8 abr 2012



PAN: el equipo que no lo es

Álvaro Delgado
7 de abril de 2012


Vázquez Mota en Tres Marías.
Foto: Octavio Gómez


La campaña de la panista Josefina Vázquez Mota empezó con el pie izquierdo. Su equipo de apoyo se cuartea. Sus tropiezos son cosa de todos los días: van de su casi desvanecimiento en Baja California al repudio que generó en Tres Marías, Morelos, cuando fue corrida de un restaurante y vapuleada en un puesto de quesadillas. Tanta es la confusión que incluso debió cancelar la etapa veracruzana de su gira.

La imagen es inquietante: Josefina Vázquez Mota, pálida y temblorosa, está a punto literalmente de derrumbarse ante las miradas atónitas de sus anfitriones y colaboradores. Ese momento dramático de la candidata del Partido Acción Nacional (PAN) marcó ya la campaña que antes y después de ese episodio el pasado lunes 2 –apenas en el cuarto día de iniciada–, ha padecido un desgobierno en su equipo a tal punto que hasta ella anticipó cambios para afrontar la crisis.

“Todo es un caos”, resume un miembro del equipo de Vázquez Mota luego de seis días de desarticulación en todas las líneas estratégicas de la campaña –giras, logística, avanzada, discurso, propaganda, imagen– coronados el Jueves Santo por su insólita retirada del restaurante El Sinaí, en Tres Marías, Morelos, en medio del repudio de clientes y comerciantes.

A la anarquía y los pleitos en su equipo –que arrastra desde la precampaña y que exhibió en su toma de protesta en el estadio Azul el 11 de marzo, con las gradas vacías– se suman la lejanía del PAN, los conflictos internos en varias entidades y su propio estado de salud, sobre el que hay versiones varias y difusas.

La propia Vázquez Mota atribuyó el vahído a una gripe y luego a la fatiga, pero posteriormente la diputada poblana Valentina Díaz de Rivera, una de sus múltiples portavoces, reveló que padecía presión baja, lo que ella confirmó.

“Es mejor una presión baja que una alta”, aclaró al reportero, el miércoles 4, en una breve charla en Puerto Nuevo, Baja California. “Con presión alta hay pérdida de memoria y con presión baja te puede dar hipoglucemia. Yo vengo de una familia diabética”.

–Estuvo a punto del desmayo…

–¿Sabes qué pasa? Que se me bajó un poquito la presión. Nunca me había bajado tanto. A cualquiera le puede pasar esto cualquier día, ¿no? Siempre he sido de presión baja, pero aprendes a vivir con eso. El problema es cuando se te baja más, ¿no?

(Extracto del reportaje que se publica esta semana en la revista Proceso 1849, ya en circulación)





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