17 ago 2007


Pide Ebrard dar la pelea para no reconocer a Calderón

Cota: la izquierda tiene que levantarse para ganar

No permitiremos que se condicionen los derechos de la ciudad a los humores de Los Pinos, dice el jefe de Gobierno


ROBERTO GARDUÑO, ALMA E. MUÑOZ
La Jornada

De cara a los congresistas del Partido de la Revolución Democrática (PRD), su presidente, Leonel Cota Montaño, dejó en claro que deben mantenerse como una ''oposición real'' frente al régimen de Estado, para no conceder la legitimidad a Felipe Calderón Hinojosa como presidente de la República.

En consonancia, Marcelo Ebrard Casaubon, jefe de Gobierno del Distrito Federal, pidió ''dar la pelea'' tal como, sostuvo, ha hecho desde que tomó protesta del cargo para no tomarse la foto con el panista.

Por nuestra parte, resaltó, ''no hemos permitido, ni lo vamos a permitir, que se condicionen los derechos de la ciudad de México a los humores de Los Pinos'', ni que se quiera ''subordinar a este gobierno -de izquierda- que se constituyó de manera libre y legítima''.

Cota Montaño inició los trabajos del décimo congreso nacional extraordinario del PRD con el llamado a consolidar este partido como una de las mayores fuerzas políticas de México, pero sin dejar de abanderar las causas sociales.

Por eso, dijo el ex gobernador de Baja California Sur, requerimos renovar la línea política, programas, estatutos y declaración de principios del partido, sin dejar de lado la autocrítica que sobre su conducta deben realizar las diversas corrientes que lo integran. Así, afirmó, adecuaremos el PRD a las nuevas condiciones de la competencia política.

Frente al poder, sostuvo Cota, la izquierda no puede mantenerse dócil porque ''esta actitud sólo ha beneficiado históricamente a los vividores de la política, a los traficantes de influencias y a los delincuentes de cuello blanco, pero nunca a la sociedad''.

La izquierda, reiteró, ''tiene que levantarse para ganar'', sin olvidar que tras ''el mayor fraude electoral cometido en la historia reciente, padecemos en consecuencia un gobierno corrupto e incompetente, vacío de resultados, cuya acción se sustenta en el espot como fuerza única de legitimidad''. Así que ''nadie puede plantear que simulemos por conveniencia o nos mostremos obsequiosos ante un poder que es adverso para la mayoría de los mexicanos''.

Nuestro reto, dijo el dirigente nacional perredista, es abrir nuevos espacios de interlocución con organizaciones sociales y políticas que no pertenecen al partido, y sin que haya intercambio de favores políticos. Desde la oposición, puntualizó, ''debemos tener capacidad para gobernar''.

Apoyo a la ''presidencia legítima'', línea de acción

Dejó entonces algunas propuestas para el debate, entre las que destacan: ''fortalecer la línea de coordinación y apoyo a la presidencia legítima, a la Convención Nacional Democrática, a la resistencia civil pacífica y a los movimientos populares en defensa del patrimonio nacional, especialmente del petróleo y la energía eléctrica''.

Además, promover la revocación de mandato en todos los ámbitos públicos, para retirar del cargo a gobernadores como Mario Marín Torres, en Puebla, y Ulises Ruiz Ortiz, en Oaxaca; fortalecer las alianzas electorales consolidando el Frente Amplio Progresista, y combatir a la derecha mexicana, ''representada por la alianza de facto que mantienen los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional''.

Marcelo Ebrard, en línea con su antecesor en la palabra, pidió a los congresistas dar la pelea al régimen panista. Nosotros, remarcó, ''venimos a este congreso con la frente en alto. No nos hemos dejado ni nos vamos a dejar. El Gobierno del Distrito Federal ha sabido y sabrá ser leal al mandato que recibió el 2 de julio de 2006. No olvidamos de dónde venimos y menos hacia dónde vamos'', sostuvo.

Sobre los trabajos del máximo órgano de decisiones del partido, señaló que hay grandes expectativas que ''sabemos habrán de cumplirse'', y le vamos a ''demostrar a la derecha'' que en el Distrito Federal ''gobernamos mejor'' porque somos mayoría, y respondemos al movimiento nacional con ''una filosofía de izquierda''.

Recordó que en la ciudad de México, entre 2000 y 2006, ''hubo una gestión responsable y eficaz; recibimos buenas finanzas, por eso no tenemos que andar mendigando''. Recibimos, insistió, ''un gobierno bien organizado y recibimos, sobre todo, autoridad moral y no la vamos a perder nunca''.

La línea política que, sugirió, habrá de seguir el PRD en los próximos meses y años debe sustentarse en la coherencia, la unidad, la capacidad de lucha y en que ''nunca olvidemos lo que ocurrió el 2 de julio, porque comprometemos, al olvidar el futuro, el futuro de la izquierda y de todos aquellos que creen en nosotros''.

Así que de este congreso, indicó Ebrard Casaubon, ''tendremos que salir fortalecidos, cohesionados para defender nuestro programa y nuestros gobiernos''. Se comprometió a seguir adelante con programas sociales, en sintonía con el apoyo que brindará a los estudiantes de bachillerato en escuelas públicas del Distrito Federal, a partir de octubre.

Ebrard fue recibido entre aplausos y reconocimientos de perredistas, a diferencia del gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo, quien apenas se detectó su presencia en el hotel capitalino donde discuten los congresistas fue víctima de expresiones de rechazo. ''¡Fuera, fuera, traidor, fuera, fuera!'', le gritaron a su paso rumbo al presidium.

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