27 nov 2007

“Quieren colocar como intolerante a López Obrador"

José Agustín Ortiz Pinchetti, Secretario de Relaciones Políticas del ‘gobierno legítimo’ considera que Rubén Aguilar y Jorge Castañeda intentan “lavarle la cara” al ex presidente Vicente Fox


Legisladores dudan de negociación del desafuero 2007-11-27

Se eliminaron partes por extensión: editor 2007-11-27




OCTAVIO OCHOA
El Universal
Martes 27 de noviembre de 2007

jorge.ochoa@eluniversal.com.mx


José Agustín Ortiz Pinchetti consideró el libro de Jorge Castañeda y Rubén Aguilar como un intento por “lavarle la cara” al ex presidente de la República Vicente Fox, y colocar a Andrés Manuel López Obrador como el intolerante e intransigente a toda negociación y dispuesto a sumir al país en la inestabilidad.


Con el libro quieren lavar “caras”: la de Fox, la de Aguilar y la de Castañeda, expuso en entrevista con EL UNIVERSAL. Respecto a Rubén Aguilar, dijo que es un hombre “de conciencia”, que “ha de sentir muchas culpas”; es un hombre que viene de la extrema izquierda, “era un hombre respetable para todos nosotros”.


De Jorge Castañeda expresó: “No me sorprende, es de las personas que escriben escrúpulos con H, no digo más. Este hombre ha ido circulando por todos los campos de la política, orientado siempre a su interés, estrictamente personal. Nunca ha sido un buen amigo de sus amigos”.


Opinó que ambos actores no dicen en su libro que la retractación de Fox sobre el desafuero se debió a las presiones que hubo “tanto de Estados Unidos como del Ejército mexicano”, que estaban en contra de esto.


“Fox se vio forzado a llegar a ese entendimiento; no fue una actitud generosa de su parte ni tampoco había la menor voluntad de terminar los diferendos con Andrés Manuel. Si hubiera sido así, la entrevista que tuvieron días después de que (Fox) anunció que no seguiría adelante con el desafuero, hubiera sido muy tersa”.


Se habían reunido en Los Pinos y Fox no disminuyó su “mala voluntad” con Andrés Manuel. “Casi no quiso hablar con él, se portó en la forma más majadera que pudo”.


Era la oportunidad de llegar a una especie de entendimiento en el sentido de revocar la voluntad de destruir políticamente a Andrés Manuel. “No quiso hacerlo; su encono se acrecentó y destruyó la posibilidad de ser el verdadero punto de equilibrio en la escena política y se convirtió en uno más de los contendientes”.


“La reunión de Los Pinos está hasta filmada, Fox estaba muy estirado y furioso, porque le había fallado lo del desafuero”, recordó Ortiz Pinchetti.


Fue eso y las encuestas totalmente en contra del desafuero, lo que hicieron renunciar a Fox y al final sólo quería limpiar su imagen, recordó Ortiz Pinchetti, uno de los principales asesores de Andrés Manuel López Obrador.


Ex diputado federal, en el tiempo del desafuero, integrante de la Comisión Nacional Organizadora de la Convención Nacional Democrática y secretario de Relaciones Políticas del gobierno legítimo de López Obrador, Ortiz Pinchetti comentó así las posiciones de Aguilar sobre el episodio del desafuero:


“No se cuál sea la verdadera intención del libro, pero lo que me parece totalmente fuera de contexto es la anécdota que narra Rubén Aguilar. Él intenta decir que Andrés Manuel (López Obrador) se negó a negociar y no dice cuál era el estado del asunto en el momento en que me hizo la llamada”.


También es “ridículo” dijo, que Fox hubiera invitado a Andrés Manuel a su rancho en Guanajuato, “después de todas las infamias que le había hecho, coludido con altos funcionarios y con el PAN y PRI para eliminar a Andrés Manuel de la contienda”.


“Es cierto, él (Rubén Aguilar) me hizo la llamada la víspera de la manifestación del desafuero, pero en la mañana ya Fox había decidido —y él lo está ocultando— echar abajo lo del desafuero. La intención de Fox era cubrirse, no era llegar a una negociación”, dijo Ortiz Pinchetti.


En una de esas llamadas, recuerda Ortiz Pinchetti, el ex vocero le dijo: “El Presidente quiere saber si es cierto que Andrés Manuel le ha insinuado al gobernador de Nayarit que quiere una reunión. Todo era una patraña. Cuando yo le hablé a Andrés para decirle que había esta llamada, me dijo que no aceptara ningún género de contacto ya”.

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