CORRUPCIÓN, NEPOTISMO Y REPRESIÓN EN EL NOMBRE DE DIOS

Religión y política

Por: Teodoro Rentería Arróyave

La incongruencia es manifiesta cuando para resolver el grave problema social de la tierra del patricio Benito Juárez se involucran, se conjugan, se ubican en comunión en religión y la política, las creencias y el posible uso de la fuerza pública. El secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, no supo o no pudo esquivar el golpe que le envío el legislador perredista Othón Cuevas Córdoba y se reventó la frase del año ante el pleno de la Cámara de Diputados al decir textual que: “en nombre de Dios no haremos absolutamente ninguna represión en Oaxaca�. Si no cumplen con lo dicho el alto funcionario creyente habrá fracasado en lo político y en lo social y, también habrá jurado en vano en nombre de Dios.

Cuando la religión se inmiscuye en la política estamos recurriendo a actitudes totalitarias y a las acciones de una iglesia caduca, que los mexicanos considerábamos superada desde el republicanismo que nos heredara el señor Juárez desde el siglo XIX, afirmó en sesión comida de trabajo con el Club Primera Plana el ex diputado, jurisconsulto y académico maestro Jesús González Schmall.

La situación del país que nos deja el actual gobierno de Vicente Fox que cuando menos se volvió contradictoria y de retroceso por la corrupción y la frivolidad de la pareja presidencial nos coloca ante la disyuntiva de que el oficialmente presidente electo, Felipe Calderón Hinojosa, se decida por revertir estos excesos y abusos del poder para legitimar su mandato; sin embargo, González Schmall sin demérito de su optimismo le otorga al michoacano apenas un porcentaje del 10 por ciento contra 90 de que se diera ese cambio que el pueblo mexicano demanda firmemente.

En forma sucinta, pero a la vez profunda, se refirió a las tres grandes corruptelas que desde su perspectiva ensombrecen el panorama nacional: el enriquecimiento brutal a través del tráfico de influencias de los hermanos Bribriesca Sahagún; los contratos millonarios para favorecer a familiares por parte del ex director de Pemex Refinación, Juan Bueno Torio, y el fraude del siglo que constituye el Instituto de Protección al Ahorro Bancario IPAB, en el que mucho tuvo que ver cuando diputado Felipe Calderón Hinojosa.

Y también en ese mismo asunto los arreglos que existieron en su momento entre los diputados de esa hora triste para el país, entre los entonces diputados Juan de Dios Castro, del Partido Acción Nacional, la maestra Elba Esther Gordillo, del Revolucionario Institucional y el titular en aquel momento de la secretaria de Gobernación, Santiago Creel Miranda, para que por medio de un arreglo cupular al tiempo que se dejaba de castigar a los responsables del llamado Pemexgate se cancelaba la investigación sobre Los Amigos de Fox, que hubiera hecho perder a Acción Nacional su registro como partido político.

Fueron muchos los temas tratados en esta reunión con este grupo selecto de periodistas profesionales pero es de gran importancia resaltar la disposición de Jesús González Schmall para asesorar los trabajos y la alta encomienda de las sendas Comisiones para la Atención de Atentados a Periodistas y Medios, que estamos seguros se formarán, de acuerdo a la disposición de un grupo de legisladores tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República.

Es de recordarse la valentía y la disposición demostrada por los miembros del Grupo parlamentario Plural de la Cámara Baja, en la cual actuaron como presidenta y secretario general la perredista, Beatriz Mójica Morga y el propio González Schmall respectivamente, Grupo de Trabajo que representara siempre el antecedente fundamental de la defensa de lo periodistas y sus medios y que en colaboración con los comunicadores se lograra la creación de la Fiscalía Especial para la Atención a Atentados a Periodistas y que preside el doctor David Vega Vera.

Una reunión republicana en la que quedó de manifiesto que la religión y las creencias nunca se deben de inmiscuir en la política y en la cosa pública y tampoco que la política y la cosa pública se inmiscuyan en la religión y en las creencias. De ahí, que González Schmall considere que el conflicto de Oaxaca y el Frente Amplio Democrático serán decisorios en la vida de la nación.