Calderón, en la silla por pacto PRI-PAN
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La priísta María Estela Fuentes introdujo al salón de plenos de la Cámara de Diputados una piñata de Pinocho, la cual intentó colocar en la curul del panista César Nava, para resaltar sus “mentiras”; un legislador del blanquiazul lo impidió. Entonces la propia legisladora del tricolor colocó la figura detrás de las sillas de Beatriz Paredes y Francisco Rojas, quienes, al darse cuenta del desliz, ordenaron quitar el monigote Foto Marco Peláez
Enrique Méndez y Roberto Garduño
Un acuerdo entre el PRI y el PAN permitió que Felipe Calderón ocupara la silla presidencial en 2006, afirmó ayer el diputado priísta César Augusto Santiago Ramírez, en medio del debate sobre el convenio que ambos partidos suscribieron para evitar las alianzas electorales en el estado de México de panistas con el PRD.
Último orador en el intercambio verbal, Santiago Ramírez llamó a revalorar el sentido de los acuerdos entre partidos y resaltó:
“Aquí hay una alianza momentánea que después lamentarán PRD y PAN. Es una predicción, no una reflexión. Pero el peor error es insistir, a propósito de un incidente, en prejuiciar los acuerdos. Los acuerdos, señoras y señores, están en la esencia de la construcción de la democracia. Gracias a uno de esos acuerdos está Felipe Calderón en una silla, lo que yo personalmente no acepto”.
Desde su curul, el panista Agustín Torres Ibarrola, quien forma parte del denominado Grupo Michoacán, lo interpeló: “Si el Presidente está sentado ahí (en la silla) por voluntad de los mexicanos, quisiera saber a qué acuerdo se refiere”.
El priísta reviró: “Voy a usar un ejemplo de sus clásicos, del secretario de Hacienda: ‘le responderé por escrito dentro de mes y medio”’.
El jueves pasado, en Guadalajara, durante el aniversario 81 del PRI, Beatriz Paredes hizo referencia al acuerdo con el PAN en 2006, al afirmar que se garantizó la estabilidad del país al reconocer a un Presidente “repudiado. Quién iba a decir que apenas tres años después, el partido del Presidente que fue repudiado y calificado de espurio por otra fuerza política, celebraría alianzas con aquellos que han sido los detractores principales de su abanderado”, afirmó.
Ayer, el priísta César Augusto Santiago consideró que los acuerdos no deben ser motivo de prejuicios. “Es una práctica con la que aireamos nuestras ideas, cuando menos”, sostuvo.
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