5 jun 2009


La Estrategia

Convergencia, el PT y la expulsión de AMLO del PRD
Por Federico Arreola
05 de Junio, 2009

Hoy publica El Universal lo siguiente: "En el PRD arman un resolutivo para presentarlo al Consejo Nacional el primer domingo posterior a la elección del 5 de julio, porque, dicen, quieren expulsar a Andrés Manuel López Obrador por hacer campaña a favor de PT y Convergencia".

Esa es una buena razón para votar por Convergencia o para votar por el PT.

Otra razón: los líderes de Convergencia -Luis Maldonado, Dante Delgado, Pedro Jiménez y todos los demás- desde 2006 han apoyado sin titubeos al gobierno legítimo de México; los del PT -Alberto Anaya, Ricardo Cantú. etcétera-, también.

Una tercera razón: Convergencia y el PT son partidos todavía pequeños pero que van a crecer antes de las elecciones fundamentales de 2012: Convergencia puede ganar hasta con facilidad las gubernaturas de Veracruz, con Dante Delgado, y de Oaxaca, con Gabino Cué; y el PT puede ganar también por amplio margen la gubernatura de Zacatecas con David Monreal.

Con esos tres territorios en su poder, sobre todo con el control de la gigantesca entidad veracruzana, el PT y Convergencia podrían negociar en condiciones de igualdad con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, una candidatura presidencial fuerte para 2012 que excluya si no a las bases del PRD, sí a la burocracia chuchista. En este caso, el representante de la izquierda sería el propio Ebrard o bien López Obrador. En efecto, el que esté mejor en las encuestas. Lo que ya se verá.

Si Convergencia y el PT fracasaran antes de 2012, lo que no va a suceder, el PRD dirigido por Jesús Ortega se quedaría con el monopolio de la izquierda. Así, marginaría sin problemas a López Obrador y a sus millones de seguidores que no podrían, por razones legales, fundar un nuevo partido antes de las elecciones presidenciales. En este escenario, Ortega podría negociar la candidatura presidencial con Ebrard, algo que tal vez el actual jefe de Gobierno capitalino no aceptaría. Ebrard no es tonto y sabe que para un político de izquierda participar sin AMLO en un proceso electoral sería simplemente suicida. Y todo esto, naturalmente, significaría la consolidación del bipartidismo PRI-PAN.

Por eso, Convergencia y el PT no deben fracasar. Por eso, de ninguna manera van a fracasar.

Ahora bien, mucha gente de izquierda está confundida porque AMLO ha pedido votar por el PRD en el Distrito Federal y en Tabasco y por Convergencia y el PT en el resto del país.

¿Dónde quedó la bolita?

En las elecciones locales del Distrito Federal, hay que votar por los candidatos del PRD porque la mayor parte de estos, leales a López Obrador, abandonaran al Partido de la Revolución Democrática en cuanto se dé la gran alianza Convergencia-PT antes de las elecciones de 2012. Los que se mantengan en el PRD, se irán con los chuchos al basurero de la historia.

En Tabasco es la misma cosa.

Pero, conste, en el Distrito Federal y en Tabsaco hay que votar por los candidatos del PRD solo en las elecciones locales. En las elecciones nacionales, las de diputado federal, hay que votar por Convergencia o hay que votar por el PT, tanto en el Distrito Federal como en Tabasco y en el resto del país.

Este año la elección importante es la de diputados federales y hay que votar por los candidatos de Convergencia o por los candidatos del PT. No hay que darle el voto a ningún candidato a diputado federal del PRD, ni en Veracruz ni en Tabasco ni en ningún lugar de México.

No se puede apoyar a los candidatos de un partido que está planeando expulsar de sus filas a López Obrador. Sí hay, desde luego, candidatos perredistas leales a López Obrador. Son los que buscan ser delegados, alcaldes o diputados locales (no federales) en el Distrito Federal y en Tabasco. Pero, que quede claro, los candidatos perredistas a diputados federales son todos chuchos, y por lo tanto hay que darles la espalda.

En el futuro de la izquierda el PRD no está incluido. El futuro de la izquierda lo va a construir López Obrador con el apoyo de Convergencia y el PT. Y Ebrard, por la fuerza de los hechos, tendrá que sumarse abiertamente a este proyecto.
¿Complicado? Tal vez. Pero no olvidemos que las cosas difíciles de resolver son las que alegran la vida.






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