27 jul 2008

Rayuela

Sucede que la patria tiene voz






Carlos Monsiváis: la iniciativa es lesiva Foto: Archivo La Jornada






Elena Poniatowska: es un acto en defensa de la soberanía



Paco Ignacio Taibo II: “no quiero esa pinche reforma”


Carlos Montemayor: la democracia electoral no es suficiente



José Agustín: se debe apelar verdaderamente a la gente



Jesusa Rodríguez: es la posibilidad de acercarnos a la democracia






Julieta Egurrola: la iniciativa representa una traición


Hugo Gutiérrez Vega: la consulta será un acto civilizatorio




Federico Campbell: Calderón y Beltrones, sin amor por el país




Arturo Azuela: será un indicador del rechazo a la reforma





Pide votar hoy contra la reforma para evitar que se consume el enjuague

Vergonzante, que el PRI haga el juego sucio a Calderón: AMLO

Beltrones recogió del basurero la propuesta de Calderón y la copió, señala

Fabiola Martínez (Enviada)

Jocotepec, Jal., 26 de julio. Andrés Manuel López Obrador dijo que la propuesta del PRI en materia energética es una “copia fiel” de la iniciativa de Felipe Calderón para legalizar la impunidad y la corrupción en Pemex.

Tras un análisis de la iniciativa priísta (entregada a la Comisión Permanente), calificó de “bochornoso” y “vergonzante” que los dirigentes de ese partido, en especial Manlio Fabio Beltrones, le estén haciendo el juego sucio a Calderón.

De gira por esta entidad, el ex candidato presidencial llamó a participar en la consulta ciudadana sobre la reforma energética, porque –dijo– “si votan contra la privatización de Pemex nos van a ayudar para que el movimiento tenga más legitimidad y podamos impedir que se lleve a cabo un arreglo, un enjuague arriba, entre el PRI y el PAN, para imponer una reforma entreguista”, advirtió.

El resultado de este domingo marcará la tendencia del que se obtendrá al final de dicho ejercicio ciudadano, programado para el 27 de julio, el 10 y el 24 de agosto, señaló el tabasqueño, quien enfiló especialmente su crítica hacia Beltrones (presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado), quien –dijo– “recogió del basurero la propuesta del PAN” y la recicló para presentarla el miércoles pasado, al grado de “calcar” algunos artículos.

López Obrador dijo que no permitirán que prosperen la simulación y el cinismo del PRI, y reiteró que más de 200 mil brigadistas del movimiento ciudadano en defensa del petróleo están preparados para evitar un albazo en el Congreso. “Es realmente bochornoso, lamentable, que los dirigentes del PRI, sobre todo Beltrones, estén haciendo el juego sucio a Calderón y a los jefes de Calderón”, dijo durante una asamblea informativa realizada en este municipio ribereño del Lago de Chapala.

En la iniciativa de reformas al marco normativo de Pemex –precisó–, Calderón propone la integración de un consejo de administración de 15 miembros, de los cuales 10 serían propuestos por el Ejecutivo y el resto por el sindicato de la paraestatal, “uno de los gremios más corruptos y antidemocráticos del país, encabezado por el priísta Carlos Romero Deschamps, quien tiene yates y residencias en Estados Unidos”, dijo.

Ese consejo incluye elementos para “legalizar la impunidad y la corrupción”, de acuerdo con las iniciativas del panista y del PRI, cuyos artículos leyó el ex candidato presidencial durante una de las asambleas informativas para fortalecer el movimiento en defensa del petróleo.

El artículo 37 de la propuesta calderonista señala: “Petróleos Mexicanos contratará, a favor de los miembros del consejo de administración y del director general, los seguros, fianzas o cauciones que cubran el monto de las posibles indemnizaciones por los daños o perjuicios que llegaren a causar a dicho organismo y sus organismos subsidiarios”. Esto quiere decir –comentó– que si algún integrante del consejo de administración comete alguna irregularidad no podrán hacerle nada.

En tanto, la propuesta del PRI señala en el artículo 42: “Petróleos Mexicanos contratará, a favor de los miembros del consejo de administración y director general, los seguros, fianzas o cauciones que cubran el monto de las posibles indemnizaciones por los daños o perjuicios que llegaren a causar a dicho organismo y sus organismos subsidiarios”.

“Nada más quise poner ese ejemplo, pero así está toda la propuesta del PRI: copiada, calcada de la del PAN”, dijo.

“¿No les parece una desvergüenza? ¡Cómo un partido político se atreve a sacar una propuesta tan relevante y ni siquiera se toma la molestia de modificar, sino que copia textualmente la propuesta de Calderón!”, señaló.

Asimismo, advirtió que no permitirá la aprobación de esa iniciativa, ya sea calcada o fusionada, porque ello significaría aceptar la simulación y el cinismo, “de ahí que nos estamos organizando para impedir que se privatice el petróleo: ¡No lo van a lograr!”

El tabasqueño Visitó otros municipios cercanos al Lago de Chapala y regresó a la ciudad de México para votar este domingo en la consulta ciudadana.

Luego, en entrevista, dijo que cada vez es más claro que resulta lo mismo Beltrones que Calderón; (Juan Camilo) Mouriño (secretario de Gobernación) y Calderón que Salinas, Fox que Elba Esther Gordillo.

Sobre la reciente reunión entre los dirigentes de PRI, PAN y PRD, donde habrían acordaron no aprobar ninguna iniciativa en materia petrolera a través del albazo legislativo, el político tabasqueño respondió: “El movimiento es muy fuerte y no vamos a permitir la privatización.”






Los panistas se sienten blindados con los amarres que han logrado en el Legislativo, dice

Camacho: la consulta abrirá un boquete a la estrategia blanquiazul en el Congreso

El ejercicio ciudadano ha permitido a los perredistas superar sus diferencias internas, afirma

Andrea Becerril


El gobierno de Felipe Calderón y su partido, el PAN, han tratado a toda costa de desacreditar la consulta ciudadana que hoy se llevará a cabo en el Distrito Federal y nueve estados de la República, porque saben que tienen perdida la batalla en la opinión pública sobre la intención de privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex), sostuvo Manuel Camacho Solís.

El coordinador de esa consulta ciudadana en torno al futuro de la industria petrolera en México dijo que tanto el gobierno como los panistas están muy molestos porque la posibilidad de que los mexicanos opinen en torno a la reforma petrolera “les ha abierto un boquete en una estrategia con la cual ellos se sienten blindados por los amarres que traen en el Congreso”.

Entrevistado ayer, luego de presentar el centro de cómputo que recogerá los resultados de la votación en nueve estados de la República, recalcó que “con muy pocos recursos”, pero mucha participación voluntaria han logrado armar ese mecanismo de participación ciudadana.

Camacho Solís reiteró que a pesar de la confrontación entre las corrientes del PRD todos apoyaron y “no hay nada que reclamar” a ningún grupo.

Todo está listo, declaró, para que los ciudadanos salgan a votar en el Distrito Federal, estado de México, Michoacán, Hidalgo, Guerrero, Morelos, Baja California Sur, San Luis Potosí, Tlaxcala y Veracruz, en lo que será un proceso transparente, ya que cualquier irregularidad será sancionada, incluso con la anulación.

Consideró que hay un buen ambiente, a pesar de la fuerte campaña gubernamental en radio y televisión para descalificar el procedimiento. “Han insistido en que las preguntas son inducidas, pero cualesquiera que hubieran sido ya tenían listo el boletín de Pemex para desacreditarlas”, comentó.

Para evitar cuestionamientos, dijo que los organizadores decidieron que expertos de la UNAM, la UAM y el IPN elaboraran las preguntas y que se usaran “palabras suaves”, para dejar fuera términos como “patria” o “inversión extranjera”, con el propósito de que las respuestas no fueran inducidas.

–Ha habido críticas del PAN por el uso de recursos públicos, sobre todo en el Distrito Federal, para organizar la consulta –se le planteó.

–Utilizarán cualquier pretexto, porque no quieren que haya consulta debido al temor a que se haga público el rechazo mayoritario a la desnacionalización de Pemex. En cuanto al uso de recursos, hay que pedirles que sean sinceros, porque lo que cuesta organizar esta consulta en nueve estados se paga con un solo día de anuncios gubernamentales en televisión contra nuestras posiciones –respondió.

En un primer balance, consideró que la consulta ha tenido más impacto del que esperaban, porque “con tan pocos recursos era difícil armarla” Sin embargo, al grupo en el poder y a su partido les preocupa “muchísimo”, porque conocen los datos de las encuestas y saben que más de 70 por ciento de los ciudadanos quiere que se les permita opinar sobre el tema.

“Es muy difícil ser gobierno e ir en contra de lo que quiere 70 por ciento de la población; tener ese rechazo de la opinión pública a la iniciativa que están proponiendo no es algo sencillo”, añadió.

–¿Cuál es el costo total de esta consulta?

–Hasta el lunes lo vamos a cuantificar, pero realmente fue muy poco. La papelería se imprimió en talleres del PT y sólo gastamos 80 mil pesos en el papel. En los estados estamos hablando de distribución de unos 80 mil pesos.

Camacho Solís reiteró que en los nueve estados hubo apoyo de todas las corrientes perredistas, tanto de la gente de Alejandro Encinas como de la de Jesús Ortega, además de la colaboración del PT, de Convergencia, de sindicatos y de organizaciones no gubernamentales. “De lo contrario no habríamos podido realizar la consulta”, reconoció.

Las palabras de Zavaleta

–¿Cómo interpretar palabras de la diputada Ruth Zavaleta de que la preguntas no están bien planteadas.

–No sé ni por qué lo habrá dicho. Yo no le quise dar mayor importancia, porque además no importa, ya que no ha sido la postura de Nueva Izquierda en este proceso. Martha Dalia Gastélum, que ha sido la persona encargada por el Comité Ejecutivo Nacional del PRD, ha hecho su labor con responsabilidad y limpieza; no hay nada que reclamarle porque todo lo que se le ha pedido lo ha hecho.

“Este proceso ha permitido que las distintas corrientes del PRD encuentren un espacio, si bien no de reconciliación, sí de responsabilidad respecto a la consulta”, subrayó.

Por otra parte, aseguró que se tomaron las decisiones necesarias para que el proceso sea limpio y no haya prácticas de acarreo o coacción del voto. “Lo más importante es que cualquier incidente en el cual se demuestre que las cosas son irregulares va a ser reportado por los auditores y el consejo ciudadano no se va a detener para anular la mesa o todo el estado donde hubiera ocurrido algo indebido”, aseguró.

El sistema de cómputo, establecido en la Alianza de Tranviarios, en la colonia Doctores, está protegido, detalló, y no se podrán duplicar números. “Espero que todo salga bien. Habrá, seguro, problemas de organización, pero creo que será una consulta exitosa por su nivel de participación”, concluyó.



Claudia Sheinbaum Pardo

El PRI miente: su iniciativa energética es PAN con lo mismo

Cuando escuchamos a los legisladores del PRI presentar su iniciativa, parecía que tenían como objetivo evitar la privatización de diversos sectores de la industria petrolera, contenida en las iniciativas que presentó el gobierno de facto. Cuando se estudia su propuesta, desafortunadamente la realidad es otra. Plantean, al igual que el PAN, como eje central la participación de la iniciativa privada en las áreas estratégicas de exploración, extracción, refinación, almacenamiento y distribución de los hidrocarburos.

Para el caso de la exploración y extracción de petróleo y gas natural, su propuesta es la participación de la iniciativa privada nacional y extranjera a través de contratos de servicios. El objetivo es que sean los privados quienes realicen estas actividades, pagándoles en efectivo de acuerdo con la cantidad de hidrocarburos que se encuentren en el subsuelo. Aunque afirmen que ésos no son contratos de riesgo, porque no se comparten los hidrocarburos, en los hechos sí lo son, pues aunque el privado “no cobre” por la exploración, se llevará una ganancia sustantiva de la extracción.

En los debates en el Senado de la República diversos ponentes explicaron que este tipo de contratos son sumamente contraproducentes para el país, porque significan compartir innecesariamente una parte importante de la renta petrolera. Para negar este efecto inevitable de la privatización, de manera pedestre el PRI simplemente decide redefinir el concepto de renta petrolera, de la siguiente forma: “La renta petrolera es la que se obtiene por la venta de los hidrocarburos menos todos los costos económicos para extraerlos en que incurra Petróleos Mexicanos por sí o a través de terceros, en los términos de las disposiciones aplicables” (artículo 58 de su propuesta de ley orgánica).



NOTA COMPLETA :





Antonio Gershenson
gershen@servidor.unam.mx


Nuestra consulta de hoy

Es sabido que hoy es el día para la consulta, en el Distrito Federal y nueve estados, en favor o en contra de la iniciativa del gobierno federal para cambiar la legislación de Pemex. Esto no sólo es importante para el destino de esa iniciativa y para la defensa de nuestro petróleo. Es un paso importante en una forma de democracia que hasta hace poco no se conocía en nuestro país: que los votos no sólo decidan “quién ganó” este o aquel puesto político, diputación, etcetera, sino que decidan qué ley debe regirnos o no, si un gobierno debe continuar o no, si el petróleo debe privatizarse o no.

Esta última forma de participación ciudadana ha tenido poca vida en México hasta el momento, pero se viene desarrollando desde hace mucho tiempo, incluso siglos. Es más, sólo hay dos países en América Latina que no tienen en su legislación federal o nacional por lo menos alguna de estas formas de participación, y uno de ellos es México. Tenemos legalizada la consulta en el Distrito Federal, pero no en el plano federal.

De hecho, en la pasada campaña electoral López Obrador incluyó en su programa esta participación directa. También se sometió a la revocación de mandato cada dos años, aunque la forma era distinta: una especie de encuesta supervisada y no una votación en urna, que implica infraestructura, inversión, mucho personal y algunos otros elementos. Pero ahora sí la tenemos. En la mayor parte del país la consulta es organizada por personas interesadas y organizadas de alguna manera.

En muchos casos la consulta, el referendo o el plebiscito son convocados por alguna autoridad. Hay casos en que la ley señala cuándo va a haber este tipo de votación; en varias entidades de Estados Unidos son en el mismo día y lugar que la elección convencional. Pero en Perú, Uruguay y Colombia se convoca a este tipo de actos con el 10 por ciento de firmas en relación con el total de posibles votantes. Faltan unos días para una votación en Bolivia para la revocación, o ratificación, del mandato del presidente y del equivalente de los gobernadores. En septiembre se votará en Ecuador en favor o en contra de la nueva Constitución. En un evento reciente, nos informaban que la consulta popular que empieza el domingo 27 es muy importante para otros países de América Latina, porque sienta precedente al someter a votación popular un proceso de privatización de áreas estratégicas.

En Europa se considera a Suiza como país precursor de las votaciones populares de este género, y éstas se han venido extendiendo en alcance y de unos países a otros. En Italia hay referendo revocatorio del mandato y se puede iniciar “desde abajo”.

Si vemos la evolución histórica general, observamos que se extiende más y más la votación directa de los ciudadanos para tomar decisiones y para validar leyes. De modo que el acto de hoy es, además de un paso importante en la defensa de nuestro petróleo, un paso hacia un futuro más democrático.

Es más, algunos legisladores de izquierda han hablado de una iniciativa para dotar a todos los ciudadanos mexicanos de todos estos derechos. El logro de este propósito puede tardar más o menos tiempo, pero va en el sentido en el que marchan los ciudadanos de cada vez más países.

Después de la de hoy, habrá otras dos etapas en esta consulta, el 10 de agosto en los estados del sur, y el 24 de agosto en los del norte. Esta votación, sin embargo, no se puede comparar con una elección “normal”, ya consolidada y legalizada en todo el país, con meses de campaña electoral y con medios de difusión. Es un paso muy importante, pero en cierto sentido es el primero. Para verlo en todo su alcance hay que observarlo en la perspectiva de este proceso al que nos referimos.




Arnaldo Córdova

Gobernar el país como a una empresa

La derecha como bloque gobernante no está conformada sólo por el PAN en el gobierno ni por la derecha priísta. Sucede también que ni el PAN ni el PRI tienen una militancia uniforme. En ambos partidos hay numerosos empresarios (muchos de ellos de medio pelo y nunca grandes tiburones), clasemedieros tan diversos entre sí que es imposible distinguirlos como un conjunto (muchos son simples reaccionarios ultramontanos, otros son profesionales oportunistas y logreros, otros pequeños empresarios y así por el estilo), el PRI tiene los antiguos sindicatos corporativistas (cuyos dirigentes son ahora empresarios de masas) y muchas organizaciones campesinas (con dirigentes que no son campesinos).

De esa derecha como bloque en el poder forma parte la jerarquía católica, que ha hecho de la máxima evangélica “dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” un cómodo estatus de convivencia. Hay también grupos corporativos de profesionales que se dedican a las tareas de consultoría y asesoramiento (esto, en ambos partidos) y que prestan sus servicios a quienes los pueden pagar (sin distinción de colores partidistas, es su lema). Hay, asimismo, simples grupos de fanáticos derechistas que militan por las causas más disímbolas.

En esos términos, podría decirse que se está hablando, esencialmente, de la derecha política incrustada en el poder del Estado y en la sociedad, aunque habría que hacer una excepción a los clasemedieros que se dedican sólo a los negocios. Hay una derecha económica, empero, que es decisiva en la conformación del bloque en el poder: son los grandes empresarios corporativos que dominan la economía del país, que no son sólo mexicanos (pues a éstos se han venido agregando ramas locales de trasnacionales que prevalecen en sectores enteros de las finanzas y de los negocios, principalmente estadunidenses y españolas, pero no sólo). Este es el grupo (se dice que está conformado por no más de 300 corporativos) que ha venido cohesionando ese bloque.

Convertir al país en una empresa no fue una idea de los panistas. Cuando esta idea se puso en marcha éstos todavía se atenían a sus principios de doctrina originales que no tienen nada que ver con ella. Fueron los priístas, ya desde la época de De la Madrid, pero con mayor fuerza en los tiempos de Salinas, los que fueron planteando este proyecto a los grupos empresariales como una gran alianza entre el poder político y el poder económico, cuya distinción, ya se decía entonces, era cada vez más borrosa. Fue en esos días cuando este nuevo bloque gobernante comenzó a funcionar. Los panistas sólo fueron un agregado, a fines de los 90, cuando demostraron que habían entendido la noción.

Fue entonces cuando se decidió, en ese gran bloque de poder económico y político, entregarles el poder. De otra manera resulta muy difícil entender la tersa “transición” que se dio en el 2000. Que Zedillo había decidido entregarles el mando del Estado me pareció siempre una hipótesis muy jalada de los pelos, porque de repente ya el consenso de las más diferentes fuerzas sociales en pugna pareció darse en torno al candidato panista, sin que ello pudiera explicarse con claridad. La imagen de ese Fox que desde fuera imponía su candidatura en el PAN, sin que nadie en este partido pudiera evitarlo, jamás me convenció. Un merolico provinciano, ayuno de cultura y populachero, insólitamente, se convierte en el candidato del bloque derechista en el poder.

Ni Labastida (que parecía más un cartucho quemado) ni Cárdenas (ya para entonces muy desgastado) fueron una amenaza para ese gran bloque de poder, esa Santa Alianza que, en cambio, sintió cercana la helada perspectiva de la derrota con López Obrador. Creo que éste nunca supo contra qué clase de formidable enemigo se enfrentaba hasta que no se dio la desvergonzada maniobra del desafuero. Apelando al pueblo y denunciando ya esa Santa Alianza logró poner a las masas y a los votantes de todas las clases sociales a su favor. Eso empavoreció a la derecha gobernante y se aprestó a defender su poder, como finalmente lo hizo en las sucias elecciones del 2006.

A mí jamás me convenció el pleito casado que agarraron Salinas y Zedillo por el “error de diciembre”. Aquello fue un montaje orquestado desde el bloque en el poder para engordar a los grandes empresarios a costa de una infame megadevaluación. En su nuevo libro, Salinas no aporta ningún esclarecimiento al respecto; prefiere seguir en el terreno de la riña personal y ocultar sus responsabilidades. El atraco en descampado del Fobaproa y los rescates carreteros y otros fueron sólo su secuela. Eso es lo que ha querido decir la frase “gobernar el país como a una empresa”: entregar la riqueza de la Nación entera a los grandes empresarios y gobernar para que ello sea posible y garantizable (y no las insulsas idioteces de Fox: “administrar con la eficiencia de una empresa”).

Los grandes empresarios no gustan de andar metiéndose en los pleitos políticos; prefieren pagarles a otros para que actúen por ellos. Pero tampoco deciden las cosas ellos solos. Ellos sólo hacen sus sugerencias y exigencias y demandan que se cumplan, si no, no hay trato. La clase política derechista sabe que esa es su profesión y la desempeña jubilosa y cumplidamente. El bloque derechista en el poder es, justo, la conjunción letal del poder político con el poder económico verdadero, vale decir, el real dueño de la riqueza del país. Las reformas petroleras de Calderón son el último asalto a la riqueza de la Nación para entregarla a los dueños de la riqueza. Eso es lo que han demostrado los debates sobre la materia.

Los mexicanos estamos hoy enfrentados a esa Santa Alianza del poder político y del gran dinero, y hacía falta una causa “mitológica” y “nacionalista”, como es la defensa de nuestra riqueza petrolera, para poner todas las cartas sobre la mesa. Ahora ya nadie podrá llamarse a engaño, las cosas están más que claras y cada uno puede, como nunca antes, decir lo que piensa y actuar en consecuencia. Eso es lo que han logrado los debates: hacer que se conozca la verdadera realidad y proporcionar el conocimiento necesario para que todos sepan en qué país vivimos y qué es lo que los dueños del poder y de la riqueza se proponen hacer con nuestro país y sus recursos. Sólo les falta el petróleo. Van por él. Y la Santa Alianza sigue sin pagar impuestos.



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