Astillero
¿Adiós a AMLO en el PRD?
Triunfo del C3
Encinas, a medias
Juegos bélicos pinoleros
Triunfo del C3
Encinas, a medias
Juegos bélicos pinoleros
Julio Hernández López
Un largo camino de ruptura ha entrado en su tramo final. La solicitud de licencia a su ya desvaída etiqueta de perredista es el punto de condensación de un proceso de divorcio que coloca a Andrés Manuel López Obrador en el riesgo de perder la viabilidad unitaria presidencial de 2012 a cambio de la posibilidad de construir una opción partidaria de izquierda depurada” luego de esos mismos comicios desde ahora tan accidentados.
Poner a López Obrador en condición de dejar el PRD es ya de entrada una victoria de la alianza 2012 que han formado Los Pinos y la tripleta colaboracionista de los Chuchos, Camacho y Marcelo (C3). Es, en esencia, el fruto envenenado que han producido los arreglos electorales torcidos de 2010 y el presente año. Una imagen dice más que mil declaraciones: Ángel Aguirre Rivero en el consejo nacional perredista, listo para asumir su nueva condición de “izquierda”, solicitante de inscripción al sol azteca, mientras López Obrador va de salida.
Adiós a López Obrador bajo los colores negro y amarillo, a menos que se produjera una rebelión de las bases perredistas de la que hasta ahora no hay atisbo. Los Chuchos (y Los Pinos, y Camacho, y Marcelo) buscarán el natural aprovechamiento de la obligada imprecisión logística de López Obrador para empujarlo hacia fuera: no te doy licencia para que me pegues, sería la adaptación chuchista del adagio lopezportillista. Tal vez ni siquiera fuese necesario declararlo formalmente expulsado del PRD, sino asumirlo ajeno en cuanto pase a pelear contra las trincheras a las que hasta ahora ha pertenecido de manera singular: distante y confrontado de las estructuras directivas del sol azteca y entregado y activo con el PT y también, pero con menos intensidad y confianza, con la esquiva Convergencia.
Llama la atención que el punto de quiebre de AMLO sea el estado de México y que su carta jugada, la de Alejandro Encinas, se desmarque de la apuesta tabasqueña y prefiera hacer su propio envite. Semipeje y semichucho, Encinas ha considerado un error la solicitud de licencia de López Obrador y anuncia que no la secundará y que no será candidato a gobernador por otro partido que el que considera plenamente suyo, el del sol azteca. O es un movimiento táctico pactado, en el que Encinas recorrerá los últimos kilómetros de la fatigosa caminata interescuadras antes de dar un segundo golpe y acabar saliendo del chuchismo dominante y aceptando ser postulado por el PT, Convergencia y el lopezobradorismo, o Encinas ha dejado a AMLO colgado de la brocha y ahora éste deberá recurrir a los servicios alternos de la ya rehabilitada senadora Yeidckol Polevnsky (tuvo un accidente en un pie, lo que la obligó a ausentarse de las giras de AMLO en el estado de México, pero seguramente está puesta para entrar a un relevo de emergencia).
Elemento decorativo, a fin de cuentas, la consulta mexiquense aprobada por el consejo perredista desembocará en el vaticinado triunfo de la opción unitaria, PAN-PRD, que hará frente a la jaqueada aplanadora de Peña Nieto, al que los vaivenes colocan ahora como presunto beneficiario de los afanes lopezobradoristas, según alegan los Chuchos, Ortega y Zambrano. Falta, desde luego, el candidato bisagra que una al panismo-perredismo. Si un polo es eliminado, el de Encinas, tal vez sucedería lo mismo con el yunquista que representa Luis Felipe Bravo Mena. Y esos descartes abrirían paso al senador Ulises Ramírez o a quien hasta ahora ha insistido en negarse a buscar el estado de México, según eso porque aspira a presidir el país, la habilidosa Josefina Vázquez Mota que mantiene comunicación y lazos con la “izquierda electoral” y que pretendería levantar un entusiasmo “de género” en la contienda por venir. El PAN, en todo caso, tiene derecho a cierta reivindicación numérica: dos por uno. Ya Los Pinos ayudó al marcelismo-chuchismo a hacerse de Guerrero por vía directa, bajo las siglas del PRD, y de Baja California Sur por una ingeniosa vía indirecta, un perredista alineado con los Chuchos y Marcelo pero postulado por el PAN. ¿Guerrero y Baja California Sur por el estado de México?
Cambalaches, reacomodos y fintas se mantienen en otros ámbitos. Carmen Aristegui, por ejemplo, regresa hoy a los micrófonos de MVS, y ello es una muy buena noticia, aunque la batalla específica de la lucha por la defensa del periodismo independiente ha ido quedando inserta en el contexto más amplio y denso de la confrontación que sostienen Carlos Slim, detrás de MVS y con la vista puesta en la tercera cadena nacional de televisión, y la dupla Calderón-Azcárraga, uno de cuyos pasajes más claros se ha dado con el retiro publicitario de Telmex y Telcel de las pantallas de Televisa y, de manera sesgada, con la salida de Alfredo Elías Ayub de la Comisión Federal de Electricidad.
En el cuadro nacional de desgracias, acaso el único rostro genuinamente feliz haya sido el de Felipe Calderón al pegarle en Reynosa una estampita de difícil alcance a su álbum reciente de hazañas bélicas infantiles: primero montó una yegua para jugar a emular a Francisco I. Madero, luego subió a un F-5 inmóvil en tierra del que no sabía cómo bajar, y este fin de semana manejó un vehículo militar de combate urbano, el Sand Cat: ¡Felicidades, amiguito Fe-Jeep-e Bauerón!
Astillas
No amaina la confrontación política en Oaxaca. La sección 22 del SNTE insiste en la demanda de renuncia de cuatro funcionarios del gabinete del Arca de Cue, y no se ve al gabinismo responder más que con declaraciones y boletines de prensa... Y, mientras la anestesia social asume casi como natural que agentes de la FBI realicen investigaciones directas en suelo mexicano por la muerte de un policía estadunidense, ¡hasta mañana, con el calderonismo sin capacidad de salir decorosamente de la trampa marca Sarkozy que a México le han puesto por culpa de García Luna Productions y del caracoleo epistolar del ocupante de Los Pinos que aceptó explorar la aplicación de convenios internacionales sobre Florence Cassez que luego desechó!
Fax: 5605-2099 •
Un largo camino de ruptura ha entrado en su tramo final. La solicitud de licencia a su ya desvaída etiqueta de perredista es el punto de condensación de un proceso de divorcio que coloca a Andrés Manuel López Obrador en el riesgo de perder la viabilidad unitaria presidencial de 2012 a cambio de la posibilidad de construir una opción partidaria de izquierda depurada” luego de esos mismos comicios desde ahora tan accidentados.
Poner a López Obrador en condición de dejar el PRD es ya de entrada una victoria de la alianza 2012 que han formado Los Pinos y la tripleta colaboracionista de los Chuchos, Camacho y Marcelo (C3). Es, en esencia, el fruto envenenado que han producido los arreglos electorales torcidos de 2010 y el presente año. Una imagen dice más que mil declaraciones: Ángel Aguirre Rivero en el consejo nacional perredista, listo para asumir su nueva condición de “izquierda”, solicitante de inscripción al sol azteca, mientras López Obrador va de salida.
Adiós a López Obrador bajo los colores negro y amarillo, a menos que se produjera una rebelión de las bases perredistas de la que hasta ahora no hay atisbo. Los Chuchos (y Los Pinos, y Camacho, y Marcelo) buscarán el natural aprovechamiento de la obligada imprecisión logística de López Obrador para empujarlo hacia fuera: no te doy licencia para que me pegues, sería la adaptación chuchista del adagio lopezportillista. Tal vez ni siquiera fuese necesario declararlo formalmente expulsado del PRD, sino asumirlo ajeno en cuanto pase a pelear contra las trincheras a las que hasta ahora ha pertenecido de manera singular: distante y confrontado de las estructuras directivas del sol azteca y entregado y activo con el PT y también, pero con menos intensidad y confianza, con la esquiva Convergencia.
Llama la atención que el punto de quiebre de AMLO sea el estado de México y que su carta jugada, la de Alejandro Encinas, se desmarque de la apuesta tabasqueña y prefiera hacer su propio envite. Semipeje y semichucho, Encinas ha considerado un error la solicitud de licencia de López Obrador y anuncia que no la secundará y que no será candidato a gobernador por otro partido que el que considera plenamente suyo, el del sol azteca. O es un movimiento táctico pactado, en el que Encinas recorrerá los últimos kilómetros de la fatigosa caminata interescuadras antes de dar un segundo golpe y acabar saliendo del chuchismo dominante y aceptando ser postulado por el PT, Convergencia y el lopezobradorismo, o Encinas ha dejado a AMLO colgado de la brocha y ahora éste deberá recurrir a los servicios alternos de la ya rehabilitada senadora Yeidckol Polevnsky (tuvo un accidente en un pie, lo que la obligó a ausentarse de las giras de AMLO en el estado de México, pero seguramente está puesta para entrar a un relevo de emergencia).
Elemento decorativo, a fin de cuentas, la consulta mexiquense aprobada por el consejo perredista desembocará en el vaticinado triunfo de la opción unitaria, PAN-PRD, que hará frente a la jaqueada aplanadora de Peña Nieto, al que los vaivenes colocan ahora como presunto beneficiario de los afanes lopezobradoristas, según alegan los Chuchos, Ortega y Zambrano. Falta, desde luego, el candidato bisagra que una al panismo-perredismo. Si un polo es eliminado, el de Encinas, tal vez sucedería lo mismo con el yunquista que representa Luis Felipe Bravo Mena. Y esos descartes abrirían paso al senador Ulises Ramírez o a quien hasta ahora ha insistido en negarse a buscar el estado de México, según eso porque aspira a presidir el país, la habilidosa Josefina Vázquez Mota que mantiene comunicación y lazos con la “izquierda electoral” y que pretendería levantar un entusiasmo “de género” en la contienda por venir. El PAN, en todo caso, tiene derecho a cierta reivindicación numérica: dos por uno. Ya Los Pinos ayudó al marcelismo-chuchismo a hacerse de Guerrero por vía directa, bajo las siglas del PRD, y de Baja California Sur por una ingeniosa vía indirecta, un perredista alineado con los Chuchos y Marcelo pero postulado por el PAN. ¿Guerrero y Baja California Sur por el estado de México?
Cambalaches, reacomodos y fintas se mantienen en otros ámbitos. Carmen Aristegui, por ejemplo, regresa hoy a los micrófonos de MVS, y ello es una muy buena noticia, aunque la batalla específica de la lucha por la defensa del periodismo independiente ha ido quedando inserta en el contexto más amplio y denso de la confrontación que sostienen Carlos Slim, detrás de MVS y con la vista puesta en la tercera cadena nacional de televisión, y la dupla Calderón-Azcárraga, uno de cuyos pasajes más claros se ha dado con el retiro publicitario de Telmex y Telcel de las pantallas de Televisa y, de manera sesgada, con la salida de Alfredo Elías Ayub de la Comisión Federal de Electricidad.
En el cuadro nacional de desgracias, acaso el único rostro genuinamente feliz haya sido el de Felipe Calderón al pegarle en Reynosa una estampita de difícil alcance a su álbum reciente de hazañas bélicas infantiles: primero montó una yegua para jugar a emular a Francisco I. Madero, luego subió a un F-5 inmóvil en tierra del que no sabía cómo bajar, y este fin de semana manejó un vehículo militar de combate urbano, el Sand Cat: ¡Felicidades, amiguito Fe-Jeep-e Bauerón!
Astillas
No amaina la confrontación política en Oaxaca. La sección 22 del SNTE insiste en la demanda de renuncia de cuatro funcionarios del gabinete del Arca de Cue, y no se ve al gabinismo responder más que con declaraciones y boletines de prensa... Y, mientras la anestesia social asume casi como natural que agentes de la FBI realicen investigaciones directas en suelo mexicano por la muerte de un policía estadunidense, ¡hasta mañana, con el calderonismo sin capacidad de salir decorosamente de la trampa marca Sarkozy que a México le han puesto por culpa de García Luna Productions y del caracoleo epistolar del ocupante de Los Pinos que aceptó explorar la aplicación de convenios internacionales sobre Florence Cassez que luego desechó!
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