CON RESPECTO A LA SIGUIENTE NOTA, NO NOS EXPLICAN METODOLOGÌA , NI SIQUIERA NOS DICEN SI FUE VÌA TELEFÒNICA , O CASA POR CASA (FUE LO PRIMERO , LO SEGUNDO ES MUY COSTOSO) CON LO QUE ESO IMPLICARÌA YA QUE SOLO TIENEN TELÈFONO LOS DE CLASE MEDIA BAJA HACIA ARRIBA, SIENDO QUE EXISTEN 40 MILLONES DE MEXICANOS EN POBREZA EXTREMA.
MANIPULAN EL TITULAR , SIENDO QUE LO MEDULAR DE LA NOTA ES QUE LA APROBACIÒN DEL PELELE ES FRAGIL, LUEGO ENTONCES POR QUE NO CABECEAR : " POPULARIDAD DE CALDERÒN EN LA CUERDA FLOJA"

ESTO QUE SE LOS CREA SU ABUELA .
QUE MANERA DE INDUCIR Y MANIPULAR A LA POBLACIÒN , EN VERDAD NO TIENEN MADRE.

AQUI LA NOTA :


La mayoría aprueba a Calderón

Cuenta con respaldo de sectores que no votaron por él el 2 de julio


Jorge Buendía
El Universal
Martes 06 de febrero de 2007

A dos meses del inicio de su administración, la encuesta nacional Ipsos-Bimsa/EL UNIVERSAL indica que Felipe Calderón cuenta con la aprobación de la mayoría de la población: 58%. Este es un porcentaje por encima de las preferencias electorales que obtuvo en julio pasado, lo que significa que cuenta con el respaldo de sectores que no votaron por él.
El apoyo a Calderón, sin embargo, es todavía frágil. La mayoría del respaldo a su gestión es blando o volátil. Sólo 16 de los 58 puntos de aprobación pueden calificarse como "aprobación dura". Esto es natural considerando que inicia su gobierno y la población apenas empieza a adquirir información sobre el nuevo Presidente de la República.
En este contexto resulta comprensible que más de la mitad del apoyo a Calderón (31 de 58 puntos) provenga de simpatizantes panistas y, en segundo lugar, de ciudadanos que se declaran políticamente independientes (16 de 58 puntos). Como es previsible, los perredistas no son parte de la coalición que respalda al jefe del Ejecutivo.
En una escala de 0 a 10, la calificación promedio a la gestión presidencial es de 6.5. Los panistas son otra vez quienes califican mejor al presidente (7.7), mientras que los perredistas le otorgan una calificación reprobatoria (4.8). Ante la polarización de panistas y perredistas, los priístas e independientes resultarán cruciales para entender los altibajos de la aprobación de Calderón: son grupos volátiles que no le otorgan un cheque en blanco al presidente, pero tampoco son sus adversarios declarados.
La encuesta muestra la existencia de varios focos amarillos para el presidente Calderón. En primer lugar, su administración todavía no rebasa las expectativas de la población: sólo 12% señala que Calderón ha hecho más de lo que se esperaba, mientras que 35% señala lo contrario. Incluso los panistas son críticos en esta materia. En segundo lugar, la población está dividida en cuanto a su percepción de para quién gobierna Felipe Calderón: 43% señala que las políticas de su gobierno benefician a todos los mexicanos, pero un porcentaje similar (41%) menciona que estas benefician a los grupos más privilegiados de la sociedad mexicana. El discursogubernamental de atención a los sectores más pobres del país no ha permeado: sólo 9% dice que las políticas del actual gobierno benefician a los mexicanos más desfavorecidos.
Los gobernantes siempre tienen un déficit de credibilidad ante la población y el presidente actual no es la excepción. La mayoría nunca le cree o le cree pocas veces (16 y 43% respectivamente). El partidismo nuevamente explica estas posturas: 70% de los panistas cree en las declaraciones presidenciales, pero sólo 30% de los independientes comparte esta opinión. Priístas y perredistas tampoco confían en la palabra del primer mandatario.
El aumento a los precios de la tortilla es otro tema complicado. Si bien no responsabilizan al gobierno federal del aumento (la mayoría cree que los empresarios son los responsables), hay escepticismo sobre la efectividad de su intervención. La población reconoce que la administración de Calderón se ocupó oportunamente del asunto, pero cree que dichasacciones han sido insuficientes para bajar el precio de la tortilla.
En suma, la primera medición sobre el desempeño de Felipe Calderón muestra claroscuros. Cuenta con un saludable nivel de aprobación pero este muestra signos de inestabilidad. El reto de Calderón radica en consolidar su popularidad entre los sectores no panistas, en especial priístas y ciudadanos independientes.