“Puras mamadas” dicen en Milenio de lo que hace el SME
Federico Arreola
En el siguiente texto voy a usar el lenguaje que este lunes exhibieron Carlos Marín y Ciro Gómez Leyva al hablar del SME.
Carta a Ciro Gómez Leyva y Carlos Marín:
Ya no se hagan pendejos. Ustedes saben que son un par de periodistas chafas. Cuando los contraté para trabajar en Milenio lo hice porque se suponía que eran dos reporteros habituados a enfrentarse al poder. Lo fueron en algún momento, pero ya no lo son. Ahora son un par de lambiscones que no merecen respeto.
Realmente son ustedes muy ingenuos si creen que la gente se va a tragar lo que hoy escribieron sobre el SME. No por el contenido de sus columnas, sino por la forma ruin con que se han expresado.
Dice Marín que el SME anda haciendo “puras mamadas”. Mamadas son de las que ha vivido Marín en los últimos años. No tienes derecho, Carlos, a expresarte de ese modo majadero de un sindicato que simplemente lucha en gran desventaja contra el estado, menos aún porque tus bravatas las lanzas desde la impunidad que te da tu posición en medios al servicio del gobierno. Al margen de si el SME se ha equivocado o no al cuestionar a Milenio (creo que sí, sin duda), su lucha es respetable, mientras que tu pobre periodismo entregado a los de arriba es absolutamente indigno.
Y Ciro, el pobre Ciro. Le niega el derecho al SME de exigirle reciprocidad. Porque el SME apoyó a Ciro cuando este y Javier Moreno Valle lucharon en franca desventaja contra el gobierno de Fox. En ese tiempo, Ciro, tus “compas” del SME (usas esa palabra para burlarte de ellos, no tienes madre); en ese tiempo, el SME no se puso a analizar si TV Azteca podía tener o no razón en su litigio contra el Canal 40. El SME simplemente apoyó al débil, que es lo que hacen las instituciones y las personas honorables cuando se involucran en conflictos ajenos.
El SME, seguramente en la forma equivocada, lo único que ha hecho es exigirle a Milenio buen periodismo. Pero Milenio, en vez de simplemente mostrar con hechos que todavía sabe lo que eso significa, respondió con “puras mamadas” a los “compas” electricistas. La miseria del periodismo.
Y todavía se preguntan Ciro y Marín por qué la gente los desprecia. Les doy la respuesta: por arrastrados y mamones.
Carta a Ciro Gómez Leyva y Carlos Marín:
Ya no se hagan pendejos. Ustedes saben que son un par de periodistas chafas. Cuando los contraté para trabajar en Milenio lo hice porque se suponía que eran dos reporteros habituados a enfrentarse al poder. Lo fueron en algún momento, pero ya no lo son. Ahora son un par de lambiscones que no merecen respeto.
Realmente son ustedes muy ingenuos si creen que la gente se va a tragar lo que hoy escribieron sobre el SME. No por el contenido de sus columnas, sino por la forma ruin con que se han expresado.
Dice Marín que el SME anda haciendo “puras mamadas”. Mamadas son de las que ha vivido Marín en los últimos años. No tienes derecho, Carlos, a expresarte de ese modo majadero de un sindicato que simplemente lucha en gran desventaja contra el estado, menos aún porque tus bravatas las lanzas desde la impunidad que te da tu posición en medios al servicio del gobierno. Al margen de si el SME se ha equivocado o no al cuestionar a Milenio (creo que sí, sin duda), su lucha es respetable, mientras que tu pobre periodismo entregado a los de arriba es absolutamente indigno.
Y Ciro, el pobre Ciro. Le niega el derecho al SME de exigirle reciprocidad. Porque el SME apoyó a Ciro cuando este y Javier Moreno Valle lucharon en franca desventaja contra el gobierno de Fox. En ese tiempo, Ciro, tus “compas” del SME (usas esa palabra para burlarte de ellos, no tienes madre); en ese tiempo, el SME no se puso a analizar si TV Azteca podía tener o no razón en su litigio contra el Canal 40. El SME simplemente apoyó al débil, que es lo que hacen las instituciones y las personas honorables cuando se involucran en conflictos ajenos.
El SME, seguramente en la forma equivocada, lo único que ha hecho es exigirle a Milenio buen periodismo. Pero Milenio, en vez de simplemente mostrar con hechos que todavía sabe lo que eso significa, respondió con “puras mamadas” a los “compas” electricistas. La miseria del periodismo.
Y todavía se preguntan Ciro y Marín por qué la gente los desprecia. Les doy la respuesta: por arrastrados y mamones.
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