Aplica el FAP “una goliza” a Calderón: Muñoz Ledo
luciano campos garza
Proceso
* EU presiona para convertir a México en un “esquirol del petróleo”, acusa
Monterrey, N.L., 22 de mayo (apro).- El Frente Amplio Progresista (FAP) “le va dando una goliza” a Felipe Calderón en el debate sobre la reforma energética, aseguró Porfirio Muñoz Ledo, quien consideró que el presidente se encuentra bajo la presión de las autoridades de Estados Unidos, que buscan nutrir sus mermadas reservas petroleras con las de México.
“Les estamos poniendo una goliza monumental (al gobierno federal). Traen a gentes que no saben, a expertos de encargo. Ya me hablaron de México, nada menos que Sergio García Ramírez, exprocurador general de la República y expresidente del PRI, quien dijo que esto es absolutamente inconstitucional”.
El coordinador del FAP opinó que “Estados Unidos está haciendo presión sobre una pobre, ilegítima y corrupta clase dirigente mexicana para que se convierta en el esquirol del petróleo y bajen los precios.
“Se juntan el hambre con las ganas de comer, el hambre de petróleo de Estados Unidos y las ganas de comer de los Mouriño, los Bribiesca y algunos senadores y diputados que la historia señalará y que quieren meterse al ‘bisnes’”.
En conferencia de prensa previa al primer foro de Información y Debate sobre la Reforma Energética, efectuado este jueves por la tarde en Monterrey, el coordinador del FAP estuvo acompañado de los especialistas Javier Jiménez Espriú, Arturo Huerta González y Alfredo Jalife-Rahme.
Muñoz Ledo reiteró que es el gobierno estadunidense el que busca que México emprenda la reforma privatizadora para que los empresarios de ese país incursionen en el negocio del petróleo mexicano.
“En el último boletín del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, fechado hace cinco días, se dice que el gobierno norteamericano debe hacer toda la ‘presión amistosa’ para que México acepte la inversión extranjera y pueda haber flujo importante de capital y pueda subir por lo menos medio millón de barriles este año su suministro”.
Argumentó que el proceso de la reforma implica entregar a los particulares el proceso productivo de Pemex.
Se trata de “presión exterior, corrupción interna e inconstitucional. Pero el gobierno norteamericano –acotó-- no lo va a empujar (a Calderón) bastante para no tumbarlo”.
Pero no van a pasar, advirtió, porque el FAP no se los permitirá.
Por su parte, Jiménez Espriú, expresidente de la Academia de Ingeniería y subdirector comercial de Petróleos Mexicanos, cuestionó la repentina urgencia de Calderón por emprender la reforma energética, y aclaró que son falsos los reportes sobre una supuesta disminución de reservas del crudo.
Con ironía, abundó que “esta prisa por asociarse con empresas extranjeras para encontrar el tesoro en las profundidades del océano, no es más que abrir Pemex a la iniciativa privada. Todavía ayer el presidente dijo en un discurso que urge el planteamiento de la reforma, porque nos quedan 9.2 años de reservas de petróleo”.
El dato, precisó, es “una verdad a medias”, pues México tiene reservas probadas para 9.2 años al régimen de explotación actual, pero a esas cifras se deben sumar otros 10 años de reservas llamadas posibles, más otra década de reservas probables.
“La prisa para ir a las grandes profundidades no existe, y tenemos que darle el tiempo adecuado a esto para nosotros poder adquirir, comprar, negociar, desarrollar la tecnología que nos permita llegar. Ya estamos en las grandes profundidades, a más de mil metros, y sin compartir el petróleo como se pretende”, dijo.
Arturo Huerta González, catedrático de la UNAM, explicó que la prisa del gobierno federal por privatizar la explotación del petróleo se debe a problemas “en el sector externo” de la economía mexicana.
“México no tiene capacidad de exportación de productos agrícolas ni de manufactura, y menos considerando la recesión que enfrenta Estados Unidos”.
Observó que “la única ventaja comparativa que tiene es el petróleo, y parten del hecho de que Pemex no tiene la capacidad para aumentar la producción ni la capacidad de exportación, y que ahí puede entrar la inversión extranjera para potenciar a Pemex y potenciar la producción y explotación”.
Sostuvo que el gobierno federal plantea “que es un buen momento por el aumento de los precios internacionales del petróleo, pero esa alza potenciaría a Pemex para que con esos recursos ésta se desarrolle a sí misma sin necesidad del sector privado”.
En tanto Jalife-Rahme señaló que en el debate no ha sido considerada una cuestión de seguridad nacional, que es considerar el punto de vista de las Fuerzas Armadas, que deberían de expresar su opinión sobre la reforma energética.
“Me llama la atención que nadie de las Fuerzas Armadas, ni del Ejército, haya concurrido al debate. Sería conveniente escuchar cuál es el punto de vista de las Fuerzas Armadas, si están o no de acuerdo en una reforma energética”.
Señaló que aunque no se habla de privatización, 70% de los ingresos de la paraestatal se obtienen de la refinación, un área que buscan abrir en la reforma.
Calderón, alegó, se ha quedado fuera del contexto internacional, pues la tendencia mundial del petróleo es a la desprivatización. En el XI Foro Mundial de Energía en Roma, ejemplificó, se expresó que 95% de las reservas mundiales del petróleo se encuentran en manos de los Estados.
Consideró que “la derrota de Estados Unidos en Irak es nuestra gran tragedia, porque al no poder traer Estados Unidos el petróleo de allá, lo busca aquí. Nosotros somos los grandes perdedores de la guerra de Irak, de manera indirecta”.
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