, Iniciativa Mérida, entre otros acuerdos y acciones pactadas de espaldas al pueblo mexicano que afectan gravemente la soberanía nacional y la viabilidad de México para desarrollarse como Estado-nación independiente, y configurando el ya mencionado –con todo ello– presunto delito de traición a la patria y los que resulten;

Que, asimismo, y con base en atribuciones que no le corresponden, aun en su carácter de gobernante de facto, y siguiendo fielmente los dictados de la clase a la que sirve y de las corporaciones trasnacionales y financieras de las cuales es su ejecutivo local, ha llevado a la economía nacional al colapso, al nulo crecimiento económico, provocando mayor contracción del mercado interno, a la recesión, al crecimiento astronómico de la ilegal deuda externa, a la destrucción aun mayor de la planta productiva, la devastación del campo y al fin de la autosuficiencia alimentaria, provocando mayor migración de trabajadores, desempleo y afectando el nivel de vida de toda la población;

Que, en violación al artículo 123 de la Constitución, y siguiendo la política antilaboral de sus antecesores, recientemente transgredió la autonomía del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), con el solo propósito de desaparecer la relación laboral y con ello la oposición de una de las más antiguas organizaciones gremiales de la República, con vías a la privatización de la energía eléctrica, lanzando a la calle a miles de trabajadores y exponiendo a sus familias a un futuro de carencias e incertidumbres, he tenido a bien expedir el siguiente DECRETO:

Artículo 1. Se extingue la Presidencia de la República por convenir al erario y al bienestar de todos los mexicanos, conservando su personalidad jurídica exclusivamente para efectos del proceso de liquidación de sus trabajadores.

Artículo 2. La liquidación de la Presidencia de la República estará a cargo del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes Mal Habidos del Congreso Constituyente.

Artículo 3. Se respetarán los derechos laborales de los trabajadores de la Presidencia de la República y las indemnizaciones se harán conforme a lo dispuesto por el contrato colectivo de trabajo, si lo hubiera; la Ley Federal del Trabajo contra el capital y demás ordenamientos aplicables.

Artículo 5. El Congreso Constituyente garantiza el pago de jubilaciones a los trabajadores de Presidencia de la República y suspende las jubilaciones, prestaciones, y demás prerrogativas otorgadas a los ex presidentes, espurios o supuestamente constitucionales, así como la expropiación de todos los bienes acumulados por ellos, familiares, amigos y compadres.

Artículo 6. La llamada “residencia oficial de Los Pinos” se destinará para el museo de El Mal Gobierno, donde los ex presidentes que no estén en prisión trabajarán obligatoriamente como guías, en reparación del daño causado a la República.

TRANSITORIO ÚNICO. El presente Decreto entrará en vigor el día siguiente de su publicación en el Diario La Jornada.






E D I T O R I A L



Autoinculpación gubernamental





Entre miércoles y jueves, y con el telón de fondo de la desarticulación en las cámaras de la iniciativa de ley de ingresos presentada recientemente por la Secretaría de Hacienda, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, se lanzó contra las empresas que más ganan y que rara vez pagan” impuestos, o bien gozan de tarifas impositivas de menos de 2 por ciento –en contraste con el 28 por ciento que, sólo por concepto de ISR, debe aportar la inmensa mayoría de causantes cautivos–; dijo que esa situación de privilegio ha durado “varios años” y “ya no puede ser”, y rechazó el señalamiento generalizado en el sentido de que el gobierno que encabeza ha hecho crecer en forma desmesurada el aparato burocrático y el gasto administrativo.

Este celo crítico de última hora contra los sectores corporativos tradicionalmente privilegiados y beneficiados por el panismo gobernante resulta extemporáneo, pues debió plasmarse en la iniciativa de ley de ingresos mediante disposiciones concretas que eliminen los regímenes de excepción defendidos contra viento y marea por las últimas administraciones priístas y las dos sucesivas presidencias panistas; es inverosímil, por cuanto se manifiesta como reacción a las críticas empresariales por los elevados e injustificables niveles de gasto público; y es autoinculpatorio, pues denota la gravísima omisión en que ha incurrido el propio gobierno federal en materia hacendaria desde hace tres años.

En efecto, desde que el gobierno calderonista pretendió la privatización parcial de la industria petrolera con el pretexto de que ese sector debía generar más ingresos fiscales, se señaló que lo procedente era más bien cobrar los impuestos que la administración pública perdonaba a los grandes corporativos y potentados; más tarde, al calor del debate nacional provocado por la repudiada iniciativa gubernamental de ley de ingresos, el dirigente opositor Andrés Manuel López Obrador destacó que, en vez de endosar el absurdamente elevado costo del aparato gubernamental a los sectores populares, el Ejecutivo federal debía empezar a cobrar impuestos a la minoría empresarial que no los paga, así como adoptar medidas serias y honestas de austeridad en las propias oficinas públicas.

Sin duda el empresariado, empezando por el que goza de mayor dimensión financiera, está obligado a pagar impuestos en pie de igualdad con el resto de los contribuyentes; pero el gobierno federal tiene, a su vez, el deber y los medios para asegurar el cumplimiento de tal obligación, y si no lo ha hecho así, como lo reconoció el propio Calderón, ha cometido una falla gravísima, cuyo costo para el país y para la sociedad se mide en centenares de miles de millones, si no es que en billones de pesos. Esta admisión tácita invalida, por lo demás, todo el andamiaje argumental construido por el propio gobierno para lograr la aprobación de su iniciativa de ley de ingresos: si el Servicio de Administración Tributaria hubiese empezado por hacer efectivo el cobro de impuestos a los grandes empresarios, ni siquiera habría sido necesario plantear engañosos incrementos de 2 por ciento al IVA, ni al ISR, ni gravámenes especiales a las telecomunicaciones, ni ninguna otra de las disposiciones contenidas en una propuesta que se cayó a pedazos por su propia incongruencia y por la torpeza política de los operadores gubernamentales en el Legislativo.

En suma, las declaraciones formuladas por Calderón Hinojosa en horas pasadas no sólo desautorizan lo que pudiera quedar de la propuesta fiscal gubernamental, sino que conceden la razón a quienes han abogado por cubrir el hueco financiero del sector público mediante una combinación de recortes reales y drásticos a las percepciones y gastos suntuarios de los altos mandos, por un lado, y el cobro de impuestos justos y equitativos a los grandes conglomerados empresariales, por el otro. Aún es tiempo de actuar en este sentido, que es el correcto y lógico.






Rebatiña entre PRI y PAN por el costo político del alza al IVA


“Si el tricolor no vota, nosotros tampoco”: senadores blanquiazules



Andrea Becerril y Víctor Ballinas

A 24 horas de que venza el plazo legal para su revisión, el paquete fiscal se atoró ayer en el Senado de la República debido a la confrontación entre PRI y PAN, ya que la mayoría de los legisladores del blanquiazul se rebelaron y rechazaron asumir ellos exclusivamente el costo político de aprobar el aumento al impuesto al valor agregado (IVA), como pretende la bancada tricolor encabezada por Manlio Fabio Beltrones Rivera.

“Si el PRI no vota, nosotros tampoco, aunque no haya IVA”, advirtió el senador panista Ramón Galindo. Sostuvo que no se dejarán “chantajear” por quienes proponen elevar en un punto el impuesto al consumo “para dar más dinero a sus gobernadores”, pero pretenden que otros lo voten. Igualmente, el también panista Santiago Creel, que ayer encabezó la inconformidad de su bancada, exigió a los priístas “honrar la palabra dada” en torno a la miscelánea fiscal.

Sin embargo, los panistas fueron sometidos a fuertes presiones desde Los Pinos, así como de las secretarías de Gobernación y de Hacienda, para que voten el incremento al IVA, con los argumentos de que la situación se volverá aún más crítica si ese gravamen y los demás que incluye la miscelánea fiscal no se aprueban.






29 oct 2009




Y el engendro …se atoró

.• La mentira y los de casa
• El ife y su cosa juzgada






Para Paco Rodríguez con cariño y solidaridad

Señales y males mi estimado, de lejos se ven. Es gravísimo el declive, el cinismo, la simulación y la invariable manía de mentir de Felipe Calderón y de su (des)gobierno. Desde que comenzó su administración ha sido acompañado de verdades a medias y ni hablar de esa descomunal sombra de ilegitimidad que haiga sido como haiga sido representa hoy ya un altísimo costo para el país y los mexicanos.

Por la sencilla razón de que las (in)decisiones, la inseguridad y la obstinación mezclado con (des)gobernar entre un grupo de frívolos e ineficaces amigos ha descarrilado y roto el frágil tejido social, político y empresarial. La temeraria iniciativa, para legalizar una entronización, de lanzar a nuestras fuerzas armadas a las calles a una mal llamada guerra contra la organizada delincuencia sin estrategia o visión de los explosivos costos será todavía un triste y delicado botón que no tarda en mostrar su mala cara sobre los excesos, abusos, descontrol e impunidad que mancharán irremediablemente la institución verde olivo.

Por si fuera poco el reciente discurso sobre la verdadera razón detrás de la desaparición de LFC reflejó ser otra de las imperdonables mentiras de Felipe Calderón que, aduciendo que el contrato colectivo de trabajo era el foco fundido de la empresa resultó que el argumento de fondo era la compra de energía a la CFE. Y mostrando esa cacareada valentía, que raya en aventurada locura, utilizó el poder de su firma mandando a la calle a 45 mil trabajadores y de paso se pitorreó del volátil diagnóstico de la Sener sobre las secuelas sociales, políticas y de seguridad nacional en caso de borrar del mapa a la empresa. Y no satisfecho my friend, Calderón clasificó como reservados los datos (que ya circulaban en San Lázaro) por uno y 12 años ocultando vital información sobre el fondo de lo que es un muy delicado conflicto en estos aciagos tiempos de crisis sobre crisis.

Luego entonces pavimentando la ruta para sentir la emoción de la adversidad, el hilo del (des)gobierno terminó por romperse con el engendro fiscal que ya está contaminado por los intereses fácticos, por la cúpula empresarial, por los partidos políticos —incluyendo el del poder (del no poder)— y por una fastidiada y enfurecida sociedad que está hasta la madre de ser garante y cargar con la lápida de más impuestos para compensar los excesos, caprichos y abusos.

México, el país de simuladores. El (des)gobierno simula que gobierna. Los legisladores simulan que legislan. Los gobernadores simulan que representan y los ciudadanos aguantan pero ya no simulan.

Cuidado.

La aberración fiscal de Felipe demostró que la mentira es el sello de la casa y que ya fastidió a los de casa. La división en el interior de la PANdilla legislativa no se puede ocultar. Los discursos de panistas señalando las falsedades de Agustín Carstens —que con línea presidencial negoció de espaldas al blanquiazul con el PRI de Peña Nieto y Paredes— ya fueron balconeadas y los reclamos de la oposición sobre un arreglón para un IVA transitorio, muestran que el engendro ya viene atorado. Muestran el tamaño de la fractura tricolor, de los disensos y la división de la que ya acusaron recibo los mercados, analistas y calificadoras.

Aprobar impuestos para aparentar resolver el fondo del hoyo (negro) será un descomunal error sobre todo en estos volátiles tiempos de crisis… hoy que la mayor prudencia my friend, debería ser la mesura.

Por la mirilla

Debido a un lapsus hepaticus este espacio cometió ayer un error. Ahí le va.

Uno. El C. Alejandro Romero Gudiño no es presidente del Consejo Nacional de la Abogacía “Ignacio L. Vallarta” sino subcontralor de asuntos jurídicos en la Contraloría del ife (con minúsculas).

Dos. El presidente es Miguel Arroyo Ramírez quien impugnará la resolución de la Contraloría respecto de su negativa a iniciar la investigación relacionada con la adquisición, desarrollo y funcionamiento del cacareado monitoreo de la espotiza electoral, el cual no funcionó y costó 25 mdd.

Y tres. Porfa, no deje de leer hoy en MILENIO la carta aclaratoria del ife sobre su impecable licitación del monitoreo que fue transparente, pulcra y con apego a la ley además de puntualizar sugestivas acusaciones infundadas (¿?). Espléndido. Este capítulo que el ife considera cosa juzgada apenas calienta motores…

gomezalce@aol.com









Astillero

La granja a la deriva

Traiciones fiscales

Narcos modélicos

Cardenal contra FC






Julio Hernández López


Es una crisis de gobierno. Una manifiesta y peligrosa incapacidad de organizar y proponer, de negociar y cumplir. A Calderón lo ha rebasado inocultablemente su incapacidad, y sus presuntos subordinados inmediatos lo exhiben aparatosamente, tanto en lo partidista como en lo gubernamental. Perdió las elecciones, pero también el control de su aparato directo de operación, naufragando hoy entre los apetitos priístas desatados en torno al fracaso de sus pretensiones hacendarias, distanciado incluso de sus mismos presuntos compañeros de partido que nomás no le entienden (el Espino en el zapato, Manuel, ha sintetizado las aspiraciones fiscales del momento: podrían aumentar la jodidez).

Allí están los legisladores panistas que por voz del senador Ricardo García Cervantes culpan al secretario de Hacienda de ocultarles información, lo que les llevaría a tomar decisiones equivocadas o arriesgadas. Inquietos blanquiazules de elite que se reunieron ayer con FC para tratar de ajustar criterios, mientras los priístas también viven sus pugnas internas a partir de la jugada traicionera que el felipismo ordenó hacer al hombre de paja que mantiene al frente del PAN, César Nava, quien pretendió culparlos de ser los autores de las decisiones que en realidad habían recibido como propuesta de Carstens, es decir, del propio Calderón, ahora desconfiable políticamente hasta para sus propios compañeros de partido (anoche, Agustín CC reconoció que la propuesta del IVA al 16 por ciento fue “del Ejecutivo”, lo cual coloca al nunca pinoleramente bien querido Chicharrín Nava en condición de mentiroso y tramposo, por razones propias u órdenes de su jefe empinador).

Felipe mal trovado (ayer en www.twitter.com/juliojornada algunos se preguntaban ¿felirium tremens o delirium trovans?) al que su propio subsecretario de fomento a los agronegocios, de la Sagarpa, le entona una versión empresarial de La granja que a los chidísimos Tigres del Norte les trataron de vetar en la ceremonia de Las lunas del Auditorio 2009. Chihuahuense pa’que vean que sabe de lo que habla, mormón y panista, el subsecretario Jeffrey Max Jones Jones se aventó sabrosos elogios del narco mexicano que su jefe Lipe dice combatir: “El narcotráfico es un sector que ha aprendido a identificar un mercado y crear la logística para surtir y crear la plataforma (...) la lógica, esa misma lógica es la que tenemos que aprender, a decidir el mercado y luego orientar el aparato productivo para poder surtir esos mercados”, dijo, según información de Formato 21. Jones Jones hablaba en un foro sobre política agroalimentaria y reconocía que los narcos han debido remar contra corriente, luchar contra el gobierno y dominar el mercado: “Lo han hecho sin subsidio; ése es el tema. Saben cómo usar... Cuando uno aprende la lógica del mercado, todo lo demás cae por inercia sola, y eso es lo que tenemos que aprender en el campo mexicano” y dejar de actuar con “una lógica productivista, temblando primero y luego produciendo”.

Desde Bolivia también llegaron reconocimientos a la única actividad en que hoy los mexicanos tienen medalla de oro reconocida mundialmente. El coronel Óscar Nina, director nacional de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico de ese país, explicó, según nota del diario La Razón (que allá no es propiedad ni pizarrón de Carlos Salinas), que “el movimiento del narcotráfico en el mundo (depende de) estas organizaciones mexicanas. Todos trabajan para ellos. Exportan (los cárteles mexicanos) cocaína a Europa, Estados Unidos, África y Asia”. Según el jefe de la lucha boliviana antidrogas, “lo que hay en nuestro país no son cárteles, sino organizaciones criminales, que son los sirvientes de los colombianos, que, a su vez, trabajan para los mexicanos. Ese es el nivel de una organización (...) Son complejas estructuras organizativas y eso impide llegar a los narcotraficantes. Finalmente, los cabecillas no están en el país. Los cabecillas están en México”. Pero el gobierno de Calderón dice ir ganando, aunque mundialmente parezca lo contrario.

Hasta la ultraderecha está enojada con el margallate calderónico. El jefe máximo del conservadurismo mexicano, Juan Sandoval (cardenal y virtual gobernador de Jalisco), ha calificado de “locura” la emisión de una cartilla nacional de salud que a juicio de ese arzobispo neocristero es una especie de incitación legalizada a la sexualidad temprana, una variante escolar de la corrupción de menores. Frente a los asistentes al Primer encuentro de las familias, realizado en Guadalajara el fin de semana recién pasado, el jefe Sandoval exigió que las autoridades, “empezando por el presidente, pierdan el fuero, para que sean castigados por los delitos que cometan”. Según su punto de vista, la mencionada cartilla se está preparando “de forma silenciosa y clandestina”, por lo cual, indignado, preguntó, con su peculiar sintaxis ultrajada: “esos señores, secretario de Salud, secretario de Educación, ¿quiénes son para darle derecho a los niños, si la naturaleza y la ley moral se los da? ¿Porque los nombraron secretarios?, ¿por eso creen que tienen derecho a violar derechos?” Y, ya que se habla del secretario agordillado de educación, recuérdese que dio a conocer a los ganadores del premio nacional de ciencias y artes aunque falte la “resolución definitiva” del lic FC.

Ya descompuesto, a la espera de lo que decida el PRI regente, Felipe lanzó ayer desde Puerto Vallarta, reunido con presidentes municipales de todo el país, un exaltado grito con la esperanza de que alguien le haga caso. Hizo un extraño “llamado al Congreso” para que “valore la delicada situación de las finanzas públicas” y se atrevió a lanzarse –ya desde la nada, sin la resonancia que en otro momento tendrían sus palabras, una especie de resignación foxista de fin de sexenio (“ya puedo decir cualquier tarugada, ya me voy”, había dicho Chente)– contra las empresas “que más ganan y que son las que tienen mayor obligación”, pues, oh, “rara vez pagan impuestos en el país”. ¡Salud! y ¡hasta mañana!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx





Cínicos



Octavio Rodríguez Araujo


Cínico: que muestra cinismo. Cinismo: Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables.


El cinismo de Calderón, de su equipo, de no pocos legisladores y de los más altos tribunales del país, es de antología. No disimulan sus verdaderos intereses ni su parcialidad al favorecer a las grandes empresas, unas consentidas y otras no tanto, en contra no sólo de la mayoría de la población mexicana, sino del país y su deseable soberanía (cada vez más menguada).

Los presidentes más representativos del neoliberalismo mexicano no han tenido vergüenza en su obviedad. Salinas privatizó decenas de empresas públicas y los bancos para darles el paquete a sus amigos, al mismo tiempo que les dio más poder a las empresas televisoras. Fue también el gobernante que creó el Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro de los empresarios) y el que le dio alas a los alacranes eclesiásticos, valga la figura, para que a cambio de intervenir en política complementaran la ideologización conformista y masiva de Televisa y Tv-Azteca. Zedillo continuó con las privatizaciones, entre ellas la de los ferrocarriles, a cambio de ser parte de la dirección de la Union Pacific, dueña, en parte, de los ferrocarriles entregados al capital privado (junto con el Grupo México, una de las compañías mineras más importantes del mundo, gracias también a Salinas y a Zedillo). Zedillo creó también el Programa de Capacitación Temporal y posteriormente la Unidad Coordinadora para el Acuerdo Bancario Empresarial para que los empresarios reestructuraran sus deudas. Fox continuó la política de sus antecesores y así, bajita la mano, inició la privatización por contratos de servicio de los hidrocarburos y la electricidad. Calderón siguió los mismos pasos y de golpe, con pretextos que poco a poco son desmentidos al salir a la luz nuevas informaciones, desapareció no sólo Luz y Fuerza, sino a sus trabajadores enviándolos al infierno del desempleo.

Ninguno de estos gobernantes creó un fondo para el empleo, por ejemplo, o para pagar seguro de desempleo a las víctimas del capitalismo neoliberal que tanto ellos como los empresarios provocaron con su rapacidad. Al contrario, disminuyeron en términos reales los apoyos a la seguridad social y a la educación pública, así como los subsidios, convirtiendo a los pobres del país, que aumentaron y siguen creciendo, en clientelas políticas por la vía de migajas caritativas apenas suficientes para no morir de hambre.

El cinismo de Calderón ha sido revelado, ¡quién lo dijera!, por una de sus colaboradoras, la subsecretaria de Telecomunicaciones, Gabriela Hernández Cardoso. Esta licenciada, como bien lo ha escrito Carlos Fernández-Vega en este diario, anunció que se licitará ya, en noviembre, la explotación de la fibra óptica triple play que tendieron la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Luz y Fuerza del Centro (LFC).

Esta red es de más de 27 mil kilómetros, de los cuales los mil 100 de la empresa recién extinguida serán los que atiendan al mayor número de clientes potenciales precisamente por estar en el centro del país que incluye al Distrito Federal. Una vez más, el negocio por encima del interés nacional y de miles de trabajadores para los cuales su “fobaproita” les alcanzará para medio vivir unos meses, si aceptan su liquidación, y luego pasarán a engrosar el porcentaje de quienes trabajan por su cuenta y riesgo en lo que Fox llamó la changarrización de los mexicanos expulsados del empleo. Microempresarios, es la idea, precisamente cuando miles de pequeñas y microempresas están quebrando en todo el país.

Parte de ese cinismo fue la declaración de Calderón del 16 de octubre, cuando dijo que por deficiencias de LFC no se generaron 100 mil empleos en la zona centro del país. Aceptando, sin conceder, que lo dicho fuera cierto (que no lo es) ahora deben sumarse los 44 mil cesados de la empresa recién extinguida. Días después se supo que la carga más onerosa para LFC fueron los pagos a la CFE por la energía eléctrica y el costo de los combustibles para su generación. Igualmente se supo que Pemex ha favorecido a firmas españolas sobre la CFE y LFC. ¿Para qué seguir?

Todas las políticas públicas y los intentos de gravar más a los pobres para que los ricos no se vean lesionados en sus enormes ganancias son la verdadera cara de nuestros gobernantes y de sus paleros en los poderes Legislativo y Judicial. Están tan enfermos de poder y de ambición económica que el país y la mayoría de los mexicanos no les importan, como si vivieran un aquí y ahora que si no aprovechan lo perderán para siempre y dejarán de obtener todo lo que desearon cuando decidieron lanzarse a la política.

¿Llegará el día en que la política sea reivindicada y en que la ética sustituya a los cínicos? No lo sé, pero el país se lo merece.






Victorias pírricas



JOHN M. ACKERMAN

In memoriam de don Pablo Sandoval Ramírez (1944-2000) luchador incansable por la democracia.

Los triunfos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), tanto en las elecciones de Tabasco como en la aprobación del paquete fiscal en la Cámara de Diputados, se levantan sobre un escenario político que evapora cualquier vanagloria para el viejo partido del Estado. En ambos casos, el PRI gana perdiendo y los resultados sientan las bases para una intensa lucha política a lo largo de 2010.

Es falso que el PRI haya consolidado su hegemonía en las elecciones municipales de Tabasco. Si bien es cierto que el partido gobernante en aquel estado pudo arrebatar cinco municipios al Partido de la Revolución Democrática (PRD), incluyendo el simbólico poblado de Macuspana, se ha pasado por alto que el PRD a su vez recuperó de manos del PRI otros cuatro municipios en la misma elección. Asimismo, por primera vez en la historia de ese estado, el Partido Acción Nacional (PAN) obtuvo la victoria en dos municipios.

Como bien señala el encuestador Dan Lund, los comicios en Tabasco revelan una fuerte soberanía popular y una clara capacidad de los ciudadanos para evaluar y someter a cuentas a sus gobernantes. Todos y cada uno de los 17 municipios de dicho estado han experimentado una alternancia política en por lo menos dos ocasiones durante los últimos 10 años. El predominio del PRI en esa entidad no es de ninguna manera estable o garantizado. Al contrario, la norma es una intensa competitividad política y una gran sensibilidad a la coyuntura de parte de los electores.

Consciente de esta situación, el PRI no se atrevió a lanzar su contrapropuesta fiscal de aumentar el IVA y el ISR sino hasta después de que se hubieran cerrado las casillas electorales en Tabasco y en Coahuila. Los dirigentes priistas saben que su propuesta atenta claramente contra la economía popular y el desarrollo nacional, por lo que buscan evitar cualquier costo político por esa decisión.

El aumento de los impuestos tiene una evidente finalidad política. Los gobernadores del PRI están desesperados por obtener nuevos recursos para revitalizar sus maquinarias clientelares en el contexto de la crisis actual. Saben que necesitan liquidez para manipular a la ciudadanía y comprar liderazgos. De otra forma, la situación rápidamente podría escapar de su control.

Por fortuna, la rebeldía de los diputados del Partido del Trabajo (PT), así como el voto en contra de todos los diputados del PRD, pusieron en evidencia la antipopular alianza fraguada entre el PAN y el PRI. Ha fracasado de manera monumental el intento priista de cobrarle al PAN los costos políticos por estas medidas. La izquierda ha dejado constancia una vez más de la necesidad de transformar la correlación de fuerzas en el país.

La actitud de la izquierda parlamentaria, y en particular de los diputados vinculados a Andrés Manuel López Obrador, molesta a la clase política y a la mayor parte de los medios de comunicación. La toma de las tribunas les parece “vergonzosa” y es presentada como un ataque a la “dignidad” de las instituciones del país. Tales voces muestran una gran nostalgia por aquel sistema en el que la oposición no tenía acceso al poder y solamente podía manifestarse en las calles. Añoran los viejos tiempos en que era posible silenciar las protestas y fingir que el país estaba en paz o tranquilidad. Olvidan ciegamente que el Parlamento es precisamente el espacio donde debería aflorar la mayor pluralidad posible. El Congreso de la Unión es hoy una de las únicas válvulas de escape con las cuales todavía cuenta la ciudadanía ante la creciente desesperación social.

Ahora bien, un estado donde el control centralizado del poder sí se mantiene vigente es Coahuila. Aquí el PRI demostró su músculo al volver a conquistar la gran mayoría de los municipios y las diputaciones locales. La recuperación de la ciudad de Torreón es también un indicador de la fortaleza del PRI en la entidad. Muy a pesar de las estridentes declaraciones de César Nava al respecto, aquí el viejo partido del Estado sí se llevó el “carro completo”.

El caso de Coahuila y el de las elecciones federales del pasado 5 de julio demuestran que el poder de los gobernadores, la fuerza del clientelismo y la compra y coacción del voto siguen vivitos y coleando. Habría que preguntarnos, por ejemplo, si el sorprendente nivel de participación ciudadana que se ha visto últimamente se debe a un auténtico interés de parte de los electores por participar en los comicios, o si es únicamente el resultado de la renovación de las prácticas clientelares del pasado.

Un estudio reciente de la organización civil Alianza Cívica ha demostrado que la manipulación de la voluntad popular por medio de la compra y coacción del voto está hoy más presente que nunca. Por ejemplo, durante las elecciones federales de 2009, el 27% de los encuestados expresaron que no creen que el voto sea secreto, y 12% de los consultados afirmaron que por recibir un programa o servicio gubernamental están obligados a votar por un partido determinado. El mismo estudio demuestra que dichas prácticas son particularmente generalizadas en el Estado de México.

Ante esta situación, llama la atención la inacción de los organismos electorales del país en la materia. Ni el Instituto Federal Electoral (IFE) ni los institutos de las entidades federativas se han atrevido a entrarle al toro por los cuernos para prevenir, vigilar y castigar esta abierta defraudación a la democracia en México.

Si no se hace algo desde ahora para romper las cadenas del clientelismo electoral, independientemente del color del partido o el gobierno que lo implemente, podemos despedirnos desde ya de cualquier esperanza de construir una democracia auténticamente participativa y popular. Asimismo, se sacrificará el desarrollo económico, ya que actualmente cualquier aumento a la recaudación únicamente servirá para engrasar las máquinas electorales en lugar de apalancar el desarrollo nacional.