2 abr 2009


Astillero

¡Oh, los intocables!

Elliot Ness (R4) se topa consigo mismo

Facturar a la Lotería campañas del PAN

Julio Hernández López


Estaba Elliot Ness región 4 (ENR4) de viaje por el extranjero cuando le soltaron una bomba yucateca: que en las oficinas de Carlos Mouriño Terrazo, en Campeche, el mismísimo director de la Lotería Nacional, Miguel Ángel Jiménez (uno de los recaudadores de rentas de la intocable Gordillo) había ofrecido tres millones de pesos a ejecutivos de publicidad de El Diario de Yucatán (D de Y) para que, facturando los servicios a la mencionada caja chica de Los Pinos y el SNTE, se cubriera la campaña de Mario Ávila Lizárraga (MAL), el caballerango designado por Mouriño Sucesores para ser candidato panista a la gubernatura y, luego, de ganar, administrador de la heredad familiar hispana denominada Campeche.

El habilidoso policía mexicano revisó de inmediato sus archivos y encontró que en el mencionado diario yucateco había iniciado su historia pública el maestro, tutor y compañero de andanzas públicas y privadas que tuvo y del que acabó agriamente distanciado, Carlos Castillo Peraza, y que otro de los elementos importantes del expediente criminal era el Campeche de Juan Camilo, el apasionante lugar donde él (ENR4) había vivido durante largo tiempo acompañando a Castillo Peraza para que éste hiciera despegar el proyecto del Diario de Yucatán de crear un periódico local con el que la derecha campechana enfrentara al priísmo desatado de aquellos tiempos. Campeche donde había conocido al joven Mouriño en circunstancias gastronómicas menores que abrieron paso al proyecto de encumbramiento felipista (el joven Juan Camilo había ido a una reunión que había organizado su padre con un líder panista apellidado Calderón, pero lo había hecho por cenar algo mejor que el sándwich que se habría preparado en solitario: allí el reclutador michoacano de talentos confrontó al joven desidioso y lo ganó para su causa).

¡Recórcholis!, exclamó el valiente y decidido agente R4 cuando al seguir las pistas disponibles vio que éstas le llevaban a él mismo. "Soborno electoral", decía la cabeza principal de primera plana del documento confidencial que los lugareños llaman periódico (esta garganta profunda astillada está en condiciones de ofrecer a sus lectores la llave secreta que les permitirá conocer el reservadísimo texto: www.yucatan.com.mx/noticias/20090401/imagenes/portada01.swf). Luego, como subtítulo: "La Lotería ofrece financiar propaganda política del PAN". Y un sumario enigmático: "Megamedia recibe y rechaza la ilícita oferta en Campeche" (Megamedia es el grupo que edita el Diario de Yucatán y La i, en Campeche, según reportan a esta oficina de inteligencia astillada sus espías peninsulares).

Gracias al entrenamiento especial del que había sido dotado para enfrentar a las bandas delincuenciales del Chicago que chiquito queda frente al México convertido en calderón político y social, el incorruptible paladín justiciero leyó la historia que publicaba el diario yucateco: corría el jueves 26 de marzo del presente año cuando, a las 8:45 de la noche, iniciaba una junta de alto nivel en las Torres de Cristal de la ciudad de Campeche, es decir, en la sede del Grupo Energético del Sureste, donde despacha Carlos Mouriño Terrazo, hermano del difunto Juan Camilo e hijo del español al que por pago de marcha pretenden legar Campeche (En el nombre del hijo, se llamaría la película). Estaban presentes el mencionado Mouriño Terrazo y Jorge Luis Lavalle Maury, el coordinador de la campaña del caballerango MAL (Mario Ávila Lizárraga), además de "una persona que se identificó como Miguel Ángel, y un joven blanco de ojos claros".


El hermano Mouriño pidió a los representantes de El Diario de Yucatán que dijeran cuanto costaría un proyecto de publicidad en ese periódico y en La i, filial en Campeche, para cinco candidaturas panistas: la de gobernador, dos de diputados federales y las de alcaldes de Campeche y Ciudad del Carmen. Cuando se pronunció la cifra, "Miguel Ángel" dijo al gerente del D de Y: "Perfecto, factúralo a nombre de la Lotería Nacional". El representante de Megamedia dijo que así no se podría facturar, y entonces "Miguel Ángel" intervino: "Soy el director general de la Lotería Nacional, y Juan Camilo era como mi hermano". Enseguida entregó su tarjeta de presentación al representante comercial de Megamedia. Como seguía la reticencia de los vendedores de publicidad derecha, el director Jiménez buscó salidas: "Factúrales 500,000 (al PAN). Es más, no me hagas el piquito de descuento (que se le había ofrecido) y a nosotros sólo nos darás de vez en cuando un cintillo o los resultados de algún sorteo que caiga en Campeche. Eso ustedes manéjenlo. Nosotros no les vamos a pedir mucho".

Ya con ánimo de cerrar trato, Jiménez ofreció firmar un contrato de publicidad con la Lotería Nacional "para sus periódicos, por tres años" (lo que significaría unos cuatro millones de pesos). “Al salir de las Torres de Cristal nuestros representantes –cierra la nota del D de Y– se disponía a entrar el gerente comercial de Novedades de Campeche”. El viernes 27, dos directivos de Megamedia fueron a la ciudad de México a presentar las denuncias del caso ante las oficinas de ERN4 (encubiertas bajo el nombre falso de Presidencia de la República), de Gobernación, y del comité nacional panista.

¡Santos cielos: ¿qué hará el implacable agente Felipelliot?! ¿Tocará a la intocable Elba Esther con el pétalo de exigirle la renuncia al sobornador Jiménez, y acaso procesarlo penalmente? ¿Ordenará que se abra una investigación contra la banda blanquiazul denominada PAN y el pendenciero Germán que ve la paja en el ojo priísta y no la viga en el caso Campeche? ¿Le revocará la virtual concesión de Campeche a los deudos Mouriño? ¡No se pierda las siguientes transas, perdón, entregas de esta novela de policías y ladrones o, más bien, de ladrones y ladrones!, y, mientras se van extinguiendo los dominios de la legalidad, ¡hasta mañana, en esta columna que se abre una línea de crédito a sí misma!



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