12 ene 2010




El humo blanquiazul






• El pragmatismo amarillo
• El dominó tricolor

A la familia Saba, con un solidario abrazo

Valiente es aquel, mi estimado, que no toma nota de sus miedos. Algo realmente particular sucede en ese curiosito inner circle presidencial donde no existe la realidad. Donde todo va bien y todo es fenomenal. Donde no ingresan los hechos, los análisis y las noticias que dibujan cada día la severa y vertiginosa descomposición que vulnera diversos tejidos abonando no sólo la arena de la confrontación y el encono sino el terreno de la inconformidad, de la molestia, de la protesta y de la insurrección social.

Y, parajodas de la vida política, my friend, el engrudo electoral comienza a hacerse simpáticas bolas con el tema de las mentadas coaliciones y/o alianzas, donde el partido en el poder (del no poder) tendrá que decidir con quién jugara en los estados donde le quieren disputar la hegemonía a las lacritas tricolores, o mejor aún, si se van a atrever a llevarle la contra a las lacritas tricolores.

Y en ese baile de la fiesta electoral, las otras lacras, las amarillas… también andan sopesando con absoluto pragmatismo (¿qué, hay de otro?) si es posible quitarse la cara de fuchi y entrar en un divertido faje con la PANdilla para poder lograr presencia en estados como Tamaulipas, Hidalgo, Oaxaca, y en el mediano plazo en el terruño del wannabe mexiquense, faena que se antoja de pronóstico reservado.

El primer quid es que el PRI tiene atractivos acuerdos cocinados con el gymboree (con minúsculas) y Los Pinos previo atraco legislativo del IVA y del aval de los imperdonables gasolinazos, donde es bastante probable que un porcentaje de esos recursos sean destinados a gobernadores priistas. El segundo nudo es que esta deteriorada PANdilla no tiene, digamos, la mejor de las famas en honrar los acuerdos, haiga sido como haiga sido. Lo encantador es que el PRD, PT y Convergencia no tienen perfiles de peso y con peso para darle la pelea limpia al bulldozer del PRI, que en voz de Sor Beatriz ya advirtió que tendrán carro completo en este próximo proceso electoral.

Aunque to be the enemy of fun, el divino pronóstico de la inmaculada Beatriz podría ser realidad si en el corral tricolor no tuvieran tantos problemas, jaloneos, pleitos y fracturas para la selección de candidatos. El botón más escandaloso y visible es Sinaloa, donde una foto dijo más de mil palabras y el riesgo del choque de trenes terminará beneficiando al PAN. En Oaxaca se ve lejano que los azules decidan ir de la mano del PRD, PT y Convergencia, aunque el primero ha dicho que ya está amarrado el sugestivo coctelito con todo y las confusas señales enviadas por el búnker panista. Sobre todo cuando ahí existen acuerdos muy sólidos que de no cumplirse, mi estimado, desencadenarán un importante efecto dominó para poner algunas piedritas en el camino legislativo de las cacareadas reformas pendientes que le urgen a este (des)gobierno… y sin el PRI se ve descomunalmente complicado que lleguen a buen puerto.

El escenario no es tan complejo como parece, así que para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo. El PRI decidió claudicar a ser verdadera oposición y ha ido de la mano y con el mismo antifaz del PAN en los temas que le han interesado a Felipe Calderón. Y en el camino el PRI ha olvidado promesas, ideología y vergüenza justificándose con el sonsonete de la ilustre responsabilidad, sabiendo que no dan paso sin huarache, pues.

Y la suela del huarache son los acuerdos. Los pactos. El precio político de haber bailado al son del peligroso juego del (des)gobierno de Felipe. Por eso en la encerrona azul de ayer, amable lector, el simpático jaloneo radicó en el deseo de Los Pinos por imponer, definir las reglas y con quién van a jugar.

Porque Felipe sabe el riesgo de fracturar la alianza con el PRI que sólo coadyuvará a su fracaso legislativo de sus mentadas reformas… aunque hará mucho más emocionante la adversidad hoy que los focos rojos tintinean descontrolados.

Pero no hay por qué agobiarse ya que no tarda en salir el humo blanquiazul de esa simpática incógnita en el tablero electoral, aunque en el fondo y las formas últimamente este PRI y el PAN han demostrado una escalofriante similitud que los terminará alineando. La cándida suspicacia es ¿hasta la bifurcación rumbo al 2012...?

O como dicen enfrente, my friend, ...es pregunta.








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