7 feb 2010


La nueva dirigencia del PRD




Víctor Hernández


El PRD aceptó adelantar un año las elecciones para la dirigencia nacional de ese partido.

Reemplazar a Jesús Ortega debió haber ocurrido no en 2010, sino en 2008 con una elección nueva para limpiar el “chuchinero” que hizo Nueva Izquierda y que el TRIFE convalidó.

Ortega no ha logrado otra cosa más que dividir al PRD, alejar al electorado de izquierda de ese partido, crear caos político en bastiones como Iztpalapa, y costarle derrotas electorales tan severas que por pura vergüenza Ortega debió haber renunciado.

Tan es así que ante la pérdida de votos ahora el PRD-chucho pretende venderle la dignidad de la izquierda al PAN por medio de alianzas electorales—que sólo alejan más a los votantes de izquierda—rogándole a todos los dioses que de esa manera no vuelvan a hacer el ridículo que hicieron en 2009.

Adelantar las elecciones, por lo tanto, es una decisión bastante sana, aunque llegue con 2 años de retraso.

Pero hay un problema. De acuerdo con Reforma, fuentes del PRD declararon que la elección para la dirigencia nacional podría darse con una sola planilla—es decir con un solo candidato. Que disque para evitar divisiones que lleven a la polarización, como ocurrió en 2008.

¿Quién va a ser el candidato? ¿Quién lo va a elegir o designar y con qué criterios? ¿Qué le hace suponer a los chuchos que imponer a un candidato va a evitar la polarización?

Vaya, ahora tienen un problema muy fuerte en Zacatecas por la imposición del candidato a gobernador, Miguel Alonso Reyes, lo cual causó la renuncia al partido de Raymundo Cárdenas.

La polarización no ocurre porque exista más de un candidato. Ni se evade simplemente imponiendo a una sola planilla.

No, la polarización en el PRD se ha dado porque han sido obvios los fraudes cometidos por los chuchos; porque ha sido indignante su entreguismo al PAN y al PRI, y porque han traicionado a los principios lopezobradoristas que le dieron al PRD el triunfo en las urnas en 2006 y una votación que nunca antes lograron taner.

Si el PRD-chucho quiere evitar polarizaciones en el partido, lo único que debe hacer es respetar el voto de la militancia y dejar de tener actitudes serviles con el PRIAN. De lo contrario, ni la salida adelantada de Jesús Ortega le devolverá la dignidad a ese partido.



PD: Cabe señalar que la razón por la cual México se encuentra polarizado es precisamente por el fraude que hizo el PAN en 2006 luego de desatar una guerra sucia basada en mentiras. Por eso los llamados a la reconciliación y a la unidad de Felipe Calderón nunca funcionarán. No puede haber unidad ni reconciliación donde se cometió un fraude, se impuso a un gobierno y se pisoteó la voluntad popular. La reconciliación nacional sólo puede ocurrir con el recuento de votos voto por voto y casilla por casilla, algo a lo que el PAN se sigue negando. O bien, con la renuncia de Felipe Calderón.






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