Dinero
La tragedia mexicana revive en Grecia
El legionario y la señora Marta
Las Hummer a revisión
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Las Hummer a revisión
Enrique Galván Ochoa
Del cielo al infierno
Estaba en camino de ser llevado a los altares para que figurara en el coro de los ángeles y los arcángeles, sin embargo, hoy el “padre” Marcial Maciel ha sido defenestrado por el Vaticano. El cardenal Sandoval Íñiguez lo califica como un sujeto de “doble personalidad”, un “sicópata”. Advierte que los fundadores de otras órdenes religiosas son considerados santos, pero el único mexicano que ha creado una resultó un engendro del mal. Nadie ha salido en su defensa, ni siquiera Marta Sahagún, la que en otros tiempos se ufanaba de ser su sobrina. “El líder de los legionarios, acusado de pederastia –escribió María Scherer Ibarra en Proceso– tiene una espléndida relación con la familia Fox. Al padre de Marta Sahagún, Alberto Sahagún de la Parra, Maciel lo conoce desde niño; ambos nacieron en Cotija, Michoacán. Según el libro La prodigiosa aventura de los Legionarios de Cristo, del colombiano Alfonso Torres Robles, Marta Sahagún fue una de las fundadoras de Regnum Christi, el brazo seglar de los legionarios en Celaya. Y agrega: “Especialistas en asuntos religiosos, como Bernardo Barranco, sostienen que Marta Sahagún fue la puerta de entrada de los legionarios de Cristo al equipo foxista”. Por otro lado, existe la presunción de que la señora Marta los apoyó económicamente. El legionario se convirtió en el promotor de la anulación de los respectivos matrimonios religiosos de Vicente Fox con Lilián de la Concha y de Marta Sahagún con Manuel Bribiesca. Ahora que se conoce cómo Maciel corrompía con dinero a la alta jerarquía del Vaticano, procedería abrir una investigación sobre el origen del dinero. No sería una sorpresa que hubiera salido de alguna partida gubernamental. No sucederá. La PGR es la tumba donde se entierra lo sucio del panismo.
Del cielo al infierno
Estaba en camino de ser llevado a los altares para que figurara en el coro de los ángeles y los arcángeles, sin embargo, hoy el “padre” Marcial Maciel ha sido defenestrado por el Vaticano. El cardenal Sandoval Íñiguez lo califica como un sujeto de “doble personalidad”, un “sicópata”. Advierte que los fundadores de otras órdenes religiosas son considerados santos, pero el único mexicano que ha creado una resultó un engendro del mal. Nadie ha salido en su defensa, ni siquiera Marta Sahagún, la que en otros tiempos se ufanaba de ser su sobrina. “El líder de los legionarios, acusado de pederastia –escribió María Scherer Ibarra en Proceso– tiene una espléndida relación con la familia Fox. Al padre de Marta Sahagún, Alberto Sahagún de la Parra, Maciel lo conoce desde niño; ambos nacieron en Cotija, Michoacán. Según el libro La prodigiosa aventura de los Legionarios de Cristo, del colombiano Alfonso Torres Robles, Marta Sahagún fue una de las fundadoras de Regnum Christi, el brazo seglar de los legionarios en Celaya. Y agrega: “Especialistas en asuntos religiosos, como Bernardo Barranco, sostienen que Marta Sahagún fue la puerta de entrada de los legionarios de Cristo al equipo foxista”. Por otro lado, existe la presunción de que la señora Marta los apoyó económicamente. El legionario se convirtió en el promotor de la anulación de los respectivos matrimonios religiosos de Vicente Fox con Lilián de la Concha y de Marta Sahagún con Manuel Bribiesca. Ahora que se conoce cómo Maciel corrompía con dinero a la alta jerarquía del Vaticano, procedería abrir una investigación sobre el origen del dinero. No sería una sorpresa que hubiera salido de alguna partida gubernamental. No sucederá. La PGR es la tumba donde se entierra lo sucio del panismo.
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