Advierte de los riesgos de injerencia por la “debilidad” de Calderón
Subraya que México está gravemente dañado por la “mafia política”
Mejorar las condiciones de vida, fórmula contra violencia e inseguridad
Pide a Washington “que no abuse de la debilidad de Calderón”
Demanda AMLO a EU respete nuestra soberanía
México, sin garantía de tranquilidad y paz social, advierte el tabasqueño
Al conmemorar el natalicio de Benito Juárez en el Hemiciclo, Andrés Manuel López Obrador aseguró que "quienes impusieron a Felipe Calderón son responsables del dolor y el riesgo en que viven miles de familias , esa minoría codiciosa y sin llenadera , llevó a la presidencia a una persona incapaz de garantizar la tranquilidad y la paz social " foto Carlos Ramos Mamahua
Simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, en el Hemiciclo a JuárezFoto Jesús Villaseca
Ciro Pérez y Alma E. Muñoz
Al conmemorar el natalicio de Benito Juárez, Andrés Manuel López Obrador afirmó que México se encuentra gravemente dañado, sin un plan integral para el desarrollo social, sin garantía de tranquilidad y paz social, y con el riesgo de que Estados Unidos aproveche la “debilidad de (Felipe) Calderón” para intervenir en asuntos que sólo competen a los mexicanos.
En un mensaje de aliento a sus simpatizantes para insistir en un cambio de la vida pública, llamó a no perder el tiempo viendo lo que hace la llamada clase política, “achichincles de los potentados, gente sin principios ni ideales responsables de la actual crisis nacional. Esa gente sólo busca el interés personal o de la pequeña secta a la que pertenece; lo mismo puedo decir acerca de las alianzas” de los partidos de izquierda con el PRI y con el PAN.
“Somos respetuosos de las decisiones que tomen PRD, PT y Convergencia; somos sobre todo respetuosos de las decisiones de los ciudadanos: en este movimiento está prohibido prohibir. Ya fijamos nuestra postura: a título personal cualquiera puede participar en procesos electorales bajo cualquier circunstancia, pero nuestro movimiento ha decidido no acompañar a estos partidos si hacen alianza con el PAN o con el PRI.”
En el Hemiciclo a Juárez, López Obrador presentó un panorama sobre las males que aquejan a la nación. Entre ellos, la grave crisis de inseguridad y violencia.
“Quienes impusieron a Calderón son responsables del dolor de miles de familias, del riesgo y del temor que prevalece en hogares y calles de casi todo el territorio nacional. Esta minoría codiciosa y sin llenadera ha hecho ingrata la vida de millones de mexicanos, y llevó a la Presidencia a una persona incapaz de garantizar la tranquilidad y la paz social. Como ha quedado demostrado, ¡Calderón no es un hombre de Estado!”, sostuvo.
La forma más eficaz y humana de enfrentar la inseguridad y la violencia pasa por mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la población, reiteró. “Las medidas coercitivas no resuelven el problema. No basta con el Ejército, la policía, las cárceles, las amenazas de mano dura y leyes más severas. El proceder de Calderón en esta materia ha dañado gravemente al país. Han perdido la vida, y eso es lo más lamentable, miles de seres humanos, algo que no sucedía desde la Revolución.”
Por si fuese poco, insistió, “se ha desgastado al Ejército, se está alentando a los criollos que quieren anexarnos, y a quienes siempre están esperando intervenir desde el extranjero. Por eso llamamos al gobierno de Estados Unidos a que respete nuestra soberanía, que no se aproveche de las circunstancias ni abuse de la debilidad de Calderón. ¡Cooperación sí, intervencionismo no!”
En su discurso, llamó a no prestar atención al hecho de que “la mafia” quiera imponer por anticipado al gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, con el respaldo de Carlos Salinas y la campaña mediática de Televisa. “Ésa es una telenovela, tengamos confianza en el pueblo. Al pueblo se le engaña una vez, dos veces, pero no se le puede engañar toda la vida.”
López Obrador exhortó nuevamente “a los que realmente mandan, a Felipe Calderón o a quien corresponda”, a que se decidan por el bien del país a cambiar la política económica empezando por la creación de empleos y la atención a los jóvenes para garantizar tranquilidad y seguridad pública.
“Antes que ninguna otra cosa, es urgente proteger y generar nuevos empleos, como también es indispensable hacer efectivo el derecho a la educación.” Insistió en que se requiere poner en práctica un amplio programa de construcción de obras públicas para reactivar la economía, y así generar fuentes de trabajo.
“En mis recorridos por la República he podido constatar que el principal clamor es la falta de empleo, y no he visto obras en proceso por ninguna parte. La industria de la construcción está paralizada. Un dato: en Ciudad Juárez más de la mitad de sus calles no tienen pavimento.”
Se manifestó por fortalecer los apoyos para jóvenes, más becas y espacios educativos para que ninguno sea rechazado de las universidades públicas. Consideró que los recursos para tales propósitos se pueden obtener con la aplicación de un plan de austeridad en el gobierno.
Dijo que el movimiento que encabeza “no apuesta a edificar la nueva República sobre las ruinas de México” y por eso “llamamos al gobierno a que se tomen medidas para atemperar los daños a la economía y al bienestar del pueblo.
“Estamos luchando para impedir más retrocesos, denunciando infamias y arbitrariedades, como los ataques a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas, a los mineros de Cananea, a los pobladores de Zimapán que se oponen a la instalación, en ese lugar, de un basurero tóxico, y estamos atentos para impedir que se construya la presa El Zapotillo, que borraría del mapa a tres pueblos históricos de Jalisco.”
Exigió esclarecimiento y castigo a los autores intelectuales del asesinato de Mariano Abarca, quien se opuso a la depredación de una minera canadiense en Chiapas.
Demandó castigo para Eduardo Bours y Juan Molinar, ex gobernador de Sonora y ex director del IMSS, respectivamente, por la muerte de 49 niños y las heridas graves a 79 más en la guardería ABC de Hermosillo. También exigió la devolución de los ahorros de los ex braceros, y pidió a los legisladores del movimiento una posición más enérgica en la Cámara de Diputados.
Antes de la intervención del ex candidato presidencial, Rocío Nahle alertó sobre la insistencia del gobierno de Calderón en promover contratos de riesgo para la explotación del petróleo y sus derivados. Precisó que se interpusieron ya cuatro denuncias ante la Procuraduría General de la República por presunto daño patrimonial y traición a la patria, por el convenio que firmó Calderón para que una compañía brasileña produzca –en lugar de Pemex– etileno, polietileno y aromáticos.
“Entrega el mercado, les ayuda a conseguir parte del financiamiento y ofrece materia prima a 20 años con precios bajos. ¿En qué país o compañía petrolera del mundo se ve que le abran la puerta a la competencia y le pongan el plato servido en la mesa?”
Reúne a miles en la Alameda del DF
Debemos seguir siendo rebeldes, exhorta AMLO
Jóvenes, con una pregunta sin respuesta
Jaime Avilés
Tal como se esperaba, Andrés Manuel López Obrador reiteró ayer, ante miles de personas reunidas en la Alameda capitalina, las líneas generales de su proyecto político, de cara a las elecciones presidenciales de 2012, en un discurso que dejó satisfechos a los militantes de la tercera edad, no así a los jóvenes que se retiraron del mitin con una gran pregunta que no encontró respuesta.
En una mañana soleada y festiva, que desde el estallido violeta de las jacarandas proclamaba el inicio de la primavera, la resistencia civil pacífica celebró el aniversario número 204 del nacimiento de don Benito Juárez, alzando banderas y pancartas que exigían la renuncia de Felipe Calderón y confirmaban su apoyo al “gobierno legítimo”.
Antes de López Obrador hubo otros dos oradores de fondo. Rocío Nahle, especialista en el tema de los energéticos, habló de la crisis que sufre Petróleos Mexicanos. A su vez, el poeta y analista político Pedro Miguel presentó a Benito Juárez un informe acerca del estado desastroso que guarda la nación mexicana.
“El cártel de los banqueros y empresarios, tan nocivo como los demás”, denunciaba un hombre desde una humilde pancarta, mientras extrañas banderas rojas, con una calavera a guisa de escudo, pasaban lista de presentes a nombre de los “jóvenes de Tulyehualco”.
Una mujer vestida como Sor Juana Inés de la Cruz cargaba una inmensa cartulina que parodiaba un clásico poema, alusivo a los levantacejas electrónicos: “Hombres necios que acusáis a la resistencia civil sin razón...”, y por aquí y por allá, entre grandes fotografías de López Obrador “impresas en los talleres gráficos del PT” y banderas del PRD, pululaban personas vestidas con camisetas del golpeado y reprimido Sindicato Mexicano de Electricistas.
Procedente del estado de Jalisco, donde recorrió varias regiones para supervisar la organización de los comités municipales afiliados al “gobierno legítimo”, el máximo dirigente opositor de México leyó una eficaz pieza oratoria, en la que logró encandenar, sin aburrir a nadie, 15 frases que empezaban con las mismas tres palabras: “Hay crisis porque...”
Hace 27 años la oligarquía gobierna en beneficio de unos cuantos. En las dos décadas pasadas un pequeño grupo ha saqueado al país. Ha privatizado los bienes de la nación. El petróleo, el gas y la electricidad han sido explotados irracionalmente en provecho de trasnacionales y políticos y empresarios corruptos.
Y porque de 1988 al día de hoy (“de Salinas a Calderón”) el gobierno ha entregado 12 por ciento del territorio nacional a “tres consorcios: Grupo México, Peñoles y Carso” y a “mineras canadienses asociadas con políticos del PRI y del PAN”. En este punto, la mención de Carso, propiedad de Carlos Slim, provocó en el gentío gritos en contra del hombre más rico del mundo.
El ex jefe del Gobierno del Distrito Federal continuó: “hay crisis porque la economía nacional permanece estancada, se abandonaron las actividades productivas del campo y la ciudad, los potentados no pagan impuestos, se protege a los monopolios vinculados al poder, el presupuesto se destina a mantener los privilegios de los altos funcionarios, (y porque) no se garantizan los derechos constitucionales al trabajo, a un salario digno, a la educación, la salud, la vivienda, la seguridad social y el bienestar del pueblo”.
Y además porque se ha marginado a los jóvenes, y porque imperan la corrupción y la impunidad, y porque un grupo secuestró las instituciones, y porque “en suma, en México domina la oligarquía y no hay una auténtica democracia”.
El experimentado político tabasqueño abordó por último los temas más candentes de la agenda política nacional –el naufragio del gobierno calderónico en los estados de la República controlados por el narcotráfico, y la visible injerencia del gobierno de Estados Unidos en los asuntos internos del país–, pero antes puso todo el énfasis de su discurso en lo que llamó “las tres tareas básicas de nuestro movimiento”.
A saber, “que los comités municipales, estatales (y) distritales, que se han constituido, se encarguen de crear comités territoriales en todos los barrios, pueblos y colonias de México”.
Dos, “tenemos que seguir convenciendo a más ciudadanos, hombres y mujeres libres, a adherir a nuestro movimiento que, como dijo Pedro Miguel, ya cuenta con 2 millones 500 mil”. Pero no se trata, agregó, de “un asunto cuantitativo sino cualitativo, porque cuando se convence a otro, éste se compromete a luchar junto con nosotros por la transformación del país”.
Y, tres, “ayudar a distribuir casa por casa el periódico Regeneración”, siguiendo el ejemplo de los hermanos Flores Magón que, un siglo atrás, fundaron un órgano con ese nombre que representa “lo que hoy necesita nuestro país, y si no le hubiéramos puesto así, se habría llamado El Despertador, porque eso es lo que queremos, despertar al pueblo”.
Una vez que hubo precisado las tres tareas básicas, y sin proponer medidas concretas contra la reforma laboral presentada al Congreso por el PAN la semana pasada, rechazó explícitamente las alianzas del PRD-PT-Convergencia con la ultraderecha gobernante (“no perdamos el tiempo en estar viendo lo que hace la llamada clase política”), y dedicó los últimos párrafos de su arenga a la inminente intervención de Estados Unidos en la vida pública de México, debido a los catastróficos resultados de la “guerra contra el narcotráfico”, y llamó a sus simpatizantes a “hacer política para hacer historia” y a “seguir siendo rebeldes ante la opresión”.
El acto culminó cuando la cantante Denise Villuendas entonó el Himno Nacional, y lo hizo con tan buena voz que al terminar algunos pidieron a coro “¡otra, otra!”, cosa que por desgracia no era posible, así que entonces la muchedumbre se descompuso en miles de pequeñas partículas que echaron a andar por las calles del Centro Histórico para metamorfosearse en paseantes dominicales, muy complacidos, como ya se dijo, los adultos mayores, de los conceptos que acababan de oír, y más bien insatisfechos los jóvenes, preguntándose si en verdad vale la pena apostarle todo a la lucha electoral cuando, como el propio López Obrador reconoció, aquí “no hay una auténtica democracia”.
Ésa, en realidad, fue la gran pregunta que se quedó sin respuesta.
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