8 ago 2007

“Nacos apestosos, rufianes, desquiciados”, algunas de las “aportaciones” al organismo

LA CDHDF atendió criterios racistas en su exhorto por el plantón de 2006La CDHDF

La dependencia recibió 904 quejas, de las cuales admitió 185

Otros clamaban usar la fuerza

AGUSTIN SALGADO

NOTA ORIGINAL :

Para elaborar su recomendación en contra de las autoridades del Distrito Federal, por el plantón en Paseo de la Reforma tras los comicios de julio de 2006, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) tomó en cuenta un buen número de “aportaciones” racistas y discriminatorias que recibió de los peticionarios.

La tarde del 17 de agosto de ese año, Carmen Lorena Texis Camacho, visitadora adjunta de la CDHDF, levantó un acta circunstanciada por vía telefónica. La quejosa, cuyo nombre se mantiene en reserva por ley, relató al organismo que desde el domingo 30 de julio, el corredor Reforma-Zócalo estaba ocupado por unos “nacos apestosos”, los cuales, afirmó, dejarían la vialidad “con olor a patas”.

Semanas después, y a unas cuantas horas de que se levantará el plantón de la llamada resistencia civil pacífica, una de las direcciones electrónicas del organismo presidido por Emilio Alvarez Icaza recibió copia de un mensaje dirigido a su homólogo nacional, José Luis Soberanes, que era la transcripción de un libelo titulado: “No permitas que te roben la vida”.

El escrito establecía: “¿Qué hacemos cuando un patán como el Peje y sus compinches como Encinas, Cota, Batres y demás zánganos nos han robado nuestra vida?

“¿Dónde está el trato justo por parte de los servidores públicos, cuando nos tiene sitiados por puros muertos de hambre? Ya que estará de acuerdo que esos (los manifestantes) no son pobres, son pelafustanes, mafiosos y ladrones que subsisten a la sombra de la ilegalidad”.

A la postre las denuncias referidas derivaron en la recomendación 16/2006, por la presunta violación por parte de las autoridades capitalinas al derecho a la seguridad jurídica.

Al obtener por medio de la Ley de Transparencia copia simple de las 904 quejas presentadas, de las cuales fueron admitidas 185, se constata el contenido racial y discriminatorio de las denuncias, situación que fue advertida a principios de septiembre de 2006 por el ombudsman capitalino: “Una parte significativa de las quejas recibidas tienen un alto contenido racial y discriminatorio. Se refieren despectivamente a quienes están en el plantón (...) y esto nos preocupa”.

Gente arrastrada, rufianes, ciudadanos desquiciados, personas cerradas de la mente, gente con bajo criterio político, vándalos, provocadores, ignorantes, lacras de la sociedad, parásitos, bárbaros y holgazanes, son parte de los oprobios utilizados por “una parte significativa” de los peticionarios a la CDHDF.

“Estoy muy molesto. El tal Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores (¿o pagados?) cierran una avenida sin importarles lo que suframos los demás. Sería bueno entonces que paguen la tenencia de mi auto para que tengan el mismo derecho de uso de calle. Creo que lo mejor sería que hicieran algo de provecho como trabajar en lugar de hacer fritangas para aumentar su ya deplorable figura”, es el contenido de “una suplencia de queja a través de formato” electrónico que la CDHDF recibió el 7 de agosto.

Si bien existen quejas que reconocen “el derecho de los otros a manifestarse” y buena parte no pretende convertir la injuria en argumento, en ninguna de las 904 quejas se reconoce que el derecho al tránsito peatonal no fue violentado.

“No es posible que cualquiera pueda obstaculizar calles sólo porque no está conforme con algo que está tan claro. Estamos pagando gente responsable por unos flojos acarreados que no tienen más expectativas que dormir en la calle, dejándose llevar por un don nadie”, reza una denuncia recibida el 10 de agosto.

Cuatro días después, la CDHDF recibió otro correo electrónico en el que el peticionario escribió: “México. Los derechos de todos los mexicanos se violan con los plantones que hace injustificadamente la gente del PRD. Empleos se pierden a diario y la imagen de nuestro México se deteriora por esa ‘gente’, si así se le puede llamar”.

Varias de las “aportaciones” exigieron el desalojo mediante la fuerza pública. Muchas repitieron las acusaciones vertidas por los integrantes del Partido Acción Nacional durante la campaña electoral, como “el ser un peligro para México”, “ser renegados” e ir “en contra de las instituciones”, e incluso el 2 de agosto, un peticionario exigió 350 mil pesos como “compensación” por “los daños y prejuicios” que afirmó padecer.

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