15 oct 2006

DE REVERSA

De reversa


Si un historiador quiere enterarse de una evaluación hecha en Los Pinos sobre el desempeño del propio gobierno foxista, tendrá que esperar, por lo menos, hasta el año 2009. Ese archivo está clasificado como reservado, destaca Proceso en su número 1563.

En caso de que algún académico esté interesado en estudiar cómo pulsó Vicente Fox la reacción de la ciudadanía ante situaciones coyunturales, deberá aguardar hasta el 2010.

Y si un periodista o cualquier mexicano pretendiese analizar alguna de las 495 “encuestas de opinión� operadas desde el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), no podrán hacerlo sino a partir del 2018.

De esta forma, el gobierno que utilizó la transparencia y la rendición de cuentas como cartas de presentación –dentro y fuera del país-- dejará a su sucesor, Felipe Calderón, un legado de 5 millones 147 mil 293 archivos ocultos. Conforme se acerca el fin del sexenio, los funcionarios se apresuran a “proteger� de esa manera miles de expedientes y, peor aún, buscan ampararse cuando reciben del IFAI la orden de abrirlos. Solamente en la Presidencia se ha echado tierra sobre 209 casos relativos a evaluaciones del desempeño gubernamental y encuestas de opinión sobre el foxismo, e incluso podrían estar relacionados con malos manejos de fondos, expone Proceso este domingo 15 de octubre.

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