El plumazo de Zacatecas
La destreza del arreglón
• Vive México el SXXI
Todo delito no castigado, mi estimado, engendra una sucesión de delitos. Este año se cumple una década de una PANdilla en el poder (del no poder). Una década perdida. Basta ver los resultados en rubros como la pobreza, la corrupción, la impunidad, el tráfico de influencias, el crecimiento económico y la pérdida de liderazgo de México en el tablero geopolítico latinoamericano. Basta escuchar a Premios Nobel, a especialistas y analistas para comprender la magnitud del daño que se le ha cimentado al país.
• Vive México el SXXI
Todo delito no castigado, mi estimado, engendra una sucesión de delitos. Este año se cumple una década de una PANdilla en el poder (del no poder). Una década perdida. Basta ver los resultados en rubros como la pobreza, la corrupción, la impunidad, el tráfico de influencias, el crecimiento económico y la pérdida de liderazgo de México en el tablero geopolítico latinoamericano. Basta escuchar a Premios Nobel, a especialistas y analistas para comprender la magnitud del daño que se le ha cimentado al país.
( Y ojalá comprendan que el PRI no es la solución , que no podemos darnos el lujo de volver a vivir 70 años de asesinatos , de desaparecidos , de corrupción y de impunidad . Sólo existe una opción para empezar a reconstruir este país . ustedes saben cual es ) .
Lo espléndido, my friend, fue que al sacar a las tepocatas de Los Pinos, Vicente Fox tiró por la borda una oportunidad histórica de construir un capítulo fundamental en nuestra democracia. Pero el poder lo enloqueció, lo estresó, lo deprimió, lo empastilló y comenzó una era de prozaica desvergüenza, de decadencia y de una constante ruta para aplastar el Estado de Derecho para después, haiga sido como haiga sido, convertirlo en el derecho de su achispado estado para atropellar a los adversarios.
En el colmo de predicar sistemáticamente con el ejemplo de la impunidad, el gymboree (con minúsculas) y su emocionado jefecito han logrado destapar las cloacas de la miseria política de los que gobiernan y se pliegan a los intereses de Los Pinos. La corrupción es por mucho el cáncer que corroe a los que llegan al poder. Tirios y troyanos. Nadie escapa y todos se vuelven iguales. Los partidos políticos y sus líderes vividores de nuestros impuestos se alejan del electorado, de sus principios y prostituyen el arte de la política por la destreza del arreglón.
PRI y PAN han demostrado, a partir del pasado 5 de julio, ser lo mismo. Y el 2012 no será una elección, amable lector, sino un referéndum. La ciudadanía decidirá, después de ser constantemente asaltada, ultrajada y olvidada por the usual suspects si querrá seis años más de lo mismo.
Lo inédito en este contaminado esquema bipartidista de los pactos en lo oscurito no es que sean los mismos villanos favoritos los que muevan la cuna, sino el ilustre talento y la predisposición de las lacras amarillas por inclinarse jugando al Tío Lolo atropellando la ley.
En el México del SXXI, el trasero de Alejandra Guzmán es más importante que el asesinato de 49 indefensos chiquitos quemados vivos en una guardería en Hermosillo gracias, en primer lugar, a la negligencia de los dueños, donde empieza la cadena del (retrete) abuso. La muerte de 65 mineros aplastados en Pasta de Conchos por negligencia empresarial. Dos visibles tragedias en dos sexenios de esta PANdilla, donde se decidió arropar, proteger y salvaguardar a los poderosos.
Y para estar acorde con ese surrealismo esbozado por este (des)gobierno el PRD no puede quedarse atrás en esa estela de corrupción y de sangre. El homicidio a batazos de Juventino Flores Salazar en Fresnillo en un enfrentamiento premeditado por un grupo de choque de la empresa Peñoles, operado —según testimonios en la averiguación— por Carlos Pavón, desencadenó una minuciosa investigación de la Procuraduría estatal de Zacatecas, donde Amalia García ha develado su espantoso, perdón, horroroso rostro. Ese de la justicia con gracia para… sus aliados de Peñoles y que se jodan los mineros.
El fallo para ejercer la acción penal en contra de los revoltosos que incluyó simpáticas declaraciones de cómo estuvo armado el zafarrancho, las periciales de los tubos —todos idénticos— utilizados, fotografías, videos y testimonios han sido desechados y con ese estupendo desparpajo una juez negó las órdenes de aprehensión argumentando… la inexistencia de TODOS los hechos ocurridos. De las lesiones, del daño a las cosas, de la muerte de un minero, de las agresiones cuando está acreditado todo en la averiguación… o sea, de un plumazo desapareció el suceso.
¡Chingooooón!
Pero como ya se susurra en los corrillos jurídicos de la empresa que le co$$tó mucho a Peñoles darle flit al delicado expediente que compromete a Carlos Pavón para los planes futuros con Grupo México de aplastar a Gómez Urrutia y su sindicato, los funcionarios del gobierno de García han jugado un papel estelar. Un rol digno de la izquierda mexicana demostrando que sí, efectivamente, el poder los hace iguales.
Amalia (junto con Lázaro Cárdenas en Michoacán) tiene las manos manchadas de sangre minera en donde lo único exigido fue justicia.
Igual que 49 familias desoladas en Hermosillo… igual que 65 familias olvidadas en Pasta de Conchos… igual que entristecidas familias en Ciudad Juárez…
Ese, my friend, es el México del SXXI.
gomezalce@aol.com
Lo espléndido, my friend, fue que al sacar a las tepocatas de Los Pinos, Vicente Fox tiró por la borda una oportunidad histórica de construir un capítulo fundamental en nuestra democracia. Pero el poder lo enloqueció, lo estresó, lo deprimió, lo empastilló y comenzó una era de prozaica desvergüenza, de decadencia y de una constante ruta para aplastar el Estado de Derecho para después, haiga sido como haiga sido, convertirlo en el derecho de su achispado estado para atropellar a los adversarios.
En el colmo de predicar sistemáticamente con el ejemplo de la impunidad, el gymboree (con minúsculas) y su emocionado jefecito han logrado destapar las cloacas de la miseria política de los que gobiernan y se pliegan a los intereses de Los Pinos. La corrupción es por mucho el cáncer que corroe a los que llegan al poder. Tirios y troyanos. Nadie escapa y todos se vuelven iguales. Los partidos políticos y sus líderes vividores de nuestros impuestos se alejan del electorado, de sus principios y prostituyen el arte de la política por la destreza del arreglón.
PRI y PAN han demostrado, a partir del pasado 5 de julio, ser lo mismo. Y el 2012 no será una elección, amable lector, sino un referéndum. La ciudadanía decidirá, después de ser constantemente asaltada, ultrajada y olvidada por the usual suspects si querrá seis años más de lo mismo.
Lo inédito en este contaminado esquema bipartidista de los pactos en lo oscurito no es que sean los mismos villanos favoritos los que muevan la cuna, sino el ilustre talento y la predisposición de las lacras amarillas por inclinarse jugando al Tío Lolo atropellando la ley.
En el México del SXXI, el trasero de Alejandra Guzmán es más importante que el asesinato de 49 indefensos chiquitos quemados vivos en una guardería en Hermosillo gracias, en primer lugar, a la negligencia de los dueños, donde empieza la cadena del (retrete) abuso. La muerte de 65 mineros aplastados en Pasta de Conchos por negligencia empresarial. Dos visibles tragedias en dos sexenios de esta PANdilla, donde se decidió arropar, proteger y salvaguardar a los poderosos.
Y para estar acorde con ese surrealismo esbozado por este (des)gobierno el PRD no puede quedarse atrás en esa estela de corrupción y de sangre. El homicidio a batazos de Juventino Flores Salazar en Fresnillo en un enfrentamiento premeditado por un grupo de choque de la empresa Peñoles, operado —según testimonios en la averiguación— por Carlos Pavón, desencadenó una minuciosa investigación de la Procuraduría estatal de Zacatecas, donde Amalia García ha develado su espantoso, perdón, horroroso rostro. Ese de la justicia con gracia para… sus aliados de Peñoles y que se jodan los mineros.
El fallo para ejercer la acción penal en contra de los revoltosos que incluyó simpáticas declaraciones de cómo estuvo armado el zafarrancho, las periciales de los tubos —todos idénticos— utilizados, fotografías, videos y testimonios han sido desechados y con ese estupendo desparpajo una juez negó las órdenes de aprehensión argumentando… la inexistencia de TODOS los hechos ocurridos. De las lesiones, del daño a las cosas, de la muerte de un minero, de las agresiones cuando está acreditado todo en la averiguación… o sea, de un plumazo desapareció el suceso.
¡Chingooooón!
Pero como ya se susurra en los corrillos jurídicos de la empresa que le co$$tó mucho a Peñoles darle flit al delicado expediente que compromete a Carlos Pavón para los planes futuros con Grupo México de aplastar a Gómez Urrutia y su sindicato, los funcionarios del gobierno de García han jugado un papel estelar. Un rol digno de la izquierda mexicana demostrando que sí, efectivamente, el poder los hace iguales.
Amalia (junto con Lázaro Cárdenas en Michoacán) tiene las manos manchadas de sangre minera en donde lo único exigido fue justicia.
Igual que 49 familias desoladas en Hermosillo… igual que 65 familias olvidadas en Pasta de Conchos… igual que entristecidas familias en Ciudad Juárez…
Ese, my friend, es el México del SXXI.
gomezalce@aol.com
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