Scherer fallido y anodino, dicen
Federico Arreola12
Jorge Fernández Menéndez y Denise Maerker son muy buenos entrevistando gente. Leo Zuckermann no tanto. Los tres, más o menos con las mismas palabras, criticaron la reciente entrevista que le hizo Julio Scherer García a Ismael “El Mayo” Zambada.
Fernández Menéndez y Maerker, el primero en Excélsior y la segunda en El Universal, dicen que la de Scherer a El Mayo fue una entrevista “fallida”. Pero, que nadie se confunda: la de Jorge y Denise no fue una puntada genial, es decir, no usaron esa expresión para dar a entender que, en gran medida gracias a Zambada, el gobierno de Felipe Calderón ha provocado que México sea un estado fallido. Eso no lo dirían jamás Jorge Fernández Menéndez y Denise Maerker, si no por otra cosa, porque en su momento defendieron con tanta pasión el fraude electoral que llevó al poder a Calderón que ahora, sin duda, no les queda más opción que apoyarlo, aunque ya sea obvio para todos que por culpa del espurio presidente de la República millones de mexicanos vivimos con miedo las consecuencias de la perdida guerra contra el narcotráfico.
En Excélsior, Zuckermann, más insípido, dijo que la entrevista de Scherer a El Mayo fue “anodina”.
Para los tres periodistas citados simple y sencillamente Julio Scherer no supo hacer su trabajo. Han dicho, los tres, que don Julio no hizo las preguntas correctas al capo. Fernández Menéndez, Zuckermann y Maerker, ellos sí, si hubieran tenido enfrente al Mayo Zambada, le habrían hecho las preguntas duras:
¿Qué opina usted, don Mayo, de los enormes daños que usted con su conducta criminal le ha hecho a la sociedad mexicana? ¿Qué siente usted cuando ordena la muerte de un adversario? ¿Placer, remordimiento, pena o de plano le vale gorro? ¿No se siente culpable por la muerte de jóvenes en Ciudad Juárez o de estudiantes en el Tec de Monterrey? ¿No le preocupa que tantos muchachos pierdan la salud por el consumo de drogas ilegales? ¿Quiénes son sus operadores financieros? ¿Qué tecnología usa usted para torturar a sus enemigos? ¿Cuánto gana usted por las extorsiones? ¿A cuántos empresarios ha secuestrado? ¿Cuántos policías ha corrompido? ¿Por qué le gusta tanto matar periodistas que lo critican?
En efecto, Scherer no hizo esas preguntas, y si las hizo el capo no las respondió. Ya verá el Mayo Zambada cuando se atreva a ir a los estudios de Televisa o de Grupo Imagen o a las redacciones de El Universal o Excélsior: Fernández Menéndez, Maerker y Zuckermann lo van a despedazar haciéndole al mafioso una y otra vez las preguntas duras.
Porque, eso sí, Jorge y Denise (Leo no tanto) son muy buenos jugando de locales, es decir, entrevistando en sus cabinas de radio o de televisión. Pero no creo que llegaran a tanto en la guarida de uno de los grandes jefes del narcotráfico. Alguno o alguna de ese trío de críticos de don Julio hasta se cagaría de miedo ante la sola invitación del Mayo. Y así, con los pantalones y la ropa interior sucia, correría a Gobernación o a la PGR e inclusive a Los Pinos a pedir protección.
Yo, desde luego, admito que actuaría de esa manera: me acobardaría ante la sola llamada de un representante del capo. Para qué me las doy de valiente, si no lo soy. Don Julio Scherer lo es, lo ha demostrado, por eso lo respeto. Así que no voy a salir con la mamada de criticarlo porque no hizo las preguntas “duras”. Por favor.
Jorge Fernández Menéndez y Denise Maerker son muy buenos entrevistando gente. Leo Zuckermann no tanto. Los tres, más o menos con las mismas palabras, criticaron la reciente entrevista que le hizo Julio Scherer García a Ismael “El Mayo” Zambada.
Fernández Menéndez y Maerker, el primero en Excélsior y la segunda en El Universal, dicen que la de Scherer a El Mayo fue una entrevista “fallida”. Pero, que nadie se confunda: la de Jorge y Denise no fue una puntada genial, es decir, no usaron esa expresión para dar a entender que, en gran medida gracias a Zambada, el gobierno de Felipe Calderón ha provocado que México sea un estado fallido. Eso no lo dirían jamás Jorge Fernández Menéndez y Denise Maerker, si no por otra cosa, porque en su momento defendieron con tanta pasión el fraude electoral que llevó al poder a Calderón que ahora, sin duda, no les queda más opción que apoyarlo, aunque ya sea obvio para todos que por culpa del espurio presidente de la República millones de mexicanos vivimos con miedo las consecuencias de la perdida guerra contra el narcotráfico.
En Excélsior, Zuckermann, más insípido, dijo que la entrevista de Scherer a El Mayo fue “anodina”.
Para los tres periodistas citados simple y sencillamente Julio Scherer no supo hacer su trabajo. Han dicho, los tres, que don Julio no hizo las preguntas correctas al capo. Fernández Menéndez, Zuckermann y Maerker, ellos sí, si hubieran tenido enfrente al Mayo Zambada, le habrían hecho las preguntas duras:
¿Qué opina usted, don Mayo, de los enormes daños que usted con su conducta criminal le ha hecho a la sociedad mexicana? ¿Qué siente usted cuando ordena la muerte de un adversario? ¿Placer, remordimiento, pena o de plano le vale gorro? ¿No se siente culpable por la muerte de jóvenes en Ciudad Juárez o de estudiantes en el Tec de Monterrey? ¿No le preocupa que tantos muchachos pierdan la salud por el consumo de drogas ilegales? ¿Quiénes son sus operadores financieros? ¿Qué tecnología usa usted para torturar a sus enemigos? ¿Cuánto gana usted por las extorsiones? ¿A cuántos empresarios ha secuestrado? ¿Cuántos policías ha corrompido? ¿Por qué le gusta tanto matar periodistas que lo critican?
En efecto, Scherer no hizo esas preguntas, y si las hizo el capo no las respondió. Ya verá el Mayo Zambada cuando se atreva a ir a los estudios de Televisa o de Grupo Imagen o a las redacciones de El Universal o Excélsior: Fernández Menéndez, Maerker y Zuckermann lo van a despedazar haciéndole al mafioso una y otra vez las preguntas duras.
Porque, eso sí, Jorge y Denise (Leo no tanto) son muy buenos jugando de locales, es decir, entrevistando en sus cabinas de radio o de televisión. Pero no creo que llegaran a tanto en la guarida de uno de los grandes jefes del narcotráfico. Alguno o alguna de ese trío de críticos de don Julio hasta se cagaría de miedo ante la sola invitación del Mayo. Y así, con los pantalones y la ropa interior sucia, correría a Gobernación o a la PGR e inclusive a Los Pinos a pedir protección.
Yo, desde luego, admito que actuaría de esa manera: me acobardaría ante la sola llamada de un representante del capo. Para qué me las doy de valiente, si no lo soy. Don Julio Scherer lo es, lo ha demostrado, por eso lo respeto. Así que no voy a salir con la mamada de criticarlo porque no hizo las preguntas “duras”. Por favor.
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