México SA
Austeridad a manos llenas
Los Pinos: gasto prioritario
Crisis: macetas y galletitas
Los Pinos: gasto prioritario
Crisis: macetas y galletitas
Carlos Fernández-Vega
Como son tiempos de crisis todo se recorta: del presupuesto federal, hasta las participaciones y aportaciones a estados y municipios; de las plantillas de personal de base en el ámbito gubernamental, hasta la voluminosa nómina de servidores públicos contratados por honorarios; se restringen salarios, se recortan prestaciones, se trabaja con lo mínimo” y en “plena austeridad”, porque no hay de dónde agarrarse.
Cientos de miles de mexicanos han quedado en la calle, sin empleo y carentes de perspectivas de corto plazo para reingresar al mercado laboral. Las finanzas nacionales reportan tremendo “boquete” (Carstens dixit), mientras las estatales y municipales recurren a todo tipo de “ahorro” y hacen lo imposible para no sucumbir. “Es la crisis, y hay que apretarse el cinturón. Ni modo”, según dicen en los círculos gubernamentales.
Pero en este México sacudido existe un oasis que no ve ni oye lo que pasa fuera de sus muros, y que gasta los dineros públicos con holgura y sin gracia. Y ese México paradisiaco tiene su centro de acción en Los Pinos, en donde se gasta que da envidia, lo que minimiza el supuesto debate sobre el grueso estipendio de su principal inquilino y corifeos que lo acompañan, porque muchos creen que la mayor carga financiera para el erario es el voluminoso salario que, sin importar resultados, puntualmente recibe quien despacha en la oficina principal de la ex Hacienda de La Hormiga.
Pues bien, en calidad de consumidor de información y noticieros, el autor de estas líneas observaba en uno de ellos (Dicho en México, Efekto TV) una noticia relativa al dispendio registrado en Los Pinos en plena crisis económica, la cual, entre tantas otras cosas, ha provocado la cancelación de 700 mil empleos, o lo que es lo mismo, que igual número de mexicanos perdiera su ingreso y se sumara a las filas del desempleo, sin olvidar que en el primer bienio de calderonato (cuando oficialmente la crisis no existía) 6 millones adicionales se sumieron en la pobreza.
“¡No es posible!”, se dijo el autor de México SA, pues desde el inicio de su inquilinaje en Los Pinos el michoacano emitió un “decreto de austeridad” para “limitar” sueldos y gastos “superfluos”, siempre por el bien de la República. Pero, ¡sorpresa!, no sólo ha sido posible, sino insultante el gasto en la ex Hacienda de La Hormiga en plena crisis y en el bienio en el que, sin ella (versión oficial), 6 millones de mexicanos se sumaron a la pobreza. Los mexicanos son obligados a “amarrarse el cinturón”, pero otros se liberan de él.
Por ejemplo, en pleno “catarrito” los señores de Los Pinos se gastaron (todos recursos públicos) un millón 100 mil pesos (31 de marzo de 2009) en la compra de agua purificada “en botellas de 600 mililitros, 1.5 litros (378 mil 268.74 pesos pagados a Bonafont) y garrafones de 20 litros” (720 mil 463.5 pesos pagados a Electropura). En ambos casos, la adquisición fue por adjudicación directa, de acuerdo con la información del IFAI. Ese mismo día (31 de marzo de 2009) expidieron un cheque adicional por 160 mil pesos, para el mantenimiento de tinacos y cisternas; otro por un millón 799 mil pesos por la compra de “alimentos perecederos” y un tercero por 600 mil pesos para cubrir la compra de “quesos y lácteos”. El 4 de abril de 2009 gastaron 100 mil pesos “por pan” (el que se come) y otro tanto “por tortillas”, mientras que el 14 del mismo mes 265 mil 922 pesos adicionales “por alimentos perecederos”. En febrero, el día 4, hicieron un cheque por 180 mil pesos para adquirir “carnes, pollo, pescados y mariscos” (el total por los conceptos referidos equivale al salario mínimo mensual de 2 mil 655 mexicanos).
Con la economía en el suelo, el desempleo creciente, la pobreza al alza y el ingreso de los mexicanos evaporándose, los señores de la austeridad sólo pensaron en la estética y el buen gusto. Se gastaron 304 mil 773 pesos (11 de mayo de 2009) en el “mantenimiento de macetas y macetones”; 300 mil adicionales (18 de mayo de 2009) en el “mantenimiento de candiles”; 41 mil 262 pesos (22 de mayo de 2009) “por servicios de mantenimiento al parquet de la Sala Blanca de la residencia oficial de Los Pinos”; 304 mil 750 pesos (27 de febrero de 2009) por “artículos de protocolo”, y ya entrados 178 mil 957.25 pesos (26 de junio de 2009) en la “adquisición de boletos para circo (Atayde) para los hijos de los trabajadores de Presidencia de la República (de cero a 12 años)”.
Todo indica que las “galletas caseras” son las predilectas en Los Pinos. Con la crisis muchos mexicanos dejaron de hacer las tres comidas diarias y de milagro hacen una, pero en la residencia oficial se gastan los dineros públicos en golosinas: el 27 de febrero de 2009 erogaron 43 mil 65 pesos por “suministro de galletas tipo casero”, un consumo que aparece con frecuencia y con montos similares (por ejemplo, el 1 de mayo 2008, por igual concepto, pagaron 39 mil 960 pesos).
También tienen necesidades: entre enero y junio, erogaron 300 mil pesos “para arrendamiento de equipo de fotocopiado”; 41 mil 760 “por servicio de información estadística económica y financiera” (cargo en dólares); 231 mil 110 pesos “por servicios de diseño gráfico e interfaces web”; 284 mil 625 pesos “por prestación del servicio de información de mercados emergentes”; 885 mil 500 pesos “por servicios consistentes en el diplomado en planeación y estrategia participativa basado en el modelo de entrenamiento y certificación de facilitadores en planeación y estrategia participativa”; 107 mil 640 pesos “por servicios de capacitación consistentes en el curso técnico, análisis y traducción de textos políticos internacionales”; 207 mil pesos “por servicios de estudios sobre comportamiento de medios electrónicos”; 310 mil 500 pesos “por mantenimiento preventivo y correctivo y verificaciones a vehículos automotores”, más 242 mil 650 pesos “por mantenimiento preventivo y correctivo a motocicletas marcas Zanetti, Honda Shadow y Honda Rebel” y 67 mil 850 por “mantenimiento preventivo y correctivo a motocicletas marca Kawasaki Vulcan”; 2 millones 800 mil pesos “por licenciamiento no exclusivo y no traslativo de dominio de las bases de datos y programas de explotación que permiten realizar el monitoreo de medios en TV” (Ibope AGB México), y un millón 837 mil pesos por “servicios de estudios cualitativos para la evaluación de comunicación estratégica”.
Eso sí, ya aprobaron la Ley de Salarios Máximos.
Las rebanadas del pastel
En síntesis, “tengan su austeridad”, no sin subrayar que los anteriores sólo son ejemplos (2009) y que estos gustos y gastos se repiten a lo largo y ancho del gabinetazo.
Cientos de miles de mexicanos han quedado en la calle, sin empleo y carentes de perspectivas de corto plazo para reingresar al mercado laboral. Las finanzas nacionales reportan tremendo “boquete” (Carstens dixit), mientras las estatales y municipales recurren a todo tipo de “ahorro” y hacen lo imposible para no sucumbir. “Es la crisis, y hay que apretarse el cinturón. Ni modo”, según dicen en los círculos gubernamentales.
Pero en este México sacudido existe un oasis que no ve ni oye lo que pasa fuera de sus muros, y que gasta los dineros públicos con holgura y sin gracia. Y ese México paradisiaco tiene su centro de acción en Los Pinos, en donde se gasta que da envidia, lo que minimiza el supuesto debate sobre el grueso estipendio de su principal inquilino y corifeos que lo acompañan, porque muchos creen que la mayor carga financiera para el erario es el voluminoso salario que, sin importar resultados, puntualmente recibe quien despacha en la oficina principal de la ex Hacienda de La Hormiga.
Pues bien, en calidad de consumidor de información y noticieros, el autor de estas líneas observaba en uno de ellos (Dicho en México, Efekto TV) una noticia relativa al dispendio registrado en Los Pinos en plena crisis económica, la cual, entre tantas otras cosas, ha provocado la cancelación de 700 mil empleos, o lo que es lo mismo, que igual número de mexicanos perdiera su ingreso y se sumara a las filas del desempleo, sin olvidar que en el primer bienio de calderonato (cuando oficialmente la crisis no existía) 6 millones adicionales se sumieron en la pobreza.
“¡No es posible!”, se dijo el autor de México SA, pues desde el inicio de su inquilinaje en Los Pinos el michoacano emitió un “decreto de austeridad” para “limitar” sueldos y gastos “superfluos”, siempre por el bien de la República. Pero, ¡sorpresa!, no sólo ha sido posible, sino insultante el gasto en la ex Hacienda de La Hormiga en plena crisis y en el bienio en el que, sin ella (versión oficial), 6 millones de mexicanos se sumaron a la pobreza. Los mexicanos son obligados a “amarrarse el cinturón”, pero otros se liberan de él.
Por ejemplo, en pleno “catarrito” los señores de Los Pinos se gastaron (todos recursos públicos) un millón 100 mil pesos (31 de marzo de 2009) en la compra de agua purificada “en botellas de 600 mililitros, 1.5 litros (378 mil 268.74 pesos pagados a Bonafont) y garrafones de 20 litros” (720 mil 463.5 pesos pagados a Electropura). En ambos casos, la adquisición fue por adjudicación directa, de acuerdo con la información del IFAI. Ese mismo día (31 de marzo de 2009) expidieron un cheque adicional por 160 mil pesos, para el mantenimiento de tinacos y cisternas; otro por un millón 799 mil pesos por la compra de “alimentos perecederos” y un tercero por 600 mil pesos para cubrir la compra de “quesos y lácteos”. El 4 de abril de 2009 gastaron 100 mil pesos “por pan” (el que se come) y otro tanto “por tortillas”, mientras que el 14 del mismo mes 265 mil 922 pesos adicionales “por alimentos perecederos”. En febrero, el día 4, hicieron un cheque por 180 mil pesos para adquirir “carnes, pollo, pescados y mariscos” (el total por los conceptos referidos equivale al salario mínimo mensual de 2 mil 655 mexicanos).
Con la economía en el suelo, el desempleo creciente, la pobreza al alza y el ingreso de los mexicanos evaporándose, los señores de la austeridad sólo pensaron en la estética y el buen gusto. Se gastaron 304 mil 773 pesos (11 de mayo de 2009) en el “mantenimiento de macetas y macetones”; 300 mil adicionales (18 de mayo de 2009) en el “mantenimiento de candiles”; 41 mil 262 pesos (22 de mayo de 2009) “por servicios de mantenimiento al parquet de la Sala Blanca de la residencia oficial de Los Pinos”; 304 mil 750 pesos (27 de febrero de 2009) por “artículos de protocolo”, y ya entrados 178 mil 957.25 pesos (26 de junio de 2009) en la “adquisición de boletos para circo (Atayde) para los hijos de los trabajadores de Presidencia de la República (de cero a 12 años)”.
Todo indica que las “galletas caseras” son las predilectas en Los Pinos. Con la crisis muchos mexicanos dejaron de hacer las tres comidas diarias y de milagro hacen una, pero en la residencia oficial se gastan los dineros públicos en golosinas: el 27 de febrero de 2009 erogaron 43 mil 65 pesos por “suministro de galletas tipo casero”, un consumo que aparece con frecuencia y con montos similares (por ejemplo, el 1 de mayo 2008, por igual concepto, pagaron 39 mil 960 pesos).
También tienen necesidades: entre enero y junio, erogaron 300 mil pesos “para arrendamiento de equipo de fotocopiado”; 41 mil 760 “por servicio de información estadística económica y financiera” (cargo en dólares); 231 mil 110 pesos “por servicios de diseño gráfico e interfaces web”; 284 mil 625 pesos “por prestación del servicio de información de mercados emergentes”; 885 mil 500 pesos “por servicios consistentes en el diplomado en planeación y estrategia participativa basado en el modelo de entrenamiento y certificación de facilitadores en planeación y estrategia participativa”; 107 mil 640 pesos “por servicios de capacitación consistentes en el curso técnico, análisis y traducción de textos políticos internacionales”; 207 mil pesos “por servicios de estudios sobre comportamiento de medios electrónicos”; 310 mil 500 pesos “por mantenimiento preventivo y correctivo y verificaciones a vehículos automotores”, más 242 mil 650 pesos “por mantenimiento preventivo y correctivo a motocicletas marcas Zanetti, Honda Shadow y Honda Rebel” y 67 mil 850 por “mantenimiento preventivo y correctivo a motocicletas marca Kawasaki Vulcan”; 2 millones 800 mil pesos “por licenciamiento no exclusivo y no traslativo de dominio de las bases de datos y programas de explotación que permiten realizar el monitoreo de medios en TV” (Ibope AGB México), y un millón 837 mil pesos por “servicios de estudios cualitativos para la evaluación de comunicación estratégica”.
Eso sí, ya aprobaron la Ley de Salarios Máximos.
Las rebanadas del pastel
En síntesis, “tengan su austeridad”, no sin subrayar que los anteriores sólo son ejemplos (2009) y que estos gustos y gastos se repiten a lo largo y ancho del gabinetazo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario