Unos dicen que es oportunista; otros, que es la opción contra el PRI
Candidatura de Cué en Oaxaca divide a perredistas y panistas
Candidatura de Cué en Oaxaca divide a perredistas y panistas
Agustín Galo Samario
Oaxaca, Oax, 23 de enero. Debido a que otrora fue cercano a Andrés Manuel López Obrador y hoy hace todo lo posible por revertir ese hecho; incluso busca una entrevista con Felipe Calderón Hinojosa, el senador Gabino Cué Monteagudo concita el rechazo en algunos sectores panistas y perredistas, que lo ven como un oportunista y, por tanto, rechazan que encabece la candidatura única opositora al gobierno de Oaxaca, que estará en juego el 4 de julio.
En Oaxaca todos están de acuerdo en que el sistema priísta no da para más. Amador Jara, líder del PRD, asegura que si no logran derrotar al PRI puede haber un estallido social; Carlos Moreno Alcántara, del PAN, dice que la entidad ya no puede vivir más en el modelo autoritario de hace 40 años; y Mario Arturo Mendoza Flores, de Convergencia, señala que “los gobiernos priístas nos han robado los recursos, pero no la esperanza. El 2010 será el año de la alternancia”.
En el Partido del Trabajo (PT) lo entendieron así mucho antes. Tenían tomada la decisión desde agosto, cuando López Obrador estaba por iniciar una visita al estado que duró tres meses y en la cual se placearon el propio Cué Monteagudo, del partido Convergencia, y el también senador Salomón Jara Cruz, del PRD, entre otros aspirantes que pronto quedaron atrás en las preferencias políticas: los panistas Pablo Arnaud Carreño, ex alcalde de la capital; Huberto Aldaz Hernández, delegado de Sedesol, y Gerardo García Henestroza, diputado local, entre otros.
Quienes impulsan a Cué Monteagudo (Convergencia, donde milita, y el PT, además de un sector del PRD) están convencidos de que el escenario está listo para acabar con los gobiernos priístas: los problemas que agobian a los oaxaqueños y un conflicto social, el de 2006, que dejó muertos, desaparecidos, presos, heridos y pérdidas económicas, marcó la conciencia de muchos.
Pero los opositores al senador de Convergencia dicen que ganar la gubernatura sería como instalar en Oaxaca la plataforma de despegue del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal para los comicios presidenciales de 2012. Por eso le complican la candidatura.
Primero fue el rumor de que se había reunido con Calderón Hinojosa el lunes 18 o el martes 19 de enero, lo que fue interpretado en Convergencia y PT como un intento por sacarlo de la carrera.
Las miradas se centraron en el PAN y en quienes en el sol azteca simpatizan con la corriente de Nueva Izquierda, entre ellos el propio Amador Jara, como sospechosos de divulgar la especie. Nada les preocuparía más que un candidato del lopezobradorismo con posibilidades de gobernador.
Esa idea se reforzó con la visita del ex líder nacional panista, Manuel Espino, quien esta semana llegó a Oaxaca a descalificar a Gabino Cué y al PRD. En una conferencia de prensa llegó a decir que en la entidad conoció lo más violento del sol azteca, el que en 2006 hacía barricadas con la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y tenía alianzas con el Ejército Popular Revolucionario, lo que le valió la advertencia del PRD de que si no demostraba sus dichos sería acusado penalmente.
Espino llegó a exigir que, para coligarse con el PRD, López Obrador debe reconocer públicamente a Calderón Hinojosa como presidente constitucional. Días después fue el propio Gabino Cué quien, a pregunta expresa, respondió que “en un momento se determinó (en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación) que el presidente constitucional es Calderón, esa es una realidad”.
Ante los foros que tuvo a su alcance justificó: “quien resulte candidato y luego sea electo gobernador deberá tener una relación de colaboración e institucional con el gobierno federal para sacar adelante al estado”.
Luis Maldonado, líder nacional de Convergencia, dijo que el reconocimiento de Cué a Calderón como Presidente es “una posición institucional de cualquier persona que aspira a gobernar un estado” y para que haya desarrollo económico y social en Oaxaca debe haber “coordinación institucional con el gobierno federal”.
En Oaxaca todos están de acuerdo en que el sistema priísta no da para más. Amador Jara, líder del PRD, asegura que si no logran derrotar al PRI puede haber un estallido social; Carlos Moreno Alcántara, del PAN, dice que la entidad ya no puede vivir más en el modelo autoritario de hace 40 años; y Mario Arturo Mendoza Flores, de Convergencia, señala que “los gobiernos priístas nos han robado los recursos, pero no la esperanza. El 2010 será el año de la alternancia”.
En el Partido del Trabajo (PT) lo entendieron así mucho antes. Tenían tomada la decisión desde agosto, cuando López Obrador estaba por iniciar una visita al estado que duró tres meses y en la cual se placearon el propio Cué Monteagudo, del partido Convergencia, y el también senador Salomón Jara Cruz, del PRD, entre otros aspirantes que pronto quedaron atrás en las preferencias políticas: los panistas Pablo Arnaud Carreño, ex alcalde de la capital; Huberto Aldaz Hernández, delegado de Sedesol, y Gerardo García Henestroza, diputado local, entre otros.
Quienes impulsan a Cué Monteagudo (Convergencia, donde milita, y el PT, además de un sector del PRD) están convencidos de que el escenario está listo para acabar con los gobiernos priístas: los problemas que agobian a los oaxaqueños y un conflicto social, el de 2006, que dejó muertos, desaparecidos, presos, heridos y pérdidas económicas, marcó la conciencia de muchos.
Pero los opositores al senador de Convergencia dicen que ganar la gubernatura sería como instalar en Oaxaca la plataforma de despegue del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal para los comicios presidenciales de 2012. Por eso le complican la candidatura.
Primero fue el rumor de que se había reunido con Calderón Hinojosa el lunes 18 o el martes 19 de enero, lo que fue interpretado en Convergencia y PT como un intento por sacarlo de la carrera.
Las miradas se centraron en el PAN y en quienes en el sol azteca simpatizan con la corriente de Nueva Izquierda, entre ellos el propio Amador Jara, como sospechosos de divulgar la especie. Nada les preocuparía más que un candidato del lopezobradorismo con posibilidades de gobernador.
Esa idea se reforzó con la visita del ex líder nacional panista, Manuel Espino, quien esta semana llegó a Oaxaca a descalificar a Gabino Cué y al PRD. En una conferencia de prensa llegó a decir que en la entidad conoció lo más violento del sol azteca, el que en 2006 hacía barricadas con la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y tenía alianzas con el Ejército Popular Revolucionario, lo que le valió la advertencia del PRD de que si no demostraba sus dichos sería acusado penalmente.
Espino llegó a exigir que, para coligarse con el PRD, López Obrador debe reconocer públicamente a Calderón Hinojosa como presidente constitucional. Días después fue el propio Gabino Cué quien, a pregunta expresa, respondió que “en un momento se determinó (en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación) que el presidente constitucional es Calderón, esa es una realidad”.
Ante los foros que tuvo a su alcance justificó: “quien resulte candidato y luego sea electo gobernador deberá tener una relación de colaboración e institucional con el gobierno federal para sacar adelante al estado”.
Luis Maldonado, líder nacional de Convergencia, dijo que el reconocimiento de Cué a Calderón como Presidente es “una posición institucional de cualquier persona que aspira a gobernar un estado” y para que haya desarrollo económico y social en Oaxaca debe haber “coordinación institucional con el gobierno federal”.
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