Será el 27 de julio; invita a que se extienda a todo el país
Anuncia Ebrard consulta sobre la reforma a Pemex
La iniciativa presidencial "es una grave deshonestidad", sostiene
Gobernadores de PRI-PAN piden que estados entren al negocio petrolero
Calderón: con mi propuesta los combustibles serán más accesibles
Godoy se opone a la propuesta de gobernadores priístas de crear empresas mixtas
Habrá consulta sobre Pemex en el DF; pide Ebrard rechazar plan calderonista
■ El funcionario capitalino solicitará al Congreso y mandatarios estatales que hagan lo mismo
Andrea Becerril y Víctor Ballinas
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, anunció que el próximo 27 de julio se llevará a cabo una consulta popular en la ciudad de México con el propósito de que los ciudadanos de la capital del país decidan si están de acuerdo con la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) que se propone en las seis iniciativas de Felipe Calderón.
Al participar en el foro denominado Importancia del sector energético en el desarrollo nacional y regional, propuso que la consulta sea nacional y pidió desechar la reforma de Calderón. “Es una grave deshonestidad”, resaltó, querer rebasar la Constitución mediante leyes secundarias.
Por su parte, el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel, también calificó de inconstitucionales las iniciativas de Calderón y se manifestó en contra de la creación de empresas mixtas con las que se pretende que los gobiernos estatales participen, junto con Pemex, en la refinación de petróleo y en la explotación de pozos abandonados, como plantearon en el mismo foro mandatarios locales de PRI y PAN.
Excedentes contra Carta Magna
Ebrard recalcó, de entrada, que la discusión no es sobre cómo se van a distribuir los recursos provenientes de los excedentes petroleros a los estados, sino lo que se pretende hacer con el artículo 27 constitucional.
El jefe de Gobierno recalcó que mediante subterfugios y con la modificación a la ley reglamentaria, en las iniciativas de Calderón se plantea sustituir el dominio exclusivo de la nación sobre los recursos petroleros para dejar en manos de particulares la refinación del petróleo, su distribución y almacenamiento.
Agregó que para justificar esa acción se presenta un diagnóstico “terrible” de Pemex, pero nada se dice de que la situación por la que atraviesa la paraestatal se debe a los últimos ocho años de administraciones panistas, que han encabezado la peor gestión de la empresa en toda su historia.
A su juicio, lo que primero tendría que hacerse es exigir cuentas a esos gobiernos que de 2000 a la fecha lograron que Pemex pasara de ser la quinta empresa petrolera más importante del mundo a la número 14, después de aplicar una política basada en incrementar la producción sin buscar más reservas.
“En los años de los precios más altos en la historia del petróleo, nunca México había tenido tantos recursos y nunca se había manejado tan mal Pemex.”
Ebrard explicó que nadie plantea que Pemex se quede como está, ya que requiere de cambios urgentes, pero ninguno de ellos tiene que ver con privatizar la empresa. También se refirió a la campaña mediática “que nos dice que para ir por el tesorito hay que permitir que lo hagan otros, porque nosotros no podemos”. Ese argumento, agregó, es insostenible, y expuso que es el mismo que se manejó después de la expropiación petrolera, cuando se aseguró que no había capacidad para desarrollar la industria y había que recurrir a empresas extranjeras.
Aludió a la privatización de la banca y a las ideas que se usaron para decir que México no podía con el sistema bancario, y preguntó: “¿Cuál es el resultado hoy? Que el sistema de pagos está en manos extranjeras y que estemos pagando 280 mil millones de pesos por intereses que no deberíamos erogar para el pago a las instituciones financieras y crediticias”.
Después anunció que el próximo 27 de julio se llevará a cabo una consulta popular en la ciudad de México; señaló que invitará al Instituto Electoral del Distrito Federal para que la conduzca y que propondrá al Congreso de la Unión y a los gobernadores que hagan lo mismo en sus respectivas entidades, con la finalidad de que todos los mexicanos puedan dar su opinión sobre una decisión “de la envergadura” de que la que debe tomarse en relación con Pemex.
Insistió en que no hay ningún argumento para eludir una consulta pública, salvo que se tenga el temor de que la mayoría de la población no esté de acuerdo con lo que se está planteando.
Ebrard insistió en que la situación actual de Pemex se puede corregir, “pero no tratando de cambiar el artículo 27 constitucional por la puerta de atrás”.
Si quieren discutir el 27, indicó, “hagámoslo de frente, hagamos un debate nacional sobre eso y si hay argumentos que se presenten, pero intentarlo con una ley secundaria es una grave deshonestidad”.
Por su parte, el también perredista y gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, se pronunció en contra de las iniciativas que presentó Calderón y de la propuesta que en voz de Fidel Herrera enarbolan gobernadores de PRI y PAN para participar en la privatización mediante alianzas estratégicas con Pemex, que permitan a los gobiernos de los estados refinar petróleo o explotar pozos petroleros.
“Como gobernadores debemos dejar en claro que a nadie conviene aprobar normas que contravengan principios constitucionales. Los gobiernos estatales somos garantes del pacto federal y de la soberanía nacional, por lo que reafirmamos que la defensa de la soberanía empieza por la defensa de sus recursos naturales.”
Godoy destacó que el gobierno federal ha utilizado los ingresos excedentes derivados del alto precio del petróleo en el mercado internacional para subsanar sus deficiencias de planeación y administración presupuestal, para realizar pagos de gasto corriente, intereses mal calculados y compromisos derivados del salvamento financiero.
No obstante, reconoció que el esquema de asignación de excedentes petroleros ha sido benéfico para los estados, aunque lo sería más si el reparto se diera con reglas claras y no con decisiones discrecionales.
Andrea Becerril y Víctor Ballinas
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, anunció que el próximo 27 de julio se llevará a cabo una consulta popular en la ciudad de México con el propósito de que los ciudadanos de la capital del país decidan si están de acuerdo con la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) que se propone en las seis iniciativas de Felipe Calderón.
Al participar en el foro denominado Importancia del sector energético en el desarrollo nacional y regional, propuso que la consulta sea nacional y pidió desechar la reforma de Calderón. “Es una grave deshonestidad”, resaltó, querer rebasar la Constitución mediante leyes secundarias.
Por su parte, el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel, también calificó de inconstitucionales las iniciativas de Calderón y se manifestó en contra de la creación de empresas mixtas con las que se pretende que los gobiernos estatales participen, junto con Pemex, en la refinación de petróleo y en la explotación de pozos abandonados, como plantearon en el mismo foro mandatarios locales de PRI y PAN.
Excedentes contra Carta Magna
Ebrard recalcó, de entrada, que la discusión no es sobre cómo se van a distribuir los recursos provenientes de los excedentes petroleros a los estados, sino lo que se pretende hacer con el artículo 27 constitucional.
El jefe de Gobierno recalcó que mediante subterfugios y con la modificación a la ley reglamentaria, en las iniciativas de Calderón se plantea sustituir el dominio exclusivo de la nación sobre los recursos petroleros para dejar en manos de particulares la refinación del petróleo, su distribución y almacenamiento.
Agregó que para justificar esa acción se presenta un diagnóstico “terrible” de Pemex, pero nada se dice de que la situación por la que atraviesa la paraestatal se debe a los últimos ocho años de administraciones panistas, que han encabezado la peor gestión de la empresa en toda su historia.
A su juicio, lo que primero tendría que hacerse es exigir cuentas a esos gobiernos que de 2000 a la fecha lograron que Pemex pasara de ser la quinta empresa petrolera más importante del mundo a la número 14, después de aplicar una política basada en incrementar la producción sin buscar más reservas.
“En los años de los precios más altos en la historia del petróleo, nunca México había tenido tantos recursos y nunca se había manejado tan mal Pemex.”
Ebrard explicó que nadie plantea que Pemex se quede como está, ya que requiere de cambios urgentes, pero ninguno de ellos tiene que ver con privatizar la empresa. También se refirió a la campaña mediática “que nos dice que para ir por el tesorito hay que permitir que lo hagan otros, porque nosotros no podemos”. Ese argumento, agregó, es insostenible, y expuso que es el mismo que se manejó después de la expropiación petrolera, cuando se aseguró que no había capacidad para desarrollar la industria y había que recurrir a empresas extranjeras.
Aludió a la privatización de la banca y a las ideas que se usaron para decir que México no podía con el sistema bancario, y preguntó: “¿Cuál es el resultado hoy? Que el sistema de pagos está en manos extranjeras y que estemos pagando 280 mil millones de pesos por intereses que no deberíamos erogar para el pago a las instituciones financieras y crediticias”.
Después anunció que el próximo 27 de julio se llevará a cabo una consulta popular en la ciudad de México; señaló que invitará al Instituto Electoral del Distrito Federal para que la conduzca y que propondrá al Congreso de la Unión y a los gobernadores que hagan lo mismo en sus respectivas entidades, con la finalidad de que todos los mexicanos puedan dar su opinión sobre una decisión “de la envergadura” de que la que debe tomarse en relación con Pemex.
Insistió en que no hay ningún argumento para eludir una consulta pública, salvo que se tenga el temor de que la mayoría de la población no esté de acuerdo con lo que se está planteando.
Ebrard insistió en que la situación actual de Pemex se puede corregir, “pero no tratando de cambiar el artículo 27 constitucional por la puerta de atrás”.
Si quieren discutir el 27, indicó, “hagámoslo de frente, hagamos un debate nacional sobre eso y si hay argumentos que se presenten, pero intentarlo con una ley secundaria es una grave deshonestidad”.
Por su parte, el también perredista y gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, se pronunció en contra de las iniciativas que presentó Calderón y de la propuesta que en voz de Fidel Herrera enarbolan gobernadores de PRI y PAN para participar en la privatización mediante alianzas estratégicas con Pemex, que permitan a los gobiernos de los estados refinar petróleo o explotar pozos petroleros.
“Como gobernadores debemos dejar en claro que a nadie conviene aprobar normas que contravengan principios constitucionales. Los gobiernos estatales somos garantes del pacto federal y de la soberanía nacional, por lo que reafirmamos que la defensa de la soberanía empieza por la defensa de sus recursos naturales.”
Godoy destacó que el gobierno federal ha utilizado los ingresos excedentes derivados del alto precio del petróleo en el mercado internacional para subsanar sus deficiencias de planeación y administración presupuestal, para realizar pagos de gasto corriente, intereses mal calculados y compromisos derivados del salvamento financiero.
No obstante, reconoció que el esquema de asignación de excedentes petroleros ha sido benéfico para los estados, aunque lo sería más si el reparto se diera con reglas claras y no con decisiones discrecionales.
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