Astillero
Las deudas del PRD
Chucho colabora
Confusión y desgaste
Julio Hernández López
Lo que queda del Partido de la Revolución Democrática está en quiebra. Y no sólo por las revelaciones contables hechas en el reciente consejo nacional del sol azteca, con un oportunísimo sentido de intencional depreciación electoral y un tufo inocultable de amago escandaloso hacia Andrés Manuel López Obrador, sino por el desfonde ético, ideológico, político y electoral de esa opción administrada deficitariamente por Jesús Ortega.
El perredismo chucho está hoy más cercano al calderonismo que a la izquierda social. Ayer mismo, entrevistado por Notimex, Ortega anunció que el PRD colaborará para lograr un acuerdo entre el gobierno federal y otras fuerzas políticas a fin de sacar adelante al país ante la crisis económica. Civilizado, moderno y comprensivo, es decir, responsable y nada egoísta ni sectario, el amigo Jesús hace saber que antepondrá los intereses del país a los partidistas y que buscará la instalación de una mesa de diálogo seria y formal. La agencia del gobierno, perdón, del Estado mexicano, indagó sobre un posible encuentro con el presidente Felipe Calderón, a lo que el colaboracionista Ortega (sí, es pleonasmo político) dijo, sincerote, franquísimo (autodelator): No veo necesidad de una reunión cuando estamos en vías de comunicación con representantes del gobierno del más alto nivel, aunque los legisladores valorarán por qué otras vías se puede continuar con el diálogo.
Pero no se están asfixiando en solitario los chuchos devaluados, sino también las opciones más o menos sensatas de rescate y mantenimiento de ideas de izquierda. En un forcejeo que ha sembrado confusión, López Obrador promueve en el país candidaturas contrarias al PRD, bajo los escudos de los partidos del Trabajo y Convergencia, mientras en las plazas que considera de gran influencia personal suya, como Tabasco y la ciudad de México, ha accedido a sobrellevar un matrimonio de conveniencia con el chuchismo bajo la tesis lombardista de no abrirle camino a la derecha (aunque muchos de los presuntos izquierdistas que emerjan victoriosos de las venideras contiendas internas a despensa limpia acaben siendo una vergüenza pública, como ha sucedido con muchos delegados y diputados locales del trienio en vías de fenecer). En el fondo, el gran problema es que por razones logísticas se sigue posponiendo la gran definición que sería el rompimiento con el cascarón chucho y la convocatoria a la creación de un nuevo partido, aunque a 2009 y 2012 se llegue con PT y Convergencia.
Sólo para agregar un botón de muestra a la mercería chuchista: ayer renunciaron a Convergencia quien desde 2006 era secretario nacional de organización, Jesús Paredes Flores, y su esposa, la diputada federal Patricia Castillo Romero (él es de Nayarit y ella está avecindada en esa entidad). La familia Paredes Castillo se retira porque se siente desplazada por la corriente de López Obrador, pues en primer lugar de la lista de candidatos de Convergencia por la primera circunscripción plurinominal va Bertha Luján, funcionaria del gobierno capitalino encabezado por AMLO y del legítimo actual, y el esposo Jesús había pedido que en ese sitio fuera él, para así heredar la curul de su cónyuge Patricia. Jesús había sido presidente de Convergencia en Nayarit (sus cuentas electorales fueron desastrosas) y dejó en su lugar a su hermano Édgar Saúl, mientras su esposa Patricia ha sido, además de diputada, delegada del comité nacional de Convergencia en el mismo Nayarit. Todo en familia. Pero ahora, muy dignos, renuncian a su partido y se pasan... al chuchismo perredista.
Chucho colabora
Confusión y desgaste
Julio Hernández López
Lo que queda del Partido de la Revolución Democrática está en quiebra. Y no sólo por las revelaciones contables hechas en el reciente consejo nacional del sol azteca, con un oportunísimo sentido de intencional depreciación electoral y un tufo inocultable de amago escandaloso hacia Andrés Manuel López Obrador, sino por el desfonde ético, ideológico, político y electoral de esa opción administrada deficitariamente por Jesús Ortega.
El perredismo chucho está hoy más cercano al calderonismo que a la izquierda social. Ayer mismo, entrevistado por Notimex, Ortega anunció que el PRD colaborará para lograr un acuerdo entre el gobierno federal y otras fuerzas políticas a fin de sacar adelante al país ante la crisis económica. Civilizado, moderno y comprensivo, es decir, responsable y nada egoísta ni sectario, el amigo Jesús hace saber que antepondrá los intereses del país a los partidistas y que buscará la instalación de una mesa de diálogo seria y formal. La agencia del gobierno, perdón, del Estado mexicano, indagó sobre un posible encuentro con el presidente Felipe Calderón, a lo que el colaboracionista Ortega (sí, es pleonasmo político) dijo, sincerote, franquísimo (autodelator): No veo necesidad de una reunión cuando estamos en vías de comunicación con representantes del gobierno del más alto nivel, aunque los legisladores valorarán por qué otras vías se puede continuar con el diálogo.
Pero no se están asfixiando en solitario los chuchos devaluados, sino también las opciones más o menos sensatas de rescate y mantenimiento de ideas de izquierda. En un forcejeo que ha sembrado confusión, López Obrador promueve en el país candidaturas contrarias al PRD, bajo los escudos de los partidos del Trabajo y Convergencia, mientras en las plazas que considera de gran influencia personal suya, como Tabasco y la ciudad de México, ha accedido a sobrellevar un matrimonio de conveniencia con el chuchismo bajo la tesis lombardista de no abrirle camino a la derecha (aunque muchos de los presuntos izquierdistas que emerjan victoriosos de las venideras contiendas internas a despensa limpia acaben siendo una vergüenza pública, como ha sucedido con muchos delegados y diputados locales del trienio en vías de fenecer). En el fondo, el gran problema es que por razones logísticas se sigue posponiendo la gran definición que sería el rompimiento con el cascarón chucho y la convocatoria a la creación de un nuevo partido, aunque a 2009 y 2012 se llegue con PT y Convergencia.
Sólo para agregar un botón de muestra a la mercería chuchista: ayer renunciaron a Convergencia quien desde 2006 era secretario nacional de organización, Jesús Paredes Flores, y su esposa, la diputada federal Patricia Castillo Romero (él es de Nayarit y ella está avecindada en esa entidad). La familia Paredes Castillo se retira porque se siente desplazada por la corriente de López Obrador, pues en primer lugar de la lista de candidatos de Convergencia por la primera circunscripción plurinominal va Bertha Luján, funcionaria del gobierno capitalino encabezado por AMLO y del legítimo actual, y el esposo Jesús había pedido que en ese sitio fuera él, para así heredar la curul de su cónyuge Patricia. Jesús había sido presidente de Convergencia en Nayarit (sus cuentas electorales fueron desastrosas) y dejó en su lugar a su hermano Édgar Saúl, mientras su esposa Patricia ha sido, además de diputada, delegada del comité nacional de Convergencia en el mismo Nayarit. Todo en familia. Pero ahora, muy dignos, renuncian a su partido y se pasan... al chuchismo perredista.
Astillas
Cuatro de seis consejeros electorales integrantes del consejo local del IFE en Veracruz expresaron el pasado 26 de febrero críticas, en los mismos términos que había sucedido en Querétaro, a los consejeros nacionales que se doblegaron ante las televisoras al evitar sancionarlas. Además reprobaron el aumento salarial que se dieron, y luego suspendieron, los funcionarios nacionales. Esa pretensión resultó una afrenta a los millones de mexicanos que viven en la pobreza y, aunque tuviese base legal, dijeron, carecería de toda ética. Además, y aun cuando reconocen los veracruzanos la decisión de los consejeros generales de rechazar por el momento el aumento, también tenemos claro que la posibilidad de que suceda queda abierta. El pronunciamiento fue suscrito por María Laura Berruecos, Daniela G. Griego, Luis Octavio Hernández Lara y Yaotzin Domínguez Escobedo... El fantasma de la BMW negra se le volvió a aparecer al gobernador de Yunquétaro, Francisco Garrido Patrón, durante cuya administración los mecanismos policiacos y judiciales permitieron que no fuera castigado el responsable del asesinato de un joven en la capital de esa entidad, incidente en el que participó una oscura camioneta de lujo de la marca alemana y en el que habría sido protagonista criminal el hijo de uno de los principales empresarios del estado. El tema se materializó durante la pomposa ceremonia de lectura del quinto informe de actividades de Garrido Patrón en la persona del escritor Julio Figueroa (él se define como palabrero ambulante), quien a gritos exigió resolución del caso, por lo que de inmediato fue sacado del lugar por guaruras que lo golpearon... Y, mientras Norberto Rivera se siente extrañamente necesitado de que su abogado lea al final de la misa de catedral, casi un año y medio después de que fue emitido, un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Los Ángeles que declara improcedente la demanda en su contra por encubrimiento del sacerdote pederasta Nicolás Aguilar, ¡hasta mañana, con el secretario de la defensa (de Estados Unidos) expresando gran preocupación (gulp) por lo que pasa en la frontera sur, anunciando su disposición de dar más ayuda a México (recontragulp) y metiéndose en política mexicana al considerar que quizá por primera vez en México se está dando la batalla contra el narcotráfico (ultragulp a cargo de los anteriores ocupantes de Los Pinos)!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Cuatro de seis consejeros electorales integrantes del consejo local del IFE en Veracruz expresaron el pasado 26 de febrero críticas, en los mismos términos que había sucedido en Querétaro, a los consejeros nacionales que se doblegaron ante las televisoras al evitar sancionarlas. Además reprobaron el aumento salarial que se dieron, y luego suspendieron, los funcionarios nacionales. Esa pretensión resultó una afrenta a los millones de mexicanos que viven en la pobreza y, aunque tuviese base legal, dijeron, carecería de toda ética. Además, y aun cuando reconocen los veracruzanos la decisión de los consejeros generales de rechazar por el momento el aumento, también tenemos claro que la posibilidad de que suceda queda abierta. El pronunciamiento fue suscrito por María Laura Berruecos, Daniela G. Griego, Luis Octavio Hernández Lara y Yaotzin Domínguez Escobedo... El fantasma de la BMW negra se le volvió a aparecer al gobernador de Yunquétaro, Francisco Garrido Patrón, durante cuya administración los mecanismos policiacos y judiciales permitieron que no fuera castigado el responsable del asesinato de un joven en la capital de esa entidad, incidente en el que participó una oscura camioneta de lujo de la marca alemana y en el que habría sido protagonista criminal el hijo de uno de los principales empresarios del estado. El tema se materializó durante la pomposa ceremonia de lectura del quinto informe de actividades de Garrido Patrón en la persona del escritor Julio Figueroa (él se define como palabrero ambulante), quien a gritos exigió resolución del caso, por lo que de inmediato fue sacado del lugar por guaruras que lo golpearon... Y, mientras Norberto Rivera se siente extrañamente necesitado de que su abogado lea al final de la misa de catedral, casi un año y medio después de que fue emitido, un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Los Ángeles que declara improcedente la demanda en su contra por encubrimiento del sacerdote pederasta Nicolás Aguilar, ¡hasta mañana, con el secretario de la defensa (de Estados Unidos) expresando gran preocupación (gulp) por lo que pasa en la frontera sur, anunciando su disposición de dar más ayuda a México (recontragulp) y metiéndose en política mexicana al considerar que quizá por primera vez en México se está dando la batalla contra el narcotráfico (ultragulp a cargo de los anteriores ocupantes de Los Pinos)!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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