ES CIERTO , EL 31 DE JULIO EL PERIÒDICO MILENIO PUBLICÒ QUE NELSON VARGAS FUE A VISITAR A CALDERÒN PARA PEDIRLE AYUDA PARA RESCATAR A SU HIJA SECUESTRADA ; EL PRESIDENTE DE FACTO NO SOLO NO LE DIÒ AYUDA , SI NO QUE LE RECRIMINÒ EL HECHO DE HABER APOYADO A ANA GABRIELA GUEVARA CUANDO ESTA DENUNCIÒ LA CORRUPCION EN LA CONADE Y PIDIÒ LAS CABEZAS DE VARIOS FUNCIONARIOS DE ESTA INSTITUCIÒN , LO CUAL TERMINÒ CON LA RENUNCIA DE LA ATLETA .
NINGÙN OTRO MEDIÒ LE HA DADO SEGUIMINETO A ESTA NOTA Y NO HA HABIDO UN SOLO COMENTARIO AL RESPECTO ; POR SU PARTE MILENIO NO HA RATIFICADO SU DENUNCIA PERO TAMPOCO LA HA DESMENTIDO .
AQUI LA NOTA DEL MILENIO DE AQUEL 31 DE JULIO :
Silencio de medios por trato de Calderón a Nelson Vargas
Caso “Silvia Vargas”
Todos callados, nadie habla ni publica nada relacionado con el encuentro entre Felipe Calderón y Nelson Vargas, quien acudió a éste para buscar apoyo y recuperar a su hija secuestrada el 10 de septiembre de 2007. Tampoco quienes lo habían dado a conocer inicialmente en el periódico Milenio publicaron sobre la reunión que había citado un mes antes su columnista Fabiola Zamorán. Los diarios capitalinos lucieron sus primeras planas de manera muy semejante, El Centro: Infamia en tres actos; en La Jornada, con la foto principal sobre el tema y a la derecha la frase "Devuélvanme a mi hija y tendrán su recompensa"; en El Universal: "Ofrecen dos millones de dólares por Silvia"; en el Reforma: "En nombre de Dios devuelvan a mi hija", en Milenio: "Plagiada el día del pacto de seguridad" y aquí en el Sendero del Peje: "Calderón sabía del caso Silvia Vargas".
El día de ayer, el gobierno federal dejó pasar las horas sin pronunciarse al respecto; primero surgió la nota sobre la rueda de prensa encabezada por la señora Silvia Escalera, madre de la joven plagiada, los medios presentes y de fondo una campaña ciudadana, sin el más mínimo asomo gubernamental. Pero los medios no se percataron de esto, del fracaso federal en la seguridad y el combate al secuestro, no lo vieron, estaba en tamaño espectacular y ni así.
Felipe Calderón tampoco se ha pronunciado al respecto, quizá porque está más preocupado por el desempeño deportivo de México durante las olimpiadas, que por el consabido deporte nacional del secuestro. A Calderón le interesa un país "activo", como en aquella visita de carácter ciudadano que Nelson Vargas le hizo para solicitarle apoyo en la búsqueda de su hija y el panista sólo aprovechó la ocasión para hacerle un recuento del deplorable estado en el que dejó al deporte y el que se haya ido a colaborar con Ana Guevara. Se ha roto el récord de plagios en territorio nacional, pero tal parece que son más importantes las medallas, tres solamente, mientras los estados de la República sí que se están compitiendo en secuestros en 2008: 60 en el Estado de México, 20 en Guerrero, 17 en Morelos, 12 en Veracruz e Hidalgo respectivamente, según cifras oficiales, citadas por el diario La Jornada en su publicación del 7 de agosto de este año; si a esto se le suman otras maneras de llamarle al secuestro, como en su folclórico término de "levantón", o "desaparecidos políticos", los números se elevan. Pero los medios de comunicación descontextualizan, quitan el fondo, cierran la cortina y únicamente presentan la información, ni siquiera del día, del instante, sin tratar de entenderla, mucho menos mostrarla.
Si el periódico Milenio se equivocó al dar a conocer la reunión Nelson Vargas-Felipe Calderón, ¿por qué no lo desmienten?; si es verdad, ¿por qué no lo confirman?
Esto al parecer no saldrá del vínculo entre el poder y los medios.
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