30 jul 2009


El PRD en el manifiesto de AMLO


Por Federico Arreola
30 de Julio, 2009 - 06:34
Esta es una actualización de mi columna titulada "Obama y Buganza... y Dante".

Son las siete de la mañana del jueves 30 de julio y he leído en La Jornada que López Obrador dio a conocer anoche un manifiesto a la nación. Reproduzco lo más importante del documento redactado por el presidente legítimo de México.

México atraviesa por una de las crisis más severas de su historia reciente. Es algo más profundo que una simple recaída económica. Se trata de un proceso de degradación progresiva que afecta a todos los órdenes de la vida pública y de la convivencia social.

Esta decadencia ha sido ocasionada por un grupo minoritario que ha venido imponiendo una política de pillaje.

La actual oligarquía se conformó desde el gobierno de Carlos Salinas cuando un puñado de traficantes de influencias, inició, al amparo del poder público, el despojo de bienes de la nación y del pueblo, con el engaño de una supuesta modernización del país.

Este grupo de potentados, con el paso del tiempo, fue adquiriendo poder político hasta situarse por encima de las instituciones constitucionales. En los hechos, ellos son los que verdaderamente mandan en el país. Deciden sobre cuestiones fundamentales en la Cámara de Diputados y en el Senado, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el Instituto y en el Tribunal Electoral, en la Procuraduría General de la República, en la Secretaría de Hacienda y en los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional. Además, poseen o controlan la mayor parte de los medios de comunicación del país.

(Aquí me interesa comentar que es verdad lo afirmado por AMLO: unos pocos potentados controlan todo en México, incluyendo a los principales partidos políticos. Andrés Manuel lo dice con claridad, pero olvidó agregar al PRD en la lista. López Obrador solo menciona al PRI y al PAN entre los partidos al servicio de la oligarquía. Debió haber metido en el paquete al PRD dominado por los chuchos, que en las elecciones de 2009 fue financiado por el gobierno federal y por los grandes empresarios convencidos de que Jesús Oretga, Carlos Navarrete, Graco Ramírez, etcétera, iban a destruir al Peje. Entiendo la prudencia política de Andrés Manuel: no quiere intervenir en el proceso de reestructuración de la dirigencia del PRD, que podría concluir con la caída de los chuchos. Pero lo justo (con el PT, con Convergencia y con los partidarios del gobierno legítimo que están hartos del PRD chucho) habría sido incluir al PRD dirigido por Jesús Ortega en la mafia política. Sigo citando el manifiesto de AMLO).

Es innegable que en los últimos 25 años unos cuantos mexicanos acumularon riquezas, como no ha sucedido en ninguna otra parte del mundo, pero en contraste, México es uno de los países con mayor desigualdad económica y social en todo el planeta. La riqueza de unos pocos se ha edificado con la miseria de otros muchos y éste es el origen de los males que aquejan y atormentan a la nación.

Nuestra visión de la realidad no es compartida por los culpables de la tragedia nacional y sus secuaces... ante el desastre que han causado maniobran tenazmente para continuar engañando y confundiendo... sus voceros, con análisis superficiales y simplistas, atribuyen la crisis a factores externos, a la falta de culminación de las llamadas reformas estructurales o a las fallas de los políticos. Inclusive, está de moda que los otrora defensores de Calderón, hoy achaquen la debacle a su ineptitud y a la inexperiencia de los gobiernos del PAN.

Nosotros vemos las cosas de otra manera... la crisis se agravó cuando la oligarquía decidió imponer a Felipe Calderón para impedir un verdadero cambio.

Es difícil gobernar luego de un fraude electoral, sin legitimidad ni autoridad moral y política... Desde su origen, el gobierno espurio estaba condenado al fracaso.

Pero no nos confundamos, la caída de Calderón después del 5 de julio, no significa que los que realmente mandan y deciden en el país hayan perdido fuerza... estamos siendo testigos de la restauración del mismo régimen, una operación que antes se llevaba a cabo al final de cada sexenio y que ahora, por la descomposición social y la falta de decisión para enfrentar los problemas, se tiene que efectuar cuando el gobierno de Calderón ni siquiera ha cumplido tres años.

La oligarquía impulsó o cuando menos permitió que, con dinero a raudales y con el apoyo de los medios de comunicación, resurgiera el PRI y con éste progresara la intentona de imponer a Enrique Peña Nieto como candidato a la Presidencia de la República en 2012, para seguir manteniendo la misma política de corrupción y privilegios.

Los potentados no están dispuestos a permitir ningún cambio que ayude realmente a enfrentar la crisis económica... En su estrategia seguirán protegiendo a los monopolios, utilizando el presupuesto público y las reservas internacionales del Banco de México para rescatar y favorecer a banqueros y a grandes empresarios... en la próxima legislatura, en vez de reformar las leyes fiscales para que los potentados paguen impuestos en proporción a sus ganancias, tratarán de cobrar IVA por la comida y los medicamentos, y harán todo lo posible para recaudar más, aumentando el precio de las gasolinas, de la luz y de otros bienes y servicios.... antes de cancelar los privilegios de la alta burocracia, estarán a favor de recortar el gasto destinado a programas sociales.

Lo más grave es que no se hará absolutamente nada para detener la descomposición social que ha llevado a la inseguridad y a la violencia. Nunca aceptarán que a millones de mexicanos, en particular a los jóvenes, se les ha cancelado el futuro pues no tienen oportunidades de trabajo ni de estudios y sólo les han dejado el camino de la migración o de las conductas antisociales. Van a seguir queriendo resolver este problema eminentemente social con medidas coercitivas, sin tomar en cuenta que la paz y la tranquilidad son fruto de la justicia.

No vemos en el corto plazo ninguna posibilidad de que las cosas mejoren en beneficio de las mayorías. Todo indica que persistirá la degradación del país... la única alternativa que se tiene es seguir luchando hasta derrotar a la oligarquía en el terreno político, de manera pacífica, para hacer valer la democracia.

Los integrantes de nuestro movimiento y todos aquellos ciudadanos conscientes... debemos cumplir de acuerdo con nuestras posibilidades las siguientes tareas:

1. Trabajar en la organización del pueblo... si no hay un cambio profundo no se puede enfrentar la decadencia... esta transformación sólo podrá darse de abajo hacia arriba... sólo el pueblo puede salvar al pueblo. Sin la voluntad y la decisión de la gente no se puede enfrentar a la oligarquía que posee inmensas riquezas y controla los medios de comunicación.

2. Es indispensable continuar sumando a más representantes del gobierno legítimo, a partir de consolidar los comités municipales y crear nuevos comités en barrios, colonias, unidades habitacionales, pueblos y comunidades del país.

3. Es fundamental seguir creando redes alternativas de información para romper el bloqueo, resistir el embate de nuestros adversarios y contrarrestar la manipulación de los medios de comunicación. Debe tenerse muy presente que el principal instrumento de dominación que tiene la oligarquía es el control que ejerce a través de la televisión, la radio y la mayor parte de la prensa escrita.

4. Detener, con la denuncia y la movilización ciudadana, todo aquello que signifique nuevos retrocesos, en particular, no permitir el cobro del IVA en medicinas y alimentos; la reducción del presupuesto a la educación, la salud y la seguridad social; la llamada reforma laboral; el aumento de los precios de las gasolinas, la luz, el diesel y otros bienes y servicios; y la violación sistemática de los derechos humanos... mantendremos una estrecha coordinación con los diputados y senadores afines al movimiento.

5. Seguir insistiendo en la defensa de la economía popular y del petróleo... Dar seguimiento permanente a la entrega de contratos de PEMEX y combatir las privatizaciones, el contratismo y la corrupción en los gobiernos.

Es larga la travesía. Enfrentamos intereses muy poderosos, se requerirá de muchas fatigas, pero siempre será mayor la satisfacción que produce el luchar por nuestros ideales y por causas justas.

De cada uno de nosotros depende el destino del país. No nos desanimemos, no nos detengamos y, sobre todo, no dejemos de luchar.

La mafia del poder en México se cree invencible, pero recordemos, como decía Hidalgo, que "el poder de los reyes es demasiado débil cuando gobiernan contra la voluntad de los pueblos




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