Bucareli
Jacobo Zabludovsky
19 de mayo de 2008
Poder furtivo
Nada más lejos de mi intención que ejercer de clarividente. No es la función del periodista, dedicado a narrar y opinar sobre lo pasado y presente, adivinar el futuro. Deseo encontrar una causa lógica de síntomas aparentemente aislados pero de una simultaneidad tan precisa que lleva, por lo menos, a cierta inquietud.
Iniciaron los Foros de Debate Sobre la Reforma Energética con la participación de jefes de partidos políticos, funcionarios relacionados con el tema, expertos financieros, técnicos en la industria, líderes de opinión (ya que los de obreros están ausentes, no les interesa, no han dicho “esta boca es mía”), personajes de renombre y otros invitados especiales. Las sesiones de martes y jueves llenaron el patio de la Cámara de Senadores, tuvieron público en la transmisión en vivo realizada por el Canal del Congreso, amplia difusión en radio y espacio en las primeras planas y columnas editoriales de todos los periódicos del país.
El interés que el debate genera contraviene la intención original del autor de la iniciativa, base de la polémica, el presidente Felipe Calderón, de lograr que se aprobara en los escasos días restantes de abril. No entro en el escrutinio de cada opinión, insisto en que un acto irregular, la toma de tribunas legislativas, obligó a esta discusión pública que trató de evitarse y cuya necesidad vital está siendo demostrada. El poder furtivo avanzó sobre los poderes establecidos y fácticos, para imponer su voluntad.
Una campaña costosa, abrumadora y torpe trató de convencernos a millones de mexicanos de la urgencia de entregar el petróleo a las empresas privadas capaces de extraerlo, refinarlo, distribuirlo, venderlo y cobrarlo, a cambio de hacernos felices. Nunca antes toda la maquinaria de entubamiento de las ideas había sido tan monolítica. Y tan inútil.
La lección es doble. Para quienes confían en los medios masivos de comunicación, los electrónicos sobre todo, como herramienta infalible, es conveniente recomendarles leer (es broma) a Eca de Queiroz, para que no apuesten todas sus canicas a reliquias falsas.
Los otros, tan ardidos que hasta el jocoque les quema, reciben lo ocurrido desde abril como un estímulo. Los fortalece. Usan los machetes de Atenco como símbolo y enseñanza. Y en el fondo eso es bueno porque la democracia requiere de contrapesos que en México no existen. Un periódico, una revista, algunas columnas, uno o dos programas de radio, son respetables pero débiles opciones, voces bocabajeadas frente a la división panzer que mantiene una blitzkrieg permanente para lograr por la fuerza, y no por la discusión de las ideas, sus propósitos. La forma en que fue destruido el plan ranchero del tesoro redentor es una advertencia de lo que puede ocurrir si se subestima la inteligencia de eso que llamamos gente, si se cree que eso que llamamos pueblo es una bola de nixtamal dispuesta a ser tortilla cada vez que los medios se movilicen a la voz del floor manager.
Nota Completa en El Universal :
Jacobo Zabludovsky
19 de mayo de 2008
Poder furtivo
Nada más lejos de mi intención que ejercer de clarividente. No es la función del periodista, dedicado a narrar y opinar sobre lo pasado y presente, adivinar el futuro. Deseo encontrar una causa lógica de síntomas aparentemente aislados pero de una simultaneidad tan precisa que lleva, por lo menos, a cierta inquietud.
Iniciaron los Foros de Debate Sobre la Reforma Energética con la participación de jefes de partidos políticos, funcionarios relacionados con el tema, expertos financieros, técnicos en la industria, líderes de opinión (ya que los de obreros están ausentes, no les interesa, no han dicho “esta boca es mía”), personajes de renombre y otros invitados especiales. Las sesiones de martes y jueves llenaron el patio de la Cámara de Senadores, tuvieron público en la transmisión en vivo realizada por el Canal del Congreso, amplia difusión en radio y espacio en las primeras planas y columnas editoriales de todos los periódicos del país.
El interés que el debate genera contraviene la intención original del autor de la iniciativa, base de la polémica, el presidente Felipe Calderón, de lograr que se aprobara en los escasos días restantes de abril. No entro en el escrutinio de cada opinión, insisto en que un acto irregular, la toma de tribunas legislativas, obligó a esta discusión pública que trató de evitarse y cuya necesidad vital está siendo demostrada. El poder furtivo avanzó sobre los poderes establecidos y fácticos, para imponer su voluntad.
Una campaña costosa, abrumadora y torpe trató de convencernos a millones de mexicanos de la urgencia de entregar el petróleo a las empresas privadas capaces de extraerlo, refinarlo, distribuirlo, venderlo y cobrarlo, a cambio de hacernos felices. Nunca antes toda la maquinaria de entubamiento de las ideas había sido tan monolítica. Y tan inútil.
La lección es doble. Para quienes confían en los medios masivos de comunicación, los electrónicos sobre todo, como herramienta infalible, es conveniente recomendarles leer (es broma) a Eca de Queiroz, para que no apuesten todas sus canicas a reliquias falsas.
Los otros, tan ardidos que hasta el jocoque les quema, reciben lo ocurrido desde abril como un estímulo. Los fortalece. Usan los machetes de Atenco como símbolo y enseñanza. Y en el fondo eso es bueno porque la democracia requiere de contrapesos que en México no existen. Un periódico, una revista, algunas columnas, uno o dos programas de radio, son respetables pero débiles opciones, voces bocabajeadas frente a la división panzer que mantiene una blitzkrieg permanente para lograr por la fuerza, y no por la discusión de las ideas, sus propósitos. La forma en que fue destruido el plan ranchero del tesoro redentor es una advertencia de lo que puede ocurrir si se subestima la inteligencia de eso que llamamos gente, si se cree que eso que llamamos pueblo es una bola de nixtamal dispuesta a ser tortilla cada vez que los medios se movilicen a la voz del floor manager.
Nota Completa en El Universal :
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