Rapiña gubernamental
Escrito por Rami Schwartz
Así como “verbo mata carita”, “gobierno ineficiente mata política anticíclica”,”gobierno obeso mata empresas sanas” y “gobierno irresponsable mata economía”. Lo dicho: siguen cayendo las piezas del dominó y ante derrumbe de los ingresos públicos y la negativa del gobierno de hacerse una reingeniería que reduzca su tamaño y aumente su eficiencia, el gobierno inútil, incapaz, ineficiente e impotente de Calderón, opta por lo más fácil (para ellos), aumentar los precios de los energéticos y con ello dar la puntilla a la economía.
La semana pasada el gobierno ya se recetó aumentos en cuotas de autopista de 3.8 por ciento, lo cual además es una idiotez porque ahora, por ejemplo, la caseta de Cuernavaca, que antes costaba 80 pesos, ahora va a costar 84; es decir, lo que se gana en dinero se pierde en eficiencia al tener los cobradores que andar contando pesitos y centavos. Las colas en las casetas, que ya son eternas y pueden hacer que un recorrido de Cuernavaca a México se alargue de 60 minutos a cuatro horas, se van a extender.
Y, por supuesto, todos aquellos productos que se transportan por carreteras de paga verán reflejado este aumento a menos que los empresarios decidan no repercutirlo y disminuir sus utilidades o incrementar sus pérdidas. Al golpear al transporte, el gobierno decide golpear el precio de todos los satisfactores básicos en especial alimentos y pasajes.
Decidió también incrementar las tarifas de luz en 4.6 por ciento para el consumo doméstico y 13.3 por ciento a los negocios. Esto representa un golpe brutal a dos sectores principalmente: a los habitantes de la zona fronteriza y los estados del norte del país, los más golpeados por la crisis, el desempleo y el cierre de empresas. Con esos calorones superiores a los 46 grados o los frentes fríos que les caen en invierno, los hogares de estos estados van a ver incrementar fuertemente sus recibos de luz.
Por otro lado, tremendo golpazo a los costos de las empresas, sobre todo la industria manufacturera, por mucho la más golpeada por la crisis. La industria manufacturera lleva 22 meses consecutivos reduciendo su personal ocupado, 29 meses seguidos despidiendo empleados de confianza y 18 reduciendo su número de obreros. Seguramente un incremento de 13.3 por ciento en electricidad y 3.8 por ciento en peajes va a contribuir a que este sector manufacturero industrial mantenga su tendencia a desaparecer.
Y ya se cocina un aumento en gasolinas, en cobros de derechos como uso del espacio aéreo y aeropuertos. Ya se cocinan aumentos en todos los documentos que expide el gobierno como licencias, pasaportes y demás y claro, los gobiernos locales van a hacer lo propio aumentando prediales, tarifas de uso de agua, basura y demás servicios. Ya mataron a la gallina de los huevos de oro, ahora pasan a la etapa de canibalizar sus restos, que es lo único que han demostrado que saben, rapiña.
Atrás quedaron los buenos deseos de Calderón de hacer un gobierno “más cercano a la gente”, atrás quedaron los reclamos a sectores de la sociedad por no jugar en equipo, atrás quedaron programas anti-cíclicos, programas de combate a la pobreza y demás. Lo de hoy es sobrevolar los cadáveres de empresas y empresarios, hogares y familias y cual buitres, ir por la carroña. Hoy se ve quién es el causante de la crisis, de la discordia entre los mexicanos, quién no ha dejado de actuar de mala fe, quién es el culpable que México sea hoy, el país con peor karma en el mundo. Es el gobierno de la República hoy encabezado por Calderón.
Para poder escribir la historia, hay que ser ganador pues son los ganadores quienes la escriben. Calderón y su gobierno ya no ganaron, al contrario, perdieron en grande y junto con ellos todo el país. No van, por ende, a poder escribir una sola línea en los libros. Impotentes, inermes, van a ser testigos, como lo fue Fox, de cómo la historia los pone en su lugar y este es junto a los incompetentes. Incompetencia que ha costado al país carísimo, y por lo visto, quieren seguir aumentando el costo. Por lo pronto comienzan con las carreteras, las gasolinas, la electricidad… su talento no da para nada más que para la rapiña…
Así como “verbo mata carita”, “gobierno ineficiente mata política anticíclica”,”gobierno obeso mata empresas sanas” y “gobierno irresponsable mata economía”. Lo dicho: siguen cayendo las piezas del dominó y ante derrumbe de los ingresos públicos y la negativa del gobierno de hacerse una reingeniería que reduzca su tamaño y aumente su eficiencia, el gobierno inútil, incapaz, ineficiente e impotente de Calderón, opta por lo más fácil (para ellos), aumentar los precios de los energéticos y con ello dar la puntilla a la economía.
La semana pasada el gobierno ya se recetó aumentos en cuotas de autopista de 3.8 por ciento, lo cual además es una idiotez porque ahora, por ejemplo, la caseta de Cuernavaca, que antes costaba 80 pesos, ahora va a costar 84; es decir, lo que se gana en dinero se pierde en eficiencia al tener los cobradores que andar contando pesitos y centavos. Las colas en las casetas, que ya son eternas y pueden hacer que un recorrido de Cuernavaca a México se alargue de 60 minutos a cuatro horas, se van a extender.
Y, por supuesto, todos aquellos productos que se transportan por carreteras de paga verán reflejado este aumento a menos que los empresarios decidan no repercutirlo y disminuir sus utilidades o incrementar sus pérdidas. Al golpear al transporte, el gobierno decide golpear el precio de todos los satisfactores básicos en especial alimentos y pasajes.
Decidió también incrementar las tarifas de luz en 4.6 por ciento para el consumo doméstico y 13.3 por ciento a los negocios. Esto representa un golpe brutal a dos sectores principalmente: a los habitantes de la zona fronteriza y los estados del norte del país, los más golpeados por la crisis, el desempleo y el cierre de empresas. Con esos calorones superiores a los 46 grados o los frentes fríos que les caen en invierno, los hogares de estos estados van a ver incrementar fuertemente sus recibos de luz.
Por otro lado, tremendo golpazo a los costos de las empresas, sobre todo la industria manufacturera, por mucho la más golpeada por la crisis. La industria manufacturera lleva 22 meses consecutivos reduciendo su personal ocupado, 29 meses seguidos despidiendo empleados de confianza y 18 reduciendo su número de obreros. Seguramente un incremento de 13.3 por ciento en electricidad y 3.8 por ciento en peajes va a contribuir a que este sector manufacturero industrial mantenga su tendencia a desaparecer.
Y ya se cocina un aumento en gasolinas, en cobros de derechos como uso del espacio aéreo y aeropuertos. Ya se cocinan aumentos en todos los documentos que expide el gobierno como licencias, pasaportes y demás y claro, los gobiernos locales van a hacer lo propio aumentando prediales, tarifas de uso de agua, basura y demás servicios. Ya mataron a la gallina de los huevos de oro, ahora pasan a la etapa de canibalizar sus restos, que es lo único que han demostrado que saben, rapiña.
Atrás quedaron los buenos deseos de Calderón de hacer un gobierno “más cercano a la gente”, atrás quedaron los reclamos a sectores de la sociedad por no jugar en equipo, atrás quedaron programas anti-cíclicos, programas de combate a la pobreza y demás. Lo de hoy es sobrevolar los cadáveres de empresas y empresarios, hogares y familias y cual buitres, ir por la carroña. Hoy se ve quién es el causante de la crisis, de la discordia entre los mexicanos, quién no ha dejado de actuar de mala fe, quién es el culpable que México sea hoy, el país con peor karma en el mundo. Es el gobierno de la República hoy encabezado por Calderón.
Para poder escribir la historia, hay que ser ganador pues son los ganadores quienes la escriben. Calderón y su gobierno ya no ganaron, al contrario, perdieron en grande y junto con ellos todo el país. No van, por ende, a poder escribir una sola línea en los libros. Impotentes, inermes, van a ser testigos, como lo fue Fox, de cómo la historia los pone en su lugar y este es junto a los incompetentes. Incompetencia que ha costado al país carísimo, y por lo visto, quieren seguir aumentando el costo. Por lo pronto comienzan con las carreteras, las gasolinas, la electricidad… su talento no da para nada más que para la rapiña…
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