El Despertar
Los nudos interiores de Calderón
José Agustín Ortiz Pinchetti
Aprincipios de este año los observadores nos consideraban un Estado fallido, al acercarse el final se preguntan si no habrá un estallido social, incluso cuál será el desenlace del sexenio ¿Felipe Calderón podrá terminar su gestión? Como lo he escrito, Calderón es heredero de la desorganización institucional y una pésima política económica. De la corrupción impune y expansiva. Pero él tiene su propia responsabilidad. No ha podido revertir el proceso de deterioro. Su sustento son los grupos de interés económico, burocrático y sindical que determinan el manejo del gobierno. Y también a la complicidad del Partido Revolucionario Institucional, que nunca le dará su aval sin obtener la parte del león y desplazar hacia Calderón y el Partido Acción Nacional los costos. (Repasen lo que ha sucedido con la reforma fiscal.)
La explicación de la ineficacia de Calderón puede encontrarse en su propia carrera. Fue un político mediocre y un funcionario nulo. No llegó a la Presidencia por méritos, sino gracias a un fraude electoral. Aquí podemos encontrar una clave.
Calderón fue educado en la atmósfera apostólica del panismo original. La democracia, la honestidad, la decencia fueron principios que penetraron profundamente en él. Yo lo vi tratar groseramente a los priístas, por considerarlos corruptos. Hoy los saluda y los abraza. No es que se haya vuelto tolerante. Lo hace por una estricta, cínica y desesperada conveniencia. En el fondo, Calderón se ha traicionado a sí mismo.
Ha traicionado las cosas en las que creyó. Como todas las gentes que se autoengañan, esto les provoca ceguera. Justifican su traición, culpan a los demás y se vuelven terriblemente ineficaces. Hace poco conversé con Yuri Serbolov el autor de la famosarevista La Carpeta Púrpura, quien coincide conmigo en esa visión interiorista del quiebre de Calderón. Le atribuye a ella el deslizamiento que el personaje está teniendo hacia un destino desastroso. Él me recomendó el libro La caja, del Instituto Arbinger, un trabajo que explica por qué las gentes que se traicionan a sí mismas se enredan en sus propias culpas y se vuelven cada vez más irresponsables e ineficaces. Yo les recomiendo ese libro a ustedes.
jaorpin@yahoo.com.mx
La explicación de la ineficacia de Calderón puede encontrarse en su propia carrera. Fue un político mediocre y un funcionario nulo. No llegó a la Presidencia por méritos, sino gracias a un fraude electoral. Aquí podemos encontrar una clave.
Calderón fue educado en la atmósfera apostólica del panismo original. La democracia, la honestidad, la decencia fueron principios que penetraron profundamente en él. Yo lo vi tratar groseramente a los priístas, por considerarlos corruptos. Hoy los saluda y los abraza. No es que se haya vuelto tolerante. Lo hace por una estricta, cínica y desesperada conveniencia. En el fondo, Calderón se ha traicionado a sí mismo.
Ha traicionado las cosas en las que creyó. Como todas las gentes que se autoengañan, esto les provoca ceguera. Justifican su traición, culpan a los demás y se vuelven terriblemente ineficaces. Hace poco conversé con Yuri Serbolov el autor de la famosarevista La Carpeta Púrpura, quien coincide conmigo en esa visión interiorista del quiebre de Calderón. Le atribuye a ella el deslizamiento que el personaje está teniendo hacia un destino desastroso. Él me recomendó el libro La caja, del Instituto Arbinger, un trabajo que explica por qué las gentes que se traicionan a sí mismas se enredan en sus propias culpas y se vuelven cada vez más irresponsables e ineficaces. Yo les recomiendo ese libro a ustedes.
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