¿Aliados?
Recomendarvotar ahora¿Qué significa que el PRD haga alianzas electorales con el PAN? Pues que está haciendo alianzas con el gobierno de Felipe Calderón, con este mismo como jefe de su partido. ¿Qué significa ese acercamiento político? Pues que se hace abstracción de la política gubernamental, la que se aplica de espaldas a los intereses populares y nacionales.
El debate no consiste en la factibilidad de alianzas entre izquierdas y derechas alrededor de objetivos comunes, sino en si hoy y aquí la izquierda puede llevar a cabo un acercamiento tan fuerte con un gobierno al que combate todo el tiempo y en todas partes debido a la política oficial.
Ahora resulta que esa línea de alianzas se puede aplicar en cualquier parte del país y en apoyo de cualquier candidato. Ya ni siquiera van a valer la atenuantes del caso de Oaxaca, sino que las relaciones PRD-PAN se podrán extender hacia cualquier territorio y, poco a poco, hacia cualquier aspecto de la vida política.
Esta desviación no es poca cosa. El pragmatismo de la mayoría de la dirección del PRD es tal que se convierte en un fuerte ataque a la izquierda. De nada servirá ésta si no lucha contra un programa de gobierno antipopular, antidemocrático, policiaco, antinacional, y a favor de una alternativa, de una propuesta política, la cual, por lo visto, está ausente en este momento en el PRD. ¿Cuál es el programa común del PRD y el PAN? Al parecer, un punto, ganarle al PRI, la otra derecha, para defender al gobierno de Calderón.
La línea política del PRI no difiere de la del PAN. Unos y otros partidos hacen lo mismo, más o menos. ¿Acaso la del PRD tampoco difiere de la del PAN? El PRI no se aliaría con el PAN, pero esto no se debe a divergencias programáticas, sino a que el PRI se presenta como una opción diferente, aunque no lo sea, es decir sólo para efectos de mantener sus gobiernos o disputar a Acción Nacional los puestos de elección popular. Y ahora resulta que quien sí puede ser una opción verdaderamente diferente del PAN, el PRD, realiza alianzas con aquel partido para borrar o al menos ocultar sus contradicciones con esa derecha.
Se trata de una política suicida, pues se puede lograr que tal o cual persona llegue a una gubernatura, pero no se podrá garantizar que el nuevo gobernador aplique una línea democrática y social. Cuando varios partidos hacen una alianza electoral y triunfan, integran un gobierno de coalición surgido de la misma coalición electoral. Si se trata de una alianza para integrar el poder Legislativo, entonces también en ése tendría que realizarse una coalición parlamentaria. Pero en ningún caso se ha pactado una coalición política, la cual, por otro lado, no funcionaría de ninguna manera, con lo cual se demuestra que la coalición electoral entre el PRD y el PAN no es una verdadera alianza que pueda ser defendida con argumentos válidos.
pgomez@milenio.com
El debate no consiste en la factibilidad de alianzas entre izquierdas y derechas alrededor de objetivos comunes, sino en si hoy y aquí la izquierda puede llevar a cabo un acercamiento tan fuerte con un gobierno al que combate todo el tiempo y en todas partes debido a la política oficial.
Ahora resulta que esa línea de alianzas se puede aplicar en cualquier parte del país y en apoyo de cualquier candidato. Ya ni siquiera van a valer la atenuantes del caso de Oaxaca, sino que las relaciones PRD-PAN se podrán extender hacia cualquier territorio y, poco a poco, hacia cualquier aspecto de la vida política.
Esta desviación no es poca cosa. El pragmatismo de la mayoría de la dirección del PRD es tal que se convierte en un fuerte ataque a la izquierda. De nada servirá ésta si no lucha contra un programa de gobierno antipopular, antidemocrático, policiaco, antinacional, y a favor de una alternativa, de una propuesta política, la cual, por lo visto, está ausente en este momento en el PRD. ¿Cuál es el programa común del PRD y el PAN? Al parecer, un punto, ganarle al PRI, la otra derecha, para defender al gobierno de Calderón.
La línea política del PRI no difiere de la del PAN. Unos y otros partidos hacen lo mismo, más o menos. ¿Acaso la del PRD tampoco difiere de la del PAN? El PRI no se aliaría con el PAN, pero esto no se debe a divergencias programáticas, sino a que el PRI se presenta como una opción diferente, aunque no lo sea, es decir sólo para efectos de mantener sus gobiernos o disputar a Acción Nacional los puestos de elección popular. Y ahora resulta que quien sí puede ser una opción verdaderamente diferente del PAN, el PRD, realiza alianzas con aquel partido para borrar o al menos ocultar sus contradicciones con esa derecha.
Se trata de una política suicida, pues se puede lograr que tal o cual persona llegue a una gubernatura, pero no se podrá garantizar que el nuevo gobernador aplique una línea democrática y social. Cuando varios partidos hacen una alianza electoral y triunfan, integran un gobierno de coalición surgido de la misma coalición electoral. Si se trata de una alianza para integrar el poder Legislativo, entonces también en ése tendría que realizarse una coalición parlamentaria. Pero en ningún caso se ha pactado una coalición política, la cual, por otro lado, no funcionaría de ninguna manera, con lo cual se demuestra que la coalición electoral entre el PRD y el PAN no es una verdadera alianza que pueda ser defendida con argumentos válidos.
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