8 oct 2009


Dinero



Asalto al fondo de las afores

Lozano aplica el “coopela o cuello” al SME

Proceso derrota a la señora Marta




Enrique Galván Ochoa

El fondo de ahorro para el retiro de 39 millones de mexicanos suma un millón de millones de pesos. Debería ser una suma mayor, pero Fox le dio un par de tarascadas: sacó el dinero de las cuentas que no tenían movimiento. El 68% está invertido en valores gubernamentales –cetes, bonos del rescate bancario, etcétera. El resto ha ido gradualmente moviéndose a otro tipo de inversión, inclusive préstamos a empresas nacionales y extranjeras. Al principio no era así: más del 80% del capital ganaba intereses invertido en cetes y otros papeles que maneja el Banco de México. La garantía era el propio gobierno. Ahora Felipe Calderón se saca de la manga un proyecto para que se preste dinero a empresas constructoras que se dediquen a obras de infraestructura: carreteras, puentes, obras de drenaje. Hay un alto índice de quiebras en ese sector de negocios. Parece que en el futuro, el millón de millones de pesos, más lo que se llegue a acumular, terminará por esfumarse. O sea que los ancianos de los tiempos por venir tendrán que buscar chamba como cerillos de Wal-Mart para llenar la tripa con las propinas.

El Kid Lozano

Protagonista patético del primer gran escándalo de corrupción del gobierno de este sexenio –el del “coopela o cuello”–, Javier Lozano se ha convertido en el golpeador oficial. Lo mismo se pone los guantes contra el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, cuando se ha tratado de obligarlo a tomarse la foto con su jefe, que se lanza a desmentir a Carlos Slim, en la ocasión en que anticipó la catástrofe económica que se avecinaba y que, al correr de las semanas, vimos que se quedó corto. Cuando Zhenli Ye Gon denunció que Lozano le dejó “encargados” más de 200 millones de dólares cash, cuyo destino era la campaña presidencial del PAN, hizo un viaje a Nueva York para contratar a una firma de abogados que demandaría al empresario chino-mexicano a fin de obligarlo a limpiar su nombre. Metió reversa. Seguramente le advirtieron que quedaría en situación precaria al ventilar en tribunales de Estados Unidos el manejo de los fondos de origen dudoso. En estos días Lozano anda jugando el papel de alquimista: quiere convertir a un sindicato independiente en sindicato charro, con la treta de desconocer a su dirigente, Martín Esparza. O sea: repite la fórmula “coopela o cuello”. Recientemente se apuntó un éxito con el sindicato del IMSS: compró al líder con una diputación federal del PAN. ¿Por qué no intenta lo mismo con Esparza? Si dice que sí, ahí se acabó el problema, pero si resiste la tentación, la torpeza de Lozano habrá añadido un problema a Felipe Calderón por lo que resta del sexenio. Lo bueno es que no tiene ninguno.

Pantalonera

A reserva de volver a tocar el tema en los siguientes días, con más espacio y tiempo, les anticipo que la Suprema Corte de Justicia dio palo a la demanda de amparo de la desmedida señora Marta en el litigio que, según Vicente Fox, tuvo los pantalones de promover contra la revista Proceso.



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