3 oct 2010


En entrevista con La Jornada, afirma que la democracia avanza en la zona

La izquierda en AL no es golpista, sostiene Lula

Desde el punto de vista social, hicimos una revolución que no ha terminado, apunta

Critica a las elites políticas de la región que se subordinaron al imperialismo

Se puede gobernar sin haberse sentado a comer con dueños de los medios, expresa

“Sueño con la reforma de la ONU y con contribuir al desarrollo de África”








Carmen Lira Saade

Brasilia. –Señor Presidente, ¿es golpista la elite política de su país y en particular la poderosa elite periodística de Brasil, como insinúan algunos medios que usted ha llegado a acusar?

–Para que un golpe de Estado fraguado desde el exterior tenga éxito –responde– necesita apoyo interno, apoyo que sólo elites políticas nefastas (que toda nación latinoamericana tiene en su seno) pueden dar. Pero hay que diferenciar: dentro de la elite existen varios sectores: uno se encuentra también con empresarios de alta calidad, empresarios con una fuerte visión nacional y desarrollista. Pero cuando yo digo elite política, me estoy refiriendo a aquellos que deciden el destino del país.

Y Lula rememora los momentos en que esos grupos pusieron en jaque a la gran nación brasileña, orillando al suicidio a un primer mandatario, el presidente Getulio Vargas (1954); acosando, casi hasta el derrocamiento, al gobierno de Juscelino Kubitschek (1956-61), y deponiendo a su sucesor Joao Goulart mediante un golpe militar (1964).

Lula es cauto, pero tras los enfrentamientos recientes que ha tenido con los medios, acaba hablando claro:







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