Que digan la verdad

Polimnia Romana.

07 de Diciembre,

La gran movilización que se llevó a cabo el viernes pasado en apoyo al SME no es cosa menor en estos momentos de crisis por la que atraviesa el país.

Durante las marchas que se distribuyeron por toda la ciudad uno de los contingentes se dirigió a las instalaciones de Televisa para exigir un espacio al aire y poder exponer la verdaderas razones que llevaron al “gobierno” a desaparecer una empresa nacional y un sindicato de trabajadores, el más antiguo y combativo.
Uno de los intelectuales comprometidos de este país, Paco Ignacio Taibo II, quien ha participado además en las marchas de apoyo al SME, escribió un documento en el que plantea algunas preguntas que los medios de comunicación no sólo no se atreven a responder sino a formular.
Aquí algunas de ellas:

- ¿Quién tiene razón, el gobierno al disolver Luz y Fuerza del Centro o los electricistas al defender sus puestos de trabajo?
- Para corregir la ineficiencia por la que supuestamente se liquida a la empresa, ¿por qué corren a más de 44 mil trabajadores que no son los responsables, y no removieron antes a ningún director general, a ningún gerente ni a ningún director de sucursal? Si la justificación es la ineficiencia, ¿por qué no se hace nada contra Hacienda, la Secretaría de Energía, la del Trabajo, la de Agricultura, la PGR o Los Pinos que resultan totalmente ineficientes, entre muchas otras dependencias públicas?
- Sabemos que la liquidación de LyFC costará miles de millones de pesos, ¿no había nada mejor en qué gastarlos? ¿No era todo absolutamente absurdo? ¿No era mejor tratar de ajustar una empresa deficitaria que liquidarla con inmensos costos? ¿No resultaba delirante poner en la calle a 44 mil 514 trabajadores en un momento en que la nación padece por el desempleo?
- ¿No era deficitaria la empresa, entre otras cosas, porque le pagaba muy caro a la Comisión Federal de Electricidad la energía que luego distribuía?
- ¿No era deficitaria la empresa porque se le daba luz gratis a Los Pinos, las secretarías de Gobernación, Hacienda, Agricultura, Trabajo, Defensa Nacional y la Procuraduría General de la República? ¿No había grandes hoteles que por decisiones superiores no pagaban la luz, y periódicos y empresas como Nextel, Aurrerá, Suburbia, Radio Móvil Dipsa, Salinas y Rocha, Electra y hasta la Torre Mayor de Reforma? - ¿Eran los trabajadores los que permitían tarifas desorbitadas para algunos y errores permanentes en el cálculo de lo que se gastaba, tarifas de privilegio o conexiones directas para otros, o eran gerentes generales, directores y directores de sucursales asignados por el gobierno y no por el sindicato?
- ¿Por qué la urgencia de liquidar y la oferta de recontratar a los mismos trabajadores? ¿Por qué si el origen fue el conflicto laboral, desde seis meses antes se estaba entrenando a miembros del Ejército en el cableado subterráneo?
- ¿Por qué no informan a la población que la empresa llamada WL Comunicaciones, propiedad de connotados panistas como los ex ministros de Energía Fernando Canales Clariond y Ernesto Martens ya tienen un contrato para desarrollar mil 500 kilómetros de redes?
- ¿Por qué no informan que el director de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, ha estado involucrado en negociaciones con empresas españolas para privatizar el sector?
- ¿Quién está suministrando el fluido eléctrico al valle de México bajo protección de miles de policías? ¿Es verdad que no hay trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad sino técnicos de confianza que dirigen cuadrillas y empresas patito a las que se les han prometido futuros contratos?
Como éstas, miles de preguntas podrían formularse en los medios de comunicación vendidos a la derecha, en vez de machacar mañana, tarde y noche que los trabajadores electricistas son los culpables de la ineficiencia de LyFC, y que por eso se les echó a la calle y se violaron sus derechos laborales.
Como Paco Ignacio Taibo II, muchos intelectuales deberían sumarse a las movilizaciones en apoyo al SME, en defensa a la Economía Popular, al Petróleo, a la Soberanía Nacional, a los Derechos Humanos, a la Educación…pero sobre todo a la verdad, porque tantas mentiras es lo que más daño nos está haciendo como país.