14 oct 2010


México SA

Mineros: Chile y México

San José-Pasta de Conchos

Mezquinos y retorcidos




Carlos Fernández-Vega


Con el rescate de los mineros chilenos, resultante de la decidida movilización y entusiasmo para lograrlo sin reparar en gastos, varios panistas se retuercen febrilmente porque saben que resulta inevitable la comparación entre este exitoso operativo en el país sudamericano y la mezquindad con la que los gobiernos de Fox y Calderón se lavaron las manos en el caso de Pasta de Conchos y protegieron al ruin empresario Germán Larrea, propietario del Grupo México, concesionaria de aquella mina en el estado de Coahuila.

Se queja el ex secretario foxista del Trabajo, Francisco Javier Salazar, actualmente diputado federal por el PAN, porque “no se puede comparar lo ocurrido en Chile, debido a que esa mina es de cobre y la de Pasta de Conchos de carbón, un elemento explosivo”. Desde luego que no es comparable, porque allá hicieron hasta lo imposible por rescatar a los mineros, y aquí por dejarlos enterrados y salvaguardar los intereses de Germán Larrea.

Aun así, por mucho que intenten esconder su execrable actitud bajo la alfombra del olvido, ayer mismo dos voces retomaron el tema y la denuncia. El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Plascencia Villanueva aseguró que el gobierno foxista “no atendió las recomendaciones emitidas para el rescate de los más de 60 trabajadores de la mina atrapados en Pasta de Conchos. El rescate de los mineros chilenos debe ser un llamado al gobierno de México para recuperar los cuerpos de los mineros mexicanos. Es lamentable que México no haya emprendido el mismo esfuerzo para enfrentar con éxito el estallido en la mina Pasta de Conchos. Aquí lo importante es analizar que en Chile sí se llevó a cabo un esfuerzo para rescatar esas vidas, en el caso mexicano hemos visto que no se logró. En el caso chileno habla muy bien de su esfuerzo por tratar de salvar una vida y de un objetivo muy bien logrado rescatando a los 33 mineros que estaban atrapados. Sin duda, son responsables tanto los empresarios, los dueños de la mina, como también los titulares de las secretarías encargadas precisamente de supervisar de vigilar las tareas de rescate y operación de estas minas” (El Universal).

Por si fuera poco, el obispo de Saltillo, Raúl Vera, subrayó que en Chile el gobierno federal y los empresarios se unieron para rescatar a los mineros, y en México se unieron para impedirlo. “En Pasta de Conchos no se quieren recuperar los cuerpos, ya que si se encuentran juntos cerca del tiro de la mina se confirmaría que estaban vivos y que esperaban ser rescatados. Una empresa realizó un video con rayos infrarrojos donde se demuestra que la estructura donde trabajaban está completa. La PGR archivó sin razón la averiguación previa sobre el caso, y aunque activistas lograron que la CNDH emitiera una recomendación, el documento sigue cerrado. Existe una factura donde se comprueba que las vigas fueron movidas para ahorrar, lo que ponía en riesgo la vida de los mineros, afirmó. En el caso de Chile los mineros atrapados se encontraban a 700 metros, mientras en Pasta de Conchos se encontraban sólo a 150” (entrevista de Carmen Aristegui).

Fox se fue de Los Pinos, Salazar se colgó del fuero que le garantiza una diputación, y Larrea siguió amasando fortuna. Llegó Felipe Calderón y con él Javier Lozano Alarcón se instaló en la Secretaría del Trabajo. El primero se comprometió con los deudos a “solucionar el problema”; el segundo a “no solapar a nadie” en este caso. Cuatro años después hicieron exactamente lo contrario. De hecho, el 19 de febrero de 2007, en entrevista con La Jornada realizada por Patricia Muñoz, este último personaje dijo lo siguiente:

“La empresa Industrial Minera México (la de Germán Larrea) tuvo la mayor parte de la responsabilidad en el accidente de Pasta de Conchos porque estaba obligada por ley a cumplir con condiciones de seguridad, sostuvo el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, y aseguró que él ‘no va a solapar’ a ningún servidor público que pudiera estar involucrado, ni ‘tapará a ningún personaje, por más importante que sea’. Reconoció que Pasta de Conchos seguirá siendo ‘asignatura pendiente para el gobierno’, y sostuvo que no se cerrará este expediente hasta que se cumplan cuatro condiciones: se concluya el deslinde de responsabilidades de la empresa, funcionarios de la dependencia y otros; se determine oficialmente las causas que provocaron el accidente; se logre el rescate de los cuerpos, el cual ‘no se va a detener’, y se atienda a los deudos.

“Si llegué con el ánimo de revivir el caso, no tengo la menor intención de cerrarlo’, dijo Lozano Alarcón, quien aclaró que no está dispuesto a permitir que se ‘fabriquen culpables’ para dar golpes mediáticos, y dijo que habrá de esperar a que las investigaciones de las procuradurías General de la República y de Coahuila, así como de la Secretaría de la Función Pública hablen por sí mismas. Añadió que no pasará mucho tiempo para que se llegue a toda la verdad, porque a partir de las próximas semanas se acelerarán varios procesos. La investigación no va para largo, porque esta misma semana, una vez que pase el primer aniversario luctuoso, se iniciará la desgasificación de la mina, y luego los expertos entrarán a la parte donde se podría encontrar el mayor número de cuerpos. Se espera así que en cuestión de semanas se darían las recuperaciones de cadáveres, adelantó Lozano.

“En este punto de la entrevista Lozano planteó que ‘sin duda la principal responsabilidad del accidente la tiene la empresa. Lo señala el artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo, que establece que todo patrón es el responsable obligado de que existan las condiciones de seguridad e higiene’ en los centros de trabajo. Un inspector de la dependencia puede llegar a un restaurante y observar que no hay extintor; puede haber hecho tardíamente la verificación y luego comprobar que nunca se cumplió esta recomendación, pero si al día siguiente de emplazar al negocio a que atienda las observaciones ocurre una tragedia en el sitio y por ella mueren algunas personas, la verdad es que la culpa mayor la tiene la empresa, ejemplificó el funcionario federal.

“Está complicado todavía el caso Pasta de Conchos, pero ‘qué bueno que le dimos otra vez visibilidad al asunto’, y que la STPS restableció la coordinación con el gobierno de Coahuila e inició una línea de comunicación con la CNDH para dar una solución integral a esta irregularidad multiplicada, concluyó el titular de la dependencia”.

Las rebanadas del pastel

Eso sí, se retuercen por los comparativos.

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