7 feb 2010


Inundados Peña Nieto y Ebrard





Federico Arreola



No, no es ofensivo decirlo: la verdadera mierda que agobia a Chalco son las noches de 900 euros del Gavioto en París. Eso lo dije en Twitter el sábado alrededor de las ocho de la mañana, mientras recorría en camioneta, a paso extremadamente lento, ese municipio otra vez paralizado por una inundación de aguas negras.


Tenía un compromiso en Veracruz y decidí viajar por carretera desde el Distrito Federal. A las seis y media de la mañana, prácticamente sin tráfico, llegué a Chalco. Resultó imposible tomar la autopista a Puebla: estaba empantanada. Tuvimos que buscar opciones por entre las pequeñas calles de esa localidad. Resultó una verdadera tortura, y así lo di a conocer en Twitter.


Cuando ya había salido de ahí, el usuario @marcoshuerta me preguntó: “¿Cómo le hizo para pasar Chalco o acaso ya reabrieron?”. Respondí: Hice hora y media a las seis treinta de la mañana. No me quiero imaginar el problema a las dos de la tarde.


Llovió mucho, sí, y las aguas negras se salieron de los drenajes. Era lógico que ocurriera ante la falta de infraestructura. Lo peor, no es la primera vez que ocurre en Chalco. ¿Y el gobernador del Estado de México? En las nubes, como siempre. Mientras se daban las noticias del desastre, en la televisión se vio a Enrique Peña Nieto, en un reportaje pagado, presumir sus logros en materia de soluciones al problema del agua durante un viaje que hizo a Israel. Me lo contó @ingloriousserch: “El colmo: infomercial que pasó ayer con López Dóriga de visita de Peña Nieto a Israel, mientras Chalco se hundía”.


Por eso, @ jlubaldo me preguntó en Twitter mientras yo batallaba en serio para salir de Chalco: “¿A qué va realmente Peña al hacer turismo político? ¿A venderse?. Respondí: A eso, nada más que a eso. Otro usuario de Twitter, @alejjjandro, dijo: “Que Peña se deje de poses y de gastar lo ajeno, y se ponga a trabajar. Es un servidor público no un pachá”.


Mientras yo buscaba la forma de salir de Chalco para tomar la autopista a Puebla, una persona, y solo una, defendió a Peña Nieto, @DianTorres: “400 compromisos cumplidos en diferentes rubros, ¿no cuenta?”. Le respondí: Eso es propaganda barata de Peña Nieto.


Por el gobernador del Estado de México no hablan sus buenas acciones, inexistentes, sino los comerciales que paga en la televisión. Desde luego, me equivoqué al contestarle a @DianTorres: la propaganda de Peña Nieto, sobre todo la difundida en TV, no es barata, sino cara, carísima, y la paga el erario.


Ignoro por qué @DianTorres defiende con tanta pasión a Peña Nieto. El sábado, el Twitter lo llamó “próximo presidente”. Repliqué a ese comentario con una pregunta, la única que podía plantear en medio de tanta mierda derramada en Chalco: ¿Presidente el frívolo e incompetente Peña Nieto? Por favor. Si eso ocurriera, sería una desgracia absoluta para México.


Ante los comentarios de esa persona, dije desde mi BlackBerry que resulta imposible y aun insultante tratar de justificar el turismo político de Peña Nieto diciendo que viaja por “trabajo”. Es que @DianTorres nos había dicho a @ingloriousserch y a mí que la visita de Peña Nieto a Israel tenía que ver con el problema del agua y nos pidió estar abusados. Le respondí a @DianTorres que no le veo ningún caso a que Peña Nieto viaje a Israel para ver soluciones al problema del agua. Que mande técnicos, y ya. ¿A qué tiene que ir él?


En mi opinión, Enrique Peña Nieto solo es eficiente para gastar 900 euros por noche de hotel en Paris, para pagar publicidad en los medios masivos de comunicación, particularmente en Televisa y para posar en las revistas frívolas con su novia, Angélica Rivera, la Gaviota.


Cito lo que este domingo publicó, en Milenio, Juan Ignacio Zavala: “La revista ¡Hola!, en su edición del 3 de febrero, nos muestra al gobernador mexiquense en un recuadro de portada: Peña Nieto y La Gaviota, el amor por encima de todo. En las páginas interiores se muestran las imágenes más románticas y familiares de la pareja. ¿Y dónde se dio esa situación romántica y familiar? ¿En Chalco? No. Dos días después de esa edición, Chalco fue arrasado por la imparable lluvia y el abandono del gobernador. La tormenta y Peña Nieto, dos desastres sobre el Estado de México”.


Dije en Twitter, mientras luchaba por avanzar en medio del caos de Chalco, que las noches de 900 euros de Peña Nieto en París son la verdadera mierda desbordada en Chalco. Esas noches, sí, y también los reportajes en ¡Hola! y el abuso en la promoción de su imagen gastando enormes sumas de dinero en Televisa.


A ese tipo tan frívolo lo ha vuelto popular la televisión. Pero las personas inteligentes no creen en él. Como el usuario de Twitter @maxiturbe: “No sé quién podrá votar por Peña Nieto en 2012. Su único merito es su incorporación a la farándula…. El Estado de México no ha avanzado absolutamente nada. Se nota la diferencia entre el Distrito Federal y el Estado de México: abismal… El Estado de México, un caos, mi familia sigue ahí. Policías corruptos, narco menudeo, asaltos, transporte público caro”.


Coincide con ese juicio @djcesaraugusto: “Baches en avenida central, Río los Remedios y pinches dizque obras del metrobús, todo hecho mierda en el Estado de México”. @NICKIREGIA, en el mismo tono, pidió a Peña Nieto más que andar de novio gastalón, ponerse a trabajar. Y @koba2105 dijo que la corrupción del “grupo Atracomulco y Peña Nieto es evidente de nueva cuenta con las inundaciones en el Estado de México”.


Pero claro, comentó @alejjjandro, lo predecible es que los noticieros de Televisa minimicen la inundación de aguas negras para blanquear la imagen de Enrique Peña. Es decir, para prepararla para la boda con la Gaviota. Para @FriedmanHayek, cuando los Gaviotos se casen todo México hablara de eso por semanas. Sin duda, por nuestro pobre nivel cultural.


Podrá casarse en paz Peña Nieto porque, afirmó @RobertoHdezTena: “Los mexicanos somos de memoria limitada y mañana nadie lo recordará. ¿Esto cuantas veces ha pasado?”. No hay memoria. Lo señaló con precisión @marioavilaroque: “Como hace 10 años, Montiel y Zedillo, hoy Peña Nieto y Calderón, nada nuevo”. Todo igual en Chalco, tristemente nada cambia.


No es, por desgracia, la única entidad mal gobernada en el país. El usuario de Twitter @aparamoi recordó al bebedor gobernador de Jalisco: “Allá tienen a Peña Nieto, nosotros a González Márquez. Si se trata de mierda, el país tiene para dar y regalar”. Es cierto, pero ni Emilio González Márquez, el panista protagonista de sonados escándalos por andar borracho, es tan frívolo como Peña Nieto.


También hubo inundaciones en el Distrito Federal y es un hecho que Marcelo Ebrard tiene responsabilidad en las mismas. El sábado desde las seis de la mañana lo dije en Twitter: Ebrard difícilmente podrá explicar por qué una simple lluvia provoca tanto daño en el DF. Sus aspiraciones presidenciales están ahora seriamente disminuidas. Al jefe de gobierno del Distrito Federal se le puede reprochar que piense más en las elecciones de 2012 que en el bienestar de los ciudadanos, pero este perredista de ninguna manera es tan frívolo ni vive tan alejado de la realidad como Peña Nieto.


Peña Nieto es un caso aparte. Para él, la vida y sus complicaciones se resumen en noches de 900 euros en el hotel más caro de París, en visitas al Papa para anunciar su próximo matrimonio, en posar para las revistas de sociales con su prometida, en pagar publicidad en Televisa.


Cuando la Gaviota y Peña Nieto se casen, los inundados de Chalco tendrán derecho de ver la boda en la TV y se les respetará si se enternecen ante tanto romanticismo. El cuento de hadas continuará porque, dinero del erario de por medio, la televisora de Emilio Azcárraga seguirá aplaudiendo a Peña Nieto, mientras Chalco permanecerá ahogado literalmente en mierda. Y es que, lo repito, la suciedad que agobia a Chalco no viene del drenaje profundo, sino de las alturas del poder corrupto.

Llovió mucho, sin duda. Pero otra vez fallaron los gobiernos del Distrito Federal y del Estado de México. Si hubiera sensatez en la política mexicana, no saldrían bien librados de esta emergencia ni Ebrard ni Peña Nieto. Pero como escasea la sensatez y abunda el dinero en los medios, sobre todo procedente del Estado de México, probablemente el prestigio de Marcelo Ebrard quedará lastimado, pero no el de Enrique Peña Nieto, al que nada le pasa porque lo protegen Televisa y muchos otros actores mediáticos. Así son las cosas en el México sin rumbo de hoy en día.





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