Las cifras de Lozano Alarcón
De mentadas, viajes y precios
El secretario del Trabajo, Javier Lozano, en la conferencia de prensa de ayer, donde informó sobre el aumento de empleos en el paísFoto Cristina Rodríguez
Con base en su política informativa de corte y confección, el carismático Javier Lozano Alarcón, secretario del Trabajo (según presume), brincó a la palestra para informar a la nación que en mayo pasado se generaron 63 mil 300 empleos formales en todo el país”, de tal suerte que en los primeros cinco meses de 2010 la creación de plazas laborales en el sector formal de la economía suma 445 mil 207. “Se trata de empleos registrados ante el IMSS, y no de estimaciones, encuestas o apreciaciones; son registros con nombres y apellidos que se pueden constatar en cualquier momento” (El Universal).
Constatemos, pues. De entrada, la estadística del IMSS correspondiente a mayo de 2010 –recién salida del horno–, de la que México SA cuenta con una copia, precisa que el número de empleos formales (permanentes y eventuales) registrados en la institución (es decir, en todo el país) se incrementó en 25 mil 10 a lo largo del quinto mes del presente año, y no en 63 mil 300 como asegura Javier Lozano. Entre la estadística del IMSS y el dicho del pianista poblano existe una diferencia de 2.53 tantos, en demerito de la primera.
¿Dónde está el truco de corte y confección del carismático Lozano? Sencillo: a pesar de que él asegura que los 63 mil 300 empleos formales que cita se generaron “en todo el país”, sus números se limitan al ámbito urbano, donde, en efecto, se registraron 63 mil 303 nuevas plazas laborales. Sin embargo, el funcionario “olvidó” mencionar un pequeño detalle para que el balance fuera completo: en mayo de 2010 se cancelaron 38 mil 293 plazas eventuales en el campo (que también tienen “nombres y apellidos”), con lo que (con sumas y restas, no sólo con sumas) se alcanza el número real de empleos formales en mayo: 25 mil 10 en todo el país, o lo que es lo mismo, 2.53 tantos por debajo de los presumidos por el susodicho.
Así, en los primeros cinco mes de 2010 el IMSS reporta que el número de empleos formales (permanentes y eventuales) registrados en la institución asciende a 427 mil 548, monto inferior al que Javier Lozano asegura. Y el truco no es distinto que el citado, toda vez que en el balance enero-mayo del presente año también “olvidó” mencionar la pérdida de empleo eventual en el campo, elemento que aporta la diferencia entre la cifra del autodenominado secretario del Trabajo y la estadística del IMSS, es decir, 17 mil 659 plazas menos.
De cualquier suerte, el número total de empleos formales (registrados en el IMSS) al cierre de mayo de 2010 (14 millones 433 mil 952) se mantiene por abajo del reportado al inicio oficial de la crisis (14 millones 564 mil 569), es decir, faltan por generar 130 mil 617 empleos formales (permanentes y eventuales en todo el país) sólo para igualar el registro de octubre de 2008, por mucho que en el discurso oficial se difunda que todo es felicidad, porque “ya se recuperaron” las plazas perdidas. Constatado, pues, el performance de Lozano Alarcón.
En tanto, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados señaló que los moderados repuntes en las cifras de empleo formal (asegurados por el IMSS) “son únicamente de corto plazo”, toda vez que mientras en el primer cuatrimestre de 2010 se observa un crecimiento de 1.78 por ciento en el número de trabajadores permanentes cotizantes al IMSS, en el mismo periodo el número de trabajadores eventuales urbanos creció 10.36 por ciento. “Además, el resultado positivo del mes de febrero, cuando se logró la mayor creación de empleo formal permanente en un mes desde el inicio de la recesión económica, no ha sido replicado en los meses subsecuentes”.
Otro conjunto de indicadores del Inegi permiten apreciar con mayor nitidez la disminución de la calidad del empleo en México. Por un lado, la población ocupada que tiene la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo aumentó 0.6 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior; así, la tasa de subocupación se ubica en 9.4 por ciento de la población ocupada. Además, la población que se encuentra trabajando por ingresos inferiores al mínimo o en horarios reducidos representa 12.2 por ciento de la PEA (tasa de condiciones críticas de ocupación), lo que equivale a 5 millones 616 mil personas
Con el objetivo de satisfacer la demanda de empleo dada por el crecimiento natural de la población económicamente activa (PEA) y evitar la incorporación de más trabajadores a las precarias alternativas laborales descritas, sería necesario la creación de más de un millón 100 mil empleos anuales; sin embargo, de acuerdo con la más reciente Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, se estima que en 2010 se generarían 514 mil empleos formales (registrados en el IMSS), y para 2011 se calculan 505 mil adicionales, lo cual dejará cada año a cerca de 500 mil nuevos entrantes a la fuerza laboral sin oportunidades reales de empleo formal. De hecho, alrededor 12.5 millones de mexicanos se ocuparon en actividades informales durante el primer trimestre de 2010 (28.6 por ciento de la población económicamente activa).
Las dinámicas propias del mercado laboral muestran que durante los meses subsecuentes, el retorno de asalariados a buscar empleo y la incorporación de nuevos trabajadores será a tal ritmo que la apertura de fuentes de trabajo no podrá equipararse con esta fuerte demanda, situación que será particularmente grave para los jóvenes (la mayor tasa oficial de desempleo corresponde a este segmento poblacional: casi 11 por ciento). Lo anterior, concluye el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, obligará a muchos mexicanos a encontrar soluciones precarias y de corto plazo (bajos salarios y carentes de prestaciones de seguridad social) con lo cual se esperan incrementos en trabajadores en el sector informal y subocupación.
Las rebanadas del pastel
Genios: en Los Pinos sacaron la calculadora de costos políticos, y el resultado los llevó a posponer (que no cancelar) el nuevo incremento a los precios de gasolinas y diesel que tenían cocinado para el sábado 5 de junio. Demasiadas mentadas de madre para un mismo día, concluyeron: primer aniversario luctuoso de los niños de la Guardería ABC; confirmación de que Felipe Calderón no puede viajar a Hermosillo y reunirse con los padres de las víctimas, porque tiene algo mucho más importante que hacer (se va al Mundial de Sudáfrica y está muy ocupado en los preparativos), y otro aumento en los precios de los combustibles. Todo la misma fecha. De allí la decisión: Calderón no canceló su viaje futbolero, menos viajó a Hermosillo; entonces, sólo le quedaba posponer el alza de precios.
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