26 ene 2010



Foto Cabañas el Bar Bar Carmen Aristegui y aquella foto del primer Milenio



Federico Arreola


Una persona que conozco estuvo en el Bar Bar durante la madrugada en la que balearon a Salvador Cabañas. Me contó lo que vio. Obviamente, me pidió no dar a conocer su nombre, y respeto su decisión. Aquí su historia:


“El futbolista Salvador Cabañas llegó al Bar Bar aproximadamente a las 3:30 AM del lunes. Se sentó en una mesa cercana a la mía con su esposa y otras personas. Durante más de una hora no pasó nada raro. La de ellos, como la nuestra, era una convivencia normal. Nada fuera de lo común en un antro como el mencionado. Más o menos a las 4:45 AM todo se alteró. Los acompañantes del futbolista del América bajaron corriendo; hasta donde recuerdo los baños están abajo. Me dio la impresión de que al hacerlo pensaban que se trataba de una riña a golpes, pero enseguida empezaron a gritar “¡Mataron a Cabañas, mataron a Cabañas!”. Muchos de los otros clientes, asustados, empezaron a salir. Nadie intentó detenerlos, es decir, detenernos. El Bar Bar tiene pocos empleados que, si lo hubieran intentado, se habrían visto rebasados por quienes decidimos abandonar el lugar. Escuché la ambulancia llegar al Bar Bar, pero ya para las 5:30 AM abandoné definitivamente la zona. Quisiera destacar lo siguiente acerca del Bar Bar, según lo percibí: Al momento de la agresión contra Cabañas había mucha gente, ya que el domingo es el día que este lugar, supuestamente, se pone mejor. En teoría sí revisan a la gente en la entrada, pero si eres alguien conocido te dejan pasar sin revisión. Los lunes, contra todos los reglamentos vigentes, invariablemente al Bar Bar cierra alrededor de las 8:00 AM”.


En www.sdpnoticias.com publicamos el lunes temprano la noticia de que Salvador Cabañas había sido agredido en el Bar Bar. Alrededor de las 8: AM la agencia Cuartoscuro, con la que tenemos un convenio de prestación de servicios, envió una fotografía del futbolista herido. La publicamos con toda naturalidad, es decir, como se publican a diario imágenes de numerosas personas lastimadas por hechos violentos en todo el mundo. A las 9:20 AM, mientras me trasladaba de Polanco a Tlalpan para una entrevista en el Canal 22, pude advertir en Twitter, a través de mi BlackBerry, que algunos tuiteros nos calificaban de amarillistas por haber difundido tal foto. Durante una media hora respondí a las críticas defendiendo el hecho de que la foto era periodística y que, por tal motivo, se debía publicar.


Antes de que terminara su noticiario en MVS Radio, cuando yo llegaba a las instalaciones de Canal 22, la señora Carmen Aristegui, sin duda la mejor periodista de México, dijo, y la escuché mientras tuiteaba, que había un debate en Twitter en el que yo participaba por la fotografía publicada en www.sdpnoticias.com. Carmen dio a entender que la foto era una exclusiva nuestra, y por el enorme impacto que tiene su programa, rápidamente el hecho fue conocido en todos los otros noticiarios de radio mexicanos que lo mencionaron y aun en el extranjero. A partir del comentario de Aristegui, nos llamaron de muchos medios de América del Sur y de Europa para pedirnos información sobre la foto de Cabañas. Como algunos de esos medios extranjeros publicaron en sus páginas web la dirección de www.sdpnoticias.com antes de la una tarde ya habíamos recibido cientos de miles de visitas únicas, que según los pronósticos de los certificadores de internet iban a rebasar el millón antes de que finalizara el lunes. Una parte importante del tráfico hacia www.sdpnoticias.com se generó gracias a los comentarios, hirientes y malintencionados en nuestra contra, que hicieron algunos comentaristas deportivos de ESPN. Por eso foto fuimos muy agredidos quienes trabajamos en www.sdpnoticias.com. Yo mismo recibí, por teléfono, en Twitter y por correo electrónico, decenas de amenazas de muerte de supuestos seguidores del equipo América enojados por lo que habíamos hecho.


Al mediodía, el sitio de Internet más visitado de México, www.mediotiempo.com, dio a conocer la muerte de Salvador Cabañas. Nosotros, en www.sdpnoticias.com así lo dijimos, citando desde luego a esa página web. Más tardamos en publicar la nota que www.mediotiempo.com en borrarla sin dar ninguna explicación. Esto motivo otra oleada de agresiones en nuestra contra y, por supuesto, más amenazas de individuos que se decían hinchas del América. En fin.


Ese incidente me hizo recordar el nacimiento de la revista Milenio Semanal en 1997. El editor de la sección “Mil cosas más”, Fernando Rivera Calderón, un tipo talentoso con un sentido del humor muy especial, le pidió a una reportera, Verónica Maza, creo, que hiciera una crónica de cómo es un día en la morgue del Distrito Federal. Ella cumplió con su trabajo con tanta fortuna que, mientras se paseaba entre los muertos, pudo ver que llegaba el cadáver del hermano del entonces secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz. Este hombre murió, hay que recordarlo, en un extraño asalto afuera de su domicilio en la Ciudad de México. Verónica escribió un texto que llamó: “No todos los muertos son iguales” en el que hacía referencia al hecho de que el señor Ortiz, por su importancia, había recibido un trato distinto al de los otros asesinados de esa jornada. El reportaje se publicó en el primer número de la revista con una errata: “No todos los muertos son igua…” y fue ilustrado con una foto de un cadáver que mucha gente supuso era el del hermano de Guillermo Ortiz. Fuimos muy criticados por esa foto. Ortiz tardó años en olvidar el agravio. Entiendo que a él le haya lastimado lo que hicimos, que para nosotros fue simplemente nuestro trabajo.

El lunes me preguntaron los tuiteros si yo permitiría que se publicara la foto de un familiar mío asesinado. Si se tratase de una figura pública, me dolería que los medios difundieran su imagen, sin duda. Pero no podría criticarlos por falta de profesionalismo. A los que estuvimos cerca de Luis Donaldo Colosio nos lastimó ver tantas veces la foto y el video de su asesinato, pero era inevitable que se difundieran. Ni hablar, la gente tiene derecho a saber
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