4 abr 2010


Guerra sucia contra AMLO en Semana Santa




Federico Arreola4

Desde luego, dios no existe. Es falso, en mi opinión, que hace no sé cuántos miles de años haya andado por la tierra un hijo de dios realizando toda clase de milagros. Considero que dedicar la presente semana o cualquier otra a recordar la vida de Jesús es algo, sobre todo a estas alturas del desarrollo de la civilización, sencillamente absurdo. Pero millones de personas en el mundo lo hacen. Decenas, cientos de millones de hombres y mujeres creen en la divinidad según la define el cristianismo y viven de acuerdo a sus reglas éticas, tanto para tener la satisfacción de cumplir con ellas como para vivir la angustia de violarlas. Por más equivocados que estén, y pienso que lo están sin lugar a dudas, los cristianos merecen respeto. Particularmente porque no pocos de los mejores seres humanos de la historia han sido creyentes.


El que se somete a los dictados de una iglesia, cualquiera que sea, encuentra en las fiestas religiosas como la Semana Santa no solo una ocasión para vacacionar o divertirse, sino para adorar a dios. Cada quien lo hace a su manera. Un creyente famoso, Andrés Manuel López Obrador, con frecuencia menciona en sus comentarios a los pilares del cristianismo. Hace unos días, como ocurrió en Navidad, recordó a Jesucristo en su cuenta de twitter: “Un día como hoy, hace 2000 años, los poderosos apresaron al defensor de los desposeídos y marginados más auténtico de la historia… Lo espiaban, lo llamaban alborotador del pueblo. Por eso lo crucificaron, cerró sus ojos y siguió velando. Es ejemplo de amor y justicia”. En diciembre dijo algo parecido.


Lo único criticable de tales expresiones de AMLO es su insistencia en que Jesús es un personaje histórico. No lo es. No hay ninguna evidencia de su existencia, ningún registro, ningún testimonio excepto los evangelios que son, evidentemente, un paradigma de fabulación. Pero en este tema son millones, decenas, cientos de millones los que están equivocados y no parece haber forma, por desgracia, de hacerles ver la realidad. En cualquier caso, las manifestaciones de religiosidad deben respetarse. Andrés Manuel no habló de Jesús en su cuenta de twitter buscando un beneficio político. Pero sus enemigos rápidamente usaron sus palabras para golpearlo.

Cuando al menos dos columnas políticas comentan lo mismo, particularmente si lo hacen sin venir al caso (las palabras de AMLO son de hace días y hasta hoy domingo se acordaron de ellas en Excélsior y Reforma), quiere decir que alguien con poder y dinero pidió que se publicara. Preocupados deben andar, y mucho, en el PRI, el PAN y el gobierno federal como para solicitar a dos diarios nacionales la difusión este domingo, con fines de burla, de algunas palabras de AMLO que ni fueron expresadas ayer sábado ni en sí mismas son criticables. En fin, la grilla barata de Semana Santa.




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