Se lanza SNTE contra sindicato del IPN

Patricia Muñoz y Karina Avilés

La Jornada

Dirigentes seccionales del magisterio acusaron que la recién toma de nota gremial carece de sustento pues no surgió de un proceso de elecciones.
México, DF. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), encabezado por Elba Esther Gordillo, lanzó una advertencia a los trabajadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que pretendan incorporarse a la nueva organización gremial, al señalar que esto no sólo significa una aventura política, sino un riesgo para el “disfrute cabal de todas sus prestaciones”.

Carlos Antonio Pérez, y Felipe González Villegas, dirigentes de las secciones 10 y 11 del sindicato del magisterio, fueron los encargados de fijar la posición institucional, en la que acusaron que la “toma de nota” que le otorgó el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA) al Sindicato Nacional de Trabajadores del Instituto Politécnico Nacional (SNTIPN), es resultado de un dictamen que no pasó por ningún proceso de elecciones.

Así, reiteraron que no habrá una “desbandada” de las filas del SNTE como lo pronosticó el líder de la nueva agrupación, Silvio Lira Mojica, y defendieron que el SNTE “tiene la titularidad de la relación laboral con la Secretaría de Educación Pública (SEP)”.

Esto es porque Lira Mojica adelantó que en febrero de 2009 pelearán por obtener el control del contrato colectivo de trabajo del IPN.

Los dirigentes seccionales promocionaron las bondades de estar bajo el cobijo del feudo de Elba Esther Gordillo, al hablar de “logros históricos en materia salarial, prestacional (sic) y de condiciones de trabajo”.

Citaron, incluso, los programas de basificación, rezonificación, retabulación de sueldos y prestaciones adicionales, como los grandes motivos por los que los trabajadores no tienen porque irse a buscar otro sindicato, pese a que éstos son derechos laborales.

En un exhorto que realizaron a sus compañeros para no abandonar las filas del SNTE, les pidieron “reflexionar” su decisión de incorporarse a cualquier otra organización “que signifique no sólo una aventura política y un riesgo para el disfrute cabal de todas sus prestaciones”.