El Despertar
¡Salvemos a México!
José Agustín Ortiz Pinchetti
AMLO culmina hoy una gira. En 26 días 39 asambleas en todas las capitales y varias ciudades mayores. A pesar del calor ardiente acudieron multitudes: casi 500 mil asistentes. Un esfuerzo singular, al más puro estilo obradorista, pocos recursos, sin acarreados, buena logística. No fue una gira prelectoral sino la evaluación sistemática del crecimiento del Morena en todo el país.
La mayoría de los medios no reportaron mayor cosa. Es una conspiración del silencio. En México no hay respeto al derecho a la información, la agenda es impuesta por los grupos de interés, el PRI y el PAN, el gobierno y el dinero.
Desde hace siete años hay una campaña para aniquilar a AMLO. Su fracaso es estruendoso. La gente acude para manifestarse y hacer patente su nivel de organización. Las asambleas son ejercicios de rendición de cuentas. Los ciudadanos se agrupan para protestar por los agravios, pero no se quedan ahí: se comprometen. Muestran la dignidad que les niegan los políticos corruptos. Como dice Stephane Hessel: la indignación no basta, se requiere compromisos y organización.
En cada mitin AMLO se refiere a algunos asuntos concretos, pero su discurso se orienta a una propuesta: ¡Hay que salvar a México!
¿De qué queremos salvar a México? Desde una perspectiva histórica, no hay duda que el país vive una declinación progresiva desde hace 30 años. Están empeorando las condiciones de vida, la economía, la violencia. Estamos perdiendo autodeterminación. De mantenerse esta inercia pondríamos en peligro la paz e incluso la integridad y la independencia de México.
Pero la historia no está dominada por la fatalidad –como afirma Alberto Montoya–: es el resultado de nuestras decisiones. La conciencia de la descomposición hace despertar al pueblo y éste puede realizar acciones inéditas y transformadoras.
Morena es hasta hoy el único movimiento capaz de proponer a esta generación de mexicanos un verdadero proyecto nacional incluyente. Pero el tiempo se estrecha: nos quedan menos de 400 días para madurar y triunfar en las elecciones de 2012.
joseaorpin@hotmail.com
La mayoría de los medios no reportaron mayor cosa. Es una conspiración del silencio. En México no hay respeto al derecho a la información, la agenda es impuesta por los grupos de interés, el PRI y el PAN, el gobierno y el dinero.
Desde hace siete años hay una campaña para aniquilar a AMLO. Su fracaso es estruendoso. La gente acude para manifestarse y hacer patente su nivel de organización. Las asambleas son ejercicios de rendición de cuentas. Los ciudadanos se agrupan para protestar por los agravios, pero no se quedan ahí: se comprometen. Muestran la dignidad que les niegan los políticos corruptos. Como dice Stephane Hessel: la indignación no basta, se requiere compromisos y organización.
En cada mitin AMLO se refiere a algunos asuntos concretos, pero su discurso se orienta a una propuesta: ¡Hay que salvar a México!
¿De qué queremos salvar a México? Desde una perspectiva histórica, no hay duda que el país vive una declinación progresiva desde hace 30 años. Están empeorando las condiciones de vida, la economía, la violencia. Estamos perdiendo autodeterminación. De mantenerse esta inercia pondríamos en peligro la paz e incluso la integridad y la independencia de México.
Pero la historia no está dominada por la fatalidad –como afirma Alberto Montoya–: es el resultado de nuestras decisiones. La conciencia de la descomposición hace despertar al pueblo y éste puede realizar acciones inéditas y transformadoras.
Morena es hasta hoy el único movimiento capaz de proponer a esta generación de mexicanos un verdadero proyecto nacional incluyente. Pero el tiempo se estrecha: nos quedan menos de 400 días para madurar y triunfar en las elecciones de 2012.
joseaorpin@hotmail.com
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