7 dic 2010


Astillero

“¡Agárrense!”

Ebrard: oportuno premio

Pleitos por el PAN

Gran mural sangriento



Julio Hernández López


Previo activismo interno para disfrazar el previsto fracaso externo: promoción personal sobre temas domésticos para aparentar mundiales logros climáticos. Felipe cupularmente desairado en la reunión de Cancún, que echa bronca días atrás a los ausentes líderes” mundiales que con supuesto radicalismo estarían tensando el diálogo internacional sobre el tema e impidiendo el arribo a acuerdos importantes que seguramente nomás por eso no se alcanzarían. Felipe suplicante de que le “echen la mano” para conseguir algo en esa sesión de turismo diplomático de medio pelo que no servirá más que de poco. O de mucho, en el terreno neto de los discursos y las promesas calderonistas que sabidamente suelen tardar en convertirse en realidad y, con frecuencia, acaban solamente en exaltaciones retóricas sin aterrizaje posible. Una y otra vez ha demostrado la actual administración de la casa de huéspedes Los Pinos su escasa capacidad para tener buenos resultados en las sesiones internacionales que organiza, pero ahora la burbuja por reventar está siendo desplazada de la atención pública por una movilidad menor, local, de corte intimista: guerra a los focos incandescentes en el país, si es que no podemos lograr mejores apagones internacionales; créditos para casas de corte ecológico, con poco consumo de energía eléctrica, para quedar convencidos de que se está transformando el hábitat. Cierto es que no será movido el mundo, pero hay vértigo en autos de carreras eléctricos a cuyo abordaje, sólo para efectos fotográficos, el generador de las peores emociones oscuras de México advierte lo que no hizo al principio de su asalto al poder: “¡Agárrense, que ahí vamos!”

Marcelo Ebrard encuentra sus mejores notas en ese mismo plano internacional. Ya fue anfitrión de alcaldes de todo el mundo que en retribución le invistieron de cierto rango de representación provisional, y ahora ha obtenido una designación oportuna –como si la hubiese adquirido para efectos políticos– de parte de una publicación estadunidense especializada en asuntos de esos gobernantes citadinos. Suele haber tal suspicacia respecto a los criterios y procedimientos utilizados para la asignación de ciertos premios o distinciones a personajes públicos, sobre todo en los casos de aquellos dotados de presupuesto utilizable de manera triangulada, o no tan evidente, para promoverse, que en su página de Internet la propia Fundación City Mayors advierte que “no tiene asociación alguna con ciudades u organizaciones y es dirigida de manera estrictamente no lucrativa, y por esta razón NO busca patrocinios, anuncios, suscripciones, donaciones o cualquier otra fuente de ingresos, mismos que serán rechazados en caso de ser ofrecidos”. Haya sido, pues, como haya sido, esa fundación ha irrumpido en el escenario político nacional para considerar a Ebrard ni más ni menos que como el mejor alcalde del mundo en 2010.

El más reciente usuario familiar de la gloria maderista de Francisco para efectos de apariencia democrática (ni modo que revolucionaria), el senador panista Gustavo, no parece encaminarse al logro de alguna distinción importante como presidente del comité nacional panista. Apenas se ha instalado en la silla del mando partidista y ya tiene encima las acusaciones de mentir y traicionar pactos políticos con el más reciente invento de Los Pinos, el diputado federal Roberto Gil (que ya antes creyó estar encaminado a ser secretario de Gobernación, para lo cual dejó su curul y se acomodó como subsecretario en espera de la caída de Fernando Gómez Mont; expectativa fallida, pues el jeFe Lipe sacó de Mexicali al licenciado Blake para llevarlo a Bucareli).

Ahora, el joven legislador volvió a ser chamaqueado, tanto en la fabricación de su insustancial candidatura, movida por un equipo de miembros del circulito íntimo de Los Pinos, como en la declinación a favor del nuevo Maderito que hizo como que le daría cargos al grupo de Gil y a la hora de la hora nomás no otorgó nada. Sin habilidades políticas notables, capacidad discursiva o profundidad ideológica, Gustavo solamente tiene como distintivo el apellido (como lo tuvo Pablo Emilio Madero Belden, que fue candidato presidencial del PAN, al que luego renunció públicamente). Pero igual y más delante alguna fundación caritativa le nombra político del año, o de la década.

Triste premio a la perseverancia puede verse en el caso de la madre del asesinado Hugo Wallace. Decidida a hacer lo que las autoridades no hicieron, se dedicó durante años a impulsar las indagaciones sobre el caso que personalmente le correspondía pero, al mismo tiempo, a organizar la denuncia e investigación de hechos similares. Llegada al punto de que ya ha sido detenido el principal responsable de ese crimen, y se busca el lugar donde habrían quedado parte de los restos de quien fue asesinado de manera despiadada, lo cierto es que la madre ejemplar no parece estar encaminada ni siquiera a la obtención de justicia formal, jurídica, pues tanto los cuerpos policiacos como el propio acusado parecieran moverse en planos gelatinosos, convenidos, sabidamente ajenos a consecuencias graves, habida como es la preponderancia de la impunidad en este México desfondado, ajeno ya el corazón colectivo a los latidos de dolor de una sola persona, convertida la Patria en un coro de lamentos, sin que un horror más parezca sino una nota extra del día, un detalle del gran mural sangriento.

Astillas

Lo menos que podía hacer la PGR era apelar en el caso de la llamada Reina del Pacífico que ha sido declarada inocente de las acusaciones de narcotráfico y lavado de dinero que la llevaron a la cárcel mexicana de la que, en todo caso, la justicia estadunidense la reclama… Ponchis es la confirmación de la desgracia generacional de nuestro país, del futuro de violencia acumulada que estos años de “guerra” calderonista han provocado en niños y adolescentes... Y, mientras se reactivan los coqueteos aliancistas entre PRD y PAN, ¡hasta mañana, en esta columna que ahora ve cambiar los mecanismos laborales antes adversos a Martín Esparza!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx





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