El despertar
José Agustín Ortiz Pinchetti
jaorpin@yahoo.com.mx
Venenos y antídoto
Queridos amigos: admítanme un consejo: no dañen sus cerebros, no estropeen su conciencia. Expónganse lo menos posible al bombardeo mediático y a la chismografía política; son peores que el humo de cigarro y los imecas. No le crean a El Universal cuando dictamina que las cartas privadas que le envió AMLO a los miembros del PRD son propaganda pública e ilegal. Lean con lupa los periódicos. Oigan menos el radio y eviten la televisión. Pregúntense ¿de dónde viene la información política? Casi todos los periódicos son negocios vinculados con el gobierno. Desde hace más de 100 años están sometidos a quien manda, sea quien fuere. La radio y la televisión están controladas por oligopolios. Producen una ración de noticias y opiniones que consume a diario más de 85% de la población. Casi todos los materiales son tendenciosos. Ocultan, distorsionan, confunden. Hay alternativas excepcionales, pero el efecto de conjunto es impedir que se cumpla el derecho humano de información.
Déjenme darles un ejemplo: yo estuve involucrado en el episodio del desafuero. Cuando vi la película de Mandoki, Quién es el señor López, me di cuenta que había una multitud de hechos que no conocía, el bloqueo mediático me los ocultó. Asómbrense. Un tercio de la población no cree en lo que dicen los noticieros de televisión. El 80% desconfía de sus contenidos. Pero cualquiera, incluyendo a los opositores, estamos expuestos a un ambiente contaminado por el veneno de la mentira y el disimulo y nos afecta.
Lectores que me estiman me envían casi todas las semanas artículos escritos con iracundia contra AMLO. Casi nunca los comento. Pero hoy me voy a referir, muy brevemente, a dos:
1) Traidores al paredón, de Enrique Krauze (Reforma, 10 de febrero 2008). Krauze se refiere a la acusación de traición que hace AMLO a los que de modo hipócrita y artero trabajan por la privatización de la industria del petróleo. Krauze da una machincuepa y “descubre” en AMLO una voluntad de ¡fusilar a los privatizadores! Lo compara incluso con los sangrientos caudillos de la Revolución. ¡Va a asustar a las almas pías! Pero su análisis es en realidad una calumnia. AMLO nunca ha predicado la violencia y demostró su capacidad para contener la ira popular y conducirla por cauces civiles. Sus seguidores nunca han herido a nadie ni han roto un solo vidrio.
2) Sonríe, Denise, vamos a golpear. (D. Dresser, Proceso 3 de febrero 2008). Nos presenta a AMLO con el rostro contorsionado, y rabioso. Vengativo, sólo puede vivir golpeando a los demás. Incluso “confirma” el supuesto insulto a Ruth Zavaleta, una grotesca calumnia. Pero, ¿cual es la realidad? Quienes trabajamos con AMLO sabemos que su ánimo es excelente. Aunque es un opositor de verdad, no se propone vengarse de nadie. Tiene un espléndido sentido del humor y una voluntad pacifista. Le va bien: su movimiento está creciendo. Parafraseando a Dresser, diría yo que es un líder transformador que inspira a su gente, tiene una mira muy alta y prende donde va la esperanza. Es el único personaje que verdaderamente desafía el cinismo de la corrupta clase política.
Ni Krauze ni Dresser conocen a AMLO. Yo les recomiendo a ellos y a mis lectores que se pongan en contacto con la realidad. No es tan difícil. Observen los mítines que durante cuatro días de la semana realiza. No necesitan ir muy lejos. En estados cercanos al DF. Se darán cuenta cómo está renovando la política.
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