Dinero
Ahora el miedo: ¿no hay dinero para la vacuna?
Presión extrema para que aprueben impuestos
Presión extrema para que aprueben impuestos
Zeferino
Enrique Galván Ochoa
Es de mal gusto –para decirlo con elegancia– que Felipe Calderón diga que no hay dinero para vacunar a todos contra la influenza humana. Obviamente es un argumento para atemorizar a la población y presionar al Congreso a fin de que apruebe los impuestos que propone para 2010. Es que el primer argumento no convenció. Eso de que el dinero se emplearía para combatir la pobreza sólo movió a las familias y las empresas (me refiero a las que sí pagan impuestos) a que se hicieran una pregunta: ¿cómo me quieren ayudar si me van a sacar dinero de la cartera? Y el otro cuento, que por cada peso que nos quiten nos van a regresar nueve, pues más bien causó risa. ¿Acaso tienen el poder de multiplicar los panes? Fox creía que sí: fue el primero en lanzar la idea, devolvería copeteado el dinero a los contribuyentes. Por poquito prospera aquel intento, lo apoyó la miss Gordillo, todavía jefa del priísmo en la Cámara de Diputados, pero el conflicto que desató con quienes se opusieron provocó su salida y la formación del Panal. Nada de lo que se ha intentado para gravar la comida y las medicinas ha tenido éxito hasta hoy. Calderón echa mano del recurso del miedo, que le dio resultado en las elecciones: o pagamos o no hay vacunas, porque el gobierno no tiene dinero. ¿De veras no hay dinero?
Los préstamos
Más bien se atienen a nuestra mala memoria. En mayo pasado, el Banco Mundial anunció la apertura de varias líneas de crédito al gobierno para que hiciera frente a la crisis. En total sumarían 5 mil millones de dólares este 2009, pero podrían aumentarse al doble en 2010. Entre esos financiamientos destaca uno por más de 200 millones de dólares para ayudar al país a “combatir el reciente brote de influenza porcina”, en palabras del presidente del organismo financiero, Robert Zoellick. Se utilizarían 25 millones para comprar medicamentos y equipos médicos, mientras que otros 180 millones serían para satisfacer necesidades a largo plazo. Otros préstamos aprobados: mil 503 millones de dólares al programa Oportunidades, mil 10 para la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), a fin de salvar de la bancarrota al mercado de viviendas, y 401 para el desarrollo de políticas para el medio ambiente. Además, el pasado mes de abril el Fondo Monetario Internacional dio a conocer que autorizó una solicitud de crédito del gobierno por 47 mil millones de dólares. Entonces, ¿no hay dinero para vacunar a todos? Aparte está el presupuesto de la Secretaría de Salud, por la nada despreciable suma de 11 mil millones de pesos, los recursos del IMSS, del Seguro Popular, del ISSSTE y de los institutos de salud de algunos gobiernos estatales.
“Rifle sanitario”
En 1947 –eran los días del alemanismo– México se vio atacado por un brote de fiebre aftosa. Afectó gravemente a la ganadería y fue necesario echar mano del “rifle sanitario” para acabar con las reses enfermas. Los rancheros se opusieron, hubo encuentros violentos con las autoridades. Se multiplicaron las denuncias por abusos y actos de corrupción. Sería lamentable que Calderón empleara un “rifle sanitario” mediático para doblar a los legisladores de oposición que se resisten al bolseo generalizado de las familias y las empresas (insisto, las que sí pagan impuestos). Sin embargo, para allá apunta el arma. Nunca reconocerán que en el fondo se trata de una disputa, un manoteo entre los gobernadores y el gobierno central para definir cómo se reparte la torta.
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Los préstamos
Más bien se atienen a nuestra mala memoria. En mayo pasado, el Banco Mundial anunció la apertura de varias líneas de crédito al gobierno para que hiciera frente a la crisis. En total sumarían 5 mil millones de dólares este 2009, pero podrían aumentarse al doble en 2010. Entre esos financiamientos destaca uno por más de 200 millones de dólares para ayudar al país a “combatir el reciente brote de influenza porcina”, en palabras del presidente del organismo financiero, Robert Zoellick. Se utilizarían 25 millones para comprar medicamentos y equipos médicos, mientras que otros 180 millones serían para satisfacer necesidades a largo plazo. Otros préstamos aprobados: mil 503 millones de dólares al programa Oportunidades, mil 10 para la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), a fin de salvar de la bancarrota al mercado de viviendas, y 401 para el desarrollo de políticas para el medio ambiente. Además, el pasado mes de abril el Fondo Monetario Internacional dio a conocer que autorizó una solicitud de crédito del gobierno por 47 mil millones de dólares. Entonces, ¿no hay dinero para vacunar a todos? Aparte está el presupuesto de la Secretaría de Salud, por la nada despreciable suma de 11 mil millones de pesos, los recursos del IMSS, del Seguro Popular, del ISSSTE y de los institutos de salud de algunos gobiernos estatales.
“Rifle sanitario”
En 1947 –eran los días del alemanismo– México se vio atacado por un brote de fiebre aftosa. Afectó gravemente a la ganadería y fue necesario echar mano del “rifle sanitario” para acabar con las reses enfermas. Los rancheros se opusieron, hubo encuentros violentos con las autoridades. Se multiplicaron las denuncias por abusos y actos de corrupción. Sería lamentable que Calderón empleara un “rifle sanitario” mediático para doblar a los legisladores de oposición que se resisten al bolseo generalizado de las familias y las empresas (insisto, las que sí pagan impuestos). Sin embargo, para allá apunta el arma. Nunca reconocerán que en el fondo se trata de una disputa, un manoteo entre los gobernadores y el gobierno central para definir cómo se reparte la torta.
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