14 jul 2007

EL REPUDIO POR EL PELELE NO CESA , YA HASTA LOS MEDIOS HAN TENIDO QUE RECTIFICAR ANTE LO EVIDENTE Y LE HAN SUBIDO 10 PUNTOS A SUS ENCUESTAS PARA QUE SEAN MAS CREIBLES ; POR LO MENOS YA RECONOCEN QUE EL DESPRECIO AL USURPADOR ESTA PRESENTE EN EL 40 % DE LOS MEXICANOS , MISMOS QUE ASEGURAN QUE HUBO FRAUDE EN LAS ELECCIONES PASADAS .

ENTRE ABUCHEOS PRESENTA CALDERÒN PLAN CULTURAL


Cancela timbre alusivo a la ciudad maya de Chichén Itzá

ANGELES CRUZ MARTINEZ


Enterados de que el presidente Felipe Calderón estaría en el Palacio Postal, una veintena de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador llegaron al lugar para gritar viejas y nuevas consignas de rechazo al mandatario.

Ayer fue una jornada distinta, porque se evitaron los excesivos dispositivos de seguridad que acompañan al mandatario y entorpecen la circulación de las personas, mientras que el despliegue del Estado Mayor Presidencial se limitó al interior del edificio de Correos, por lo que los manifestantes pudieron hacerse escuchar.

Tampoco hubo críticas del Ejecutivo al Gobierno del Distrito Federal (GDF), pero el tránsito en el Centro Histórico provocó que el mandatario llegara con un retraso de 10 minutos a la ceremonia en que canceló un timbre postal de Chichén Itzá.

El Palacio Postal permaneció cerrado durante el acto, pero los manifestantes lograron llegar hasta una puerta de acceso vehicular, sobre Eje Central Lázaro Cárdenas, donde colgaron una manta con la leyenda: "¿Por qué llevaron el dinero de Zhenli Ye Gon a Estados Unidos? ¿Quién lo autorizó? Fecal... el zorrillo no se huele el fundillo. Si nada se debe ¿de qué se teme?"

Más tarde la cambiaron por otra con la imagen de López Obrador, pero las consignas no amainaron: "Felipe Calderón es un vulgar ladrón", "No es el presidente, el pinche pelón de lentes" y la conocida:"es un honor estar con Obrador".

Así trancurrió la media hora anterior a la llegada del Presidente. En ese periodo hicieron acto de presencia elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina asignados a la zona del Centro Histórico. Ya en el acto, desde el interior del inmueble era posible escuchar las consignas y la fiesta de los manifestantes, amenizada con trompetas y tambores.

No obstante, Calderón se mostraba contento; reía con su esposa y con el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, y se daba tiempo para intercambiar comentarios con sus colaboradores, pero las consignas de rechazo no pararon

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