Legisladores asistentes a la Reunión Interparlamentaria México-Cuba advirtieron a Carlos Navarrete –aquí con el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la isla, Ricardo Alarcón– que no es función de ellos atender la visita de Felipe Calderón a La Habana, que anunció Relaciones ExterioresFoto Reuters
Andrea Becerril y Gerardo Arreola
Enviada y corresponsal
La Habana, 19 de febrero. La 11 Reunión Interparlamentaria Cuba-México se inició hoy aquí, en medio de discrepancias entre los integrantes de la delegación mexicana, debido a que quien la encabeza, el presidente del Senado, Carlos Navarrete, afirmó durante la inauguración del encuentro que, con su presencia, los legisladores “pretenden pavimentar el camino” a la próxima visita de Felipe Calderón a la isla.
La afirmación fue rechazada por los coordinadores de los diputados perredistas, Alejandro Encinas; petistas, Pedro Vázquez, y de Convergencia, Pedro Jiménez, así como por el de los senadores del Partido del Trabajo, Ricardo Monreal.
El primero en deslindarse de lo dicho por Navarrete fue Monreal, quien en cuanto terminó la ceremonia de apertura del encuentro entre los parlamentarios de ambas naciones hizo pública una carta en la que expresó: “Nosotros no venimos a pavimentar el camino a quien no reconocemos, que ese trabajo lo haga la cancillería”.
El diputado petista Porfirio Muñoz Ledo advirtió: “los parlamentarios no somos motoconformadoras de los gobiernos”.
Más tarde, Encinas declaró que esa frase de Navarrete no se corresponde con el propósito y objetivo del encuentro, porque si bien buscan abonar a que se normalice por completo la relación con el gobierno de Raúl Castro, luego del daño provocado durante el sexenio de Vicente Fox, no es función de los legisladores atender la visita de Calderón a La Habana.
Navarrete habló ante el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcón; el embajador de México en la isla, Gabriel Jiménez Remus, y los demás legisladores participantes en la Interparlamentaria.
Expuso la grave situación económica que enfrentan ambas naciones, condenó el bloqueo económico contra la isla y expresó confianza en que la reunión recién iniciada “sirva de preámbulo del total y pronto restablecimiento integral de las relaciones entre los gobiernos de nuestros respectivos países”.
Agregó: “hemos sido informados por la cancillería mexicana de que se prepara una visita próxima del Presidente de México a tierras cubanas. Esta presencia nuestra pretende pavimentar el camino de esta visita”, porque “el Congreso mexicano tiene responsabilidades, y particularmente el Senado, en materia de política exterior y queremos ejercerlas”.
Después, al responder a las críticas de Monreal, expuso que ve difícil “estrechar las relaciones entre ambos países y mejorar el intercambio de experiencias, que mejore también nuestra cooperación económica, cultural, comercial y de amistad” si no se impulsa el encuentro entre Calderón y Castro.
Navarrete agregó que la pregunta central es si los legisladores mexicanos pretenden contribuir al pleno restablecimiento de las relaciones bilaterales.
“Mi impresión es que sí, y en tal sentido, un encuentro personal entre los presidentes de México y Cuba sería muy importante para tal objetivo”, abundó.
En entrevista, explicó que más allá de los matices entre fracciones, sólo colocó el tema en términos de definición, “de si queremos o no reanudación de relaciones plenas”.
De todas formas, Encinas, Monreal, Pedro Vázquez, Pedro Jiménez y otros legisladores firmaron el escrito de inconformidad con la postura de Navarrete.
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