5 ago 2007


Ciudad Mante, Tamps., 4 de agosto. Andrés Manuel López Obrador advirtió que se deslindará por completo de aquellos legisladores del Frente Amplio Amplio Progresista (FAP) que aprueben la reforma fiscal de Felipe Calderón, ya que avalar el cobro de más impuestos a las mayorías es "una traición" al pueblo de México.

"Nosotros no somos una izquierda legitimadora ni una izquierda alcahueta del régimen", recordó a los integrantes de PRD, PT y Convergencia, y reiteró el llamado que desde un día antes formuló a los diputados y senadores del FAP.

Anoche, entre aplausos de más de 3 mil campesinos y ejidatarios reunidos en la plaza principal, pidió a los legisladores "ponerse del lado del pueblo, no de las mafias", y dejar claro que son distintos al PRI y al PAN, que siempre se ponen de acuerdo en asuntos que lesionan la economía popular y perjudican a los mexicanos.

Sostuvo que no se trata de una amenaza a los legisladores, y que su insistencia en exhortarlos a que no voten el proyecto fiscal de Calderón tiene que ver con su responsabilidad como dirigente del principal movimiento ciudadano del país.

"No queremos diputados y senadores levantamanos" en el Congreso; "no queremos legisladores paleros; nosotros estamos para defender al pueblo", recalcó entre gritos de respaldo de un nutrido auditorio, que lo recibió con el grito de "presidente, presidente".

"Lo dije anoche en Ciudad Victoria y lo repito ahora, el diputado o senador que levante la mano para aprobar más impuestos, ¡que se olvide, porque ni el saludo le voy a dar, hasta ahí llegamos!"

En entrevista posterior, rechazó que haya una confrontación con los grupos parlamentarios de los tres partidos que apoyaron su candidatura: "yo estoy defendiendo una postura que siempre he sostenido, no es nada nuevo". Adelantó que hará llegar una carta a cada uno de los diputados y senadores del FAP, en la que les dirá de manera clara que se deslindará de todo aquel que apruebe la reforma fiscal de Calderón.

No soltó el tema, lo inició en Llera y regresó a él en los otros municipios de la sierra de Tamaulipas que ayer visitó: Gómez Farías, Xicoténcatl, Ocampo y Ciudad Mante, donde concluyó por la noche su tercer día de recorridos por la entidad norteña.

En su calidad de "presidente legítimo" de México expresó ante sus seguidores coraje por la complicidad de los medios masivos de comunicación, que han ocultado lo que en realidad encierra el proyecto supuestamente hacendario "del gobierno usurpador", que es cobrar más impuestos a trabajadores y sectores productivos, e incluso crear nuevos gravámenes, como el que se quiere aplicar al diesel y las gasolinas.

Ello no se puede permitir, porque la carestía que ya se padece se disparará al elevarse el precio de los energéticos, insistió, y expuso varias razones por las que los diputados y senadores del FAP deben rechazar que se convoque a un periodo extraordinario de sesiones -como ya acordaron PRI y PAN- en el que se pretende aprobar de manera acelerada la reforma fiscal.

"No se puede aprobar que se eleven los impuestos mientras haya tanto derroche en la alta burocracia, mientras se mantienen los privilegios a los especuladores financieros", indicó.
López Obrador sacó a relucir la venta de Banamex al City Group, en la que el banquero Roberto Hernández no pagó los más de 3 mil millones de pesos de impuestos que correspondían a las arcas federales, porque la operación con el banco estadunidense la hizo mediante la bolsa de valores.

Aseguró que se reunirá el lunes con los coordinadores de PRD, PT y Convergencia en ambas cámaras del Congreso para tratar directamente ese tema.
La esposa del priísta

La de ayer fue una jornada muy satisfactoria para el "presidente legítimo", ya que se rencontró con la base dura de su movimiento en la entidad, con muchos de los que permanecieron con él en el plantón que llevó a cabo en el Zócalo luego del fraude del 2006 y tuvo además adhesiones sorprendentes.

Desde el quiosco de la plaza central del municipio de Ocampo, que sirvió como templete, pudo contemplar "majestuosas ceibas" como las de Tabasco, acompañado por María de la Luz Ramos, fundadora del PRD en el municipio, y quien se fue a vivir más de dos meses al Distrito Federal para participar en el movimiento de resistencia que exigió el voto por voto y casilla por casilla.

En ese vergel, López Obrador se tomó la foto con decenas de mujeres de todas las edades, y una de las más insistentes y emocionadas en verlo de cerca fue Dinora Rodríguez, la esposa del alcalde priísta de ese municipio, José Rubén León Montalvo.

Las demás señoras no se sorprendieron de que accionara una y otra vez su cámara para tomar la imagen de López Obrador. "Aquí casi todos votamos por él", respondió otra de las vecinas.
El tabasqueño estuvo también en la entrada a la Reserva Natural del Cielo, que abarca varios municipios. Llegó a Gómez Farías para cargar a "su tocayo", el pequeño Andrés Manuel, de nueve meses y de apellido Jiménez Castro. El bebé nació también en aquellos meses cuando la gente luchó contra el fraude electoral del 2 de julio.

Aunque estaba en el cielo, se enfrentó a hechos muy terrenales, a las denuncias de representantes de los 13 ejidos y 36 rancherías que conforman esa reserva natural sobre el abandono gubernamental que padecen. Viven exclusivamente del turismo ecológico, sin mayores apoyos y sin autoridades, ya que el presidente municipal, Ernesto Saavedra, ni siquiera reside en la localidad y asiste de vez en cuando a la alcaldía.

Viven en el paraíso, pero el único centro de salud está cerrado, Una anciana, dueña de la tienda La Flor de Hidalgo, en la plaza principal, no daba crédito a la presencia de López Obrador. "Aquí ni el gobernador ha venido nunca", dijo.

Quizá por ello López Obrador sentenció que seguirá en su recorrido de pueblo en pueblo, aun por los municipios más alejados, sobre todo en el norte, donde la carencia de organización permitió que los panistas hicieran el fraude en 2006.

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